La crueldad con que fue asesinado George Floyd, en una calle de Minneapolis, el 25 de mayo de 2020, no solo sacudió la conciencia de los estadounidenses, sino del mundo entero. La sentencia que se acaba de dictar contra su asesino, Derek Chauvin, también es un recordatorio de que las sociedades libres, y los ciudadanos solidarios no permitirán que estos crímenes queden impunes.