Se sabe que gran parte de las alcaldías de Puerto Rico brinda servicios invaluables a la población, y en algunos casos responde con creces a las necesidades de los ciudadanos. Pero en los últimos años, los incesantes casos de corrupción y despilfarro han lacerado la confianza en los gobiernos municipales, lo que coincide con el pedido de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) para que rindan cuentas.