El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reafirmado este lunes que no descarta conversar directamente con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en momentos en que evalúa un potencial ataque militar en el país sudamericano.

“Hablo con todo el mundo”, dijo Trump, quien no descartó tampoco ningún tipo de acción militar, ni siquiera una invasión terrestre.

“No descarto nada... Amo a los venezolanos, pero no a sus gobernantes. Han enviado a cientos de miles de personas de sus prisiones a nuestro país”, señaló.

El domingo, Trump adelantó que “podría haber discusiones” con Maduro “porque Venezuela quiere hablar. ”Podríamos tener discusiones con Maduro, y veremos cómo resulta eso. Ellos quisieran hablar”, afirmó entonces el presidente estadounidense.

Estados Unidos ha movilizado al Caribe, incluida la zona de Puerto Rico, una docena de embarcaciones de guerra, entre ellos su portaviones más grande, el USS Gerald Ford, y aviones de combate. Han colocado en la zona alrededor de 15,000 tropas.

En los pasados dos meses, el Pentágono, por órdenes de Trump, ha destruido cerca de dos decenas de embarcaciones, ejecutando a más de 80 personas que alega estaban involucradas en el narcotráfico internacional. Los ataques militares del gobierno de Trump han sido denunciados por sectores de la comunidad internacional, incluidos aliados en Europa.

Trump ha alegado que el presidente de Venezuela es el líder de una organización de narcotraficantes: el Cártel de los Soles. Maduro ha rechazado las alegaciones de Trump y ha preparado su país para un posible ataque o invasión estadounidense.

La semana pasada, hubo dos sesiones en la Casa Blanca para evaluar alternativas relacionadas con un potencial ataque militar en Venezuela.

También el domingo, Trump adelantó que ha tenido conversaciones con algunos miembros del Congreso.

El Departamento de Estado de Estados Unidos se propone designar al Cártel de los Soles como una organización terrorista extranjera.

Con respecto a México y Colombia, Trump dijo que “estaría orgulloso” de bombardear instalaciones de producción de drogas en esos países, aunque eso no significa que lo haría.

“¿Lanzaría ataques en México para detener las drogas? Esto estaría bien conmigo", comentó tras una reunión con directivos de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), en torno a la celebración en Estados Unidos en 2026 de la Copa Mundial.

El presidente piensa, además, que habría respaldo bipartidista si solicitara autorización al Congreso para atacar instalaciones donde supuestamente se produce droga en México. Sin embargo, no contestó si pediría permiso a México antes de ordenar un ataque.

“He estado hablando con México. Ellos saben como pienso. Sabemos sus rutas, las direcciones de los narcotraficantes... Están matando a nuestra gente... Déjenme ponerlo de esta forma. No estoy contento con México”, indicó Trump, al responder preguntas de periodistas.