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¿Qué son los nódulos de tiroides?

La evaluación del endocrinólogo es esencial para saber si el nódulo requiere tratamiento, cirugía u observación

25 de marzo de 2021 - 12:00 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 3 años.
Si en los resultados de la biopsia los nódulos son benignos, se observan y se repite el sonograma de tiroides, por lo general, una vez al año. (Shutterstock)

La Asociación Americana de Tiroides (ATA, por sus siglas en inglés) define los nódulos de tiroides como cualquier crecimiento anormal de las células tiroideas que forman un tumor dentro de la glándula del tiroides. Según esta organización, aunque la gran mayoría de estos nódulos son benignos (no cancerosos), una pequeña proporción pueden ser cancerosos.

De acuerdo con la doctora Marielly Sierra, “los nódulos de tiroides son una agrupación de células tiroideas en un área específica de la tiroides. Cuando se hace un estudio de imagen, que, en este caso, es el sonograma, que es el mejor estudio para apreciar el tejido tiroideo, se ven como una lesión diferente al resto del tejido de la glándula”, recalcó.

Si bien en la isla no existen estadísticas relacionadas a la cantidad de personas que pudiesen tener nódulos de tiroides, las guías de diagnóstico y tratamiento de la ATA estiman que un 5 % de las mujeres y un 1 % de los hombres pudieran tener nódulos palpables. Esta prevalencia aumenta cuando se realizan estudios de imágenes.

“Aleatoriamente, se encontró que pacientes a los que les hacen sonogramas de cuello o algún otro estudio de imagen por alguna otra causa, mostraron un aumento en la incidencia de nódulos de tiroides del 19 al 68%”, explicó la endocrinóloga, quien comentó que, al no ser palpables, muchos de los nódulos de tiroides solo son identificados a través de estudios radiológicos.

Aunque existen diferentes teorías sobre por qué surgen los nódulos de tiroides, ya sea porque las personas están genéticamente predispuestas, debido al desarrollo de una tiroiditis crónica (enfermedad de Hashimoto) o porque el paciente tenga un historial familiar de estos nódulos, en última instancia, “la implicación clínica del nódulo de tiroides es simple y sencillamente descartar el cáncer de tiroides”, añadió.

A la vez, enfatizó que “cuando se encuentra ese nódulo, uno quiere estar seguro de que no es maligno”, mientras aseguró que la gran mayoría de los nódulos tienden a ser benignos y que, por lo general, el cáncer diferenciado de tiroides papilar o folicular, el más común, tiende a ser poco agresivo.

Al evaluar los nódulos tiroideos, la doctora Sierra recalcó la importancia de realizar pruebas de laboratorio para evaluar los niveles de TSH (hormona estimulante de la tiroides) que miden la cantidad de la hormona tiroxina (T4) que produce la tiroides.

Dos tipos de nódulos: frío o caliente

Según abundó la doctora Sierra, muchas veces, los nódulos se pueden diferenciar entre fríos o calientes, y esta diferenciación es importante, pues se han podido identificar ciertas particularidades que pudieran levantar la voz de alerta.

“Un nódulo caliente es aquel que está presente en la glándula tiroidea y está hiperactivo, entiéndase que, independientemente de la glándula, está creando más hormona”, explicó. Del mismo modo, expresó que “ciertas características en ese nódulo van a indicar si cumple con el criterio o no para biopsia de tiroides”.

Esto se complementa con el análisis de los factores de riesgo que tenga el paciente y que incluyen:

  • Historial familiar de cáncer de tiroides.
  • Haber recibido radioterapia o exposición a radiación crónica en el área de la cabeza o el cuello.
  • Ser fumador.
  • Ser del sexo masculino.

Otros criterios se basan en características sonográficas como el tamaño del nódulo, si tiene calcificaciones o si sus bordes no están bien definidos.

Si en los resultados de la biopsia los nódulos son benignos, se observan y se repite el sonograma de tiroides, por lo general, una vez al año, para observar si crece y si ha desarrollado calcificaciones, entre otros.

“Si el nódulo crece más de .2 centímetros en dos dimensiones o más, cumple criterio para volver a verificar el tejido (biopsia), dependiendo de los riesgos del paciente”, dijo la endocrinóloga, mientras indicó que hay diferentes clasificaciones de patología:

  • Si el nódulo es maligno, al paciente se le practica una tiroidectomía (remoción parcial o total de la glándula tiroides) y se evalúa el plan a seguir.
  • Si la patología sale intermedia o indefinida, se decide junto con el paciente si se repite la biopsia en tres meses. En este tipo de patología, en la segunda repetición, se pudiesen hacer diferentes pruebas genéticas que ayuden a confirmar si es un nódulo benigno o si hay células malignas.

Tratamiento

En cualquiera de los casos, la doctora Sierra recordó que el endocrinólogo es el especialista médico que le da seguimiento al paciente. De ser necesario, los cirujanos especializados y los especialistas en medicina nuclear se suman al equipo médico, cuando los nódulos deben ser removidos, ya sea por su tamaño o porque son cancerosos. Si el nódulo es hiperactivo, se le da al paciente una terapia de radio yodo.

“Un nódulo de tiroides que no sea caliente, al que se le hizo una biopsia porque cumplía con los criterios y salió benigno, es un nódulo que se observa”, explicó la doctora Sierra, al aclarar que “para evitar que un paciente esté sobremedicado con hormonas de tiroides, lo que hacemos es observarlo; se repite el sonograma, de ser necesario, y observamos las dimensiones anatómicas del nódulo. El paciente puede llevar una vida completamente normal con un nódulo de tiroides que se mantenga estable”, subrayó.

Enfatizó que no es recomendable realizarse un sonograma de tiroides de no ser necesario y que todo dependerá de la evaluación médica.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media.

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