

14 de junio de 2025 - 11:10 PM
Ubicado entre montañas, llanos y bañado por el mar Caribe, el municipio de Maunabo es uno de los secretos mejor guardados de Puerto Rico. Lejos del bullicio urbano, esta pequeña joya de la región sureste —conocida como la “Ciudad Tranquila”— ofrece una experiencia turística serena, íntima y profundamente conectada con la naturaleza.
Entre sus mayores encantos se encuentran la singular Playa Los Bohíos, el emblemático Faro Punta Tuna y la invaluable Reserva Natural Humedal Punta Tuna. Aquí te contamos por qué estas tres paradas merecen estar en tu itinerario.
Playa Los Bohíos: paisaje poco común
Las playas de arena negra son un fenómeno que ocurre en lugares volcánicos alrededor del mundo —desde las gélidas costas de Islandia y Alaska hasta los climas tropicales de Hawaii, Guatemala, Costa Rica y, por supuesto, Puerto Rico.
En el sureste de la isla, la Playa Los Bohíos destaca por su belleza salvaje y su sorprendente coloración oscura, producto de la erosión de rocas volcánicas y ferromagnesianas, ricas en minerales como hierro y magnesio.
A diferencia de destinos turísticos muy cercanos como Humacao y Fajardo, Los Bohíos en Maunabo conserva un carácter rústico y casi virgen. Sin hoteles ni restaurantes en sus alrededores, esta playa es perfecta para los aficionados de la fotografía de paisaje, aquellos que buscan realizar caminatas o simplemente contemplar el horizonte.
En la isla existen, al menos, tres playas adicionales de este tipo: Playa Negra en Vieques, La Boca en Barceloneta y Playa El Cocal en Yabucoa.
El guardián de Maunabo
Desde la playa Los Bohíos, a simple vista, se aprecia El Faro Punta Tuna de Maunabo, obra arquitectónica que forma parte del Registro Nacional de Lugares Históricos de Estados Unidos, desde 1981.
El ingenio entró en funcionamiento en noviembre de 1893 y surge por la expansión comercial de la zona. “El faro señala el punto más sureste de Puerto Rico. Arquitectónica y mecánicamente se mantiene prácticamente como fue construido originalmente”, confirma la agencia federal en su página web.
El faro es fácilmente accesible desde la carretera y, al llegar, los visitantes pueden explorar sus alrededores, que incluyen miradores naturales hacia el Mar Caribe. El lugar está abierto de miércoles a domingo de 9:00 a.m. a 4:00 p.m.
Reserva Natural Humedal Punta Tuna: un santuario ecológico
A escasos minutos del faro se encuentra uno de los tesoros ecológicos más valiosos del sureste de Puerto Rico: la Reserva Natural Humedal Punta Tuna, declarada en 2009. Esta zona protegida abarca 110 cuerdas de terreno pantanoso, con manglares, dunas y bosques costeros.
El cangrejero violinista, el ruiseñor, el pájaro bobo menor, el coquí común y la ranita de labio blanco son algunas de las especies que se encuentran dentro de la reserva. No obstante, las aves dominan el paisaje, y es muy probable avistar garzas blancas, gallaretas, pelícanos pardos y el pájaro carpintero de Puerto Rico, entre otros.
La Reserva Natural Humedal Punta Tuna es, en definitiva, un santuario ecológico accesible para familias con niños, grupos de amistades e incluso para quienes buscan un paseo en solitario para desconectarse. Las veredas están debidamente marcadas y, en casi todo el recorrido, los árboles proporcionan sombra y frescura al sendero.
Ya sea caminando sobre una playa de arena negra única, explorando la historia del Faro Punta Tuna o sumergiéndote en la riqueza natural de este humedal, Maunabo es una opción segura para quienes buscan un destino distinto en su día libre.
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