Cuatro casas en Morovis, tres en San Sebastián y una en Camuy, para un total de ocho, tienen altos niveles de radón y pudieran necesitar mitigación para proteger la salud de sus habitantes, según los primeros resultados de un estudio que busca medir el alcance de este gas radiactivo, inodoro (sin olor), invisible y cancerígeno en Puerto Rico.