La anunciada audiencia pública de una comisión del Senado federal sobre la crisis fiscal de Puerto Rico constituye la primera movida esperanzadora para el País que surge en Washington desde que el gobernador Alejandro García Padilla declaró la deuda de unos $72,000 millones impagable en los términos en que está estructurada. Es necesario redoblar la presión para que esto arroje frutos.