Canóvanas - Los Gigantes se despidieron el miércoles de la postemporada 2025 del Baloncesto Superior Nacional (BSN) luego de un año de contratiempos que comenzaron antes de tirarse al tabloncillo.

La escuadra del dirigente nacional Carlos González quedó eliminada vía barrida en la semifinal de conferencia luego de ser apabullados como locales por los Vaqueros de Bayamón, 97-64, en el cuarto juego de la serie.

El Coliseo Carlos Miguel Mangual en Canóvanas, que albergó a los desaparecidos Indios durante la década de los ochenta y principios de los noventa, fungió como “refugio” para los Gigantes.

La instalación fue renovada en apenas 60 días después de que el Coliseo Guillermo Angulo cerrara sus puertas por orden del alcalde carolinense José Aponte Dalmau debido a diferencias con el apoderado Héctor Horta.

Botando el golpe de la eliminación en el camerino local, Horta dio a entender que el plan para 2026 es retornar a la instalación canovenense. Todavía continúa sin comunicación con el municipio de Carolina.

“Es un tema que, tenemos primero que recapitular todo, pero entiendo que sí (volver). Lo tenemos que hablar”, dijo Horta.

La mudanza forzada contó con el respaldo de la alcaldesa Lornna Soto y una inversión original de $800,000 entre fondos privados y públicos para una serie de mejoras a la cancha. El total al final sobrepasó el $1 millón.

La intención de la mandataria municipal es que el equipo permanezca en Canóvanas.

“Ganando o perdiendo, ella siempre ha estado ahí. Nunca nos dejó solo. Siempre ha estado con nosotros. Espectacular. Tremenda persona para ayudarme a hacer esto”, dijo Horta sobre la alcaldesa.

“Le dio pecho al reto y dijo que quería baloncesto, que su papá (José ”Chemo” Soto, exalcalde) amaba el baloncesto y siempre quería traerlo a su pueblo. No tengo palabras de agradecimiento, de corazón. Nunca me sentí solo y siempre estuvo su mano amiga”, dijo Horta.

Los Gigantes jugaron seis partidos en la carretera antes del partido inaugural en el Mangual, que no estuvo listo para el inicio del torneo el pasado 15 de marzo.

Los Gigantes, sin embargo, fueron inconsistentes en su nuevo hogar, jugando para 8-11, sumando las dos derrotas de la postemporada.

“Lo más importante es tener la casa. Entiendo yo que debe ser aquí. Establecernos aquí y entender el significado de quererla, protegerla. Tenemos trabajo”, apuntó el dirigente Carlos González.

Pese a un nuevo escenario, la fanaticada de Carolina, que celebró el primer y único campeonato en 2023, dijo presente, trasladando el “calentón” a la cancha alterna. Canóvanas también fue sede del Juego de Estrellas.

“Fue una serie de Netflix todo esto. Una serie de factores que decían ”ríndete” o “no sigan” y como un pueblo se unió para seguir. Agradecido con el grupo de trabajo que lo pudimos hacer. Son unos guerreros", indicó Horta.

“Más agradecido por los voluntarios. Venían unos 100 de día y de noche por múltiples días a poner sillas, a convertirla en una cancha. Fue un solo equipo. La fanaticada fue especial. Nunca nos abandonaron. Pienso que tuvimos ese mismo espíritu en nuestra nueva sede”, apuntó Horta.

En medio del dolor de cabeza del traslado, el armador titular Tremont Waters sufrió una rotura parcial en un tendón de Aquiles que requirió cirugía, perdiéndose la temporada.

La lesión trastocó los planes originales del personal gigante.

“Ya teníamos un refuerzo firmado que iba a estar (con Waters en la plantilla) y luego decirle que no podía tenerlo porque tenía que poner a otro jugador porque perdimos la posición. Fue muy rápido. Fue una baja grande”, reconoció Horta.

“También se me lesionó Jesús Cruz y J.J. Romer que volvió para la postemporada. Isaac Sosa se lastimó en Manatí (antes de los playoffs). Fueron tantas cosas que pasaron en la temporada que para mí fue un logro haber terminado y entrar a playoffs que era nuestra meta. Pensé que íbamos a iniciar con 0-6 en la carretera. Agradecimiento a los muchachos que nos se quitaron”, añadió Horta.

Los Gigantes finalizaron la temporada con el trío de refuerzos de Kristian Doolittle, Kobi Simmons y Jacob Wiley.

Brandon Goodwin, base importado que brilló ante la llegada tardía de Waters en 2024, decidió no volver. Tampoco pudieron concretar un acuerdo para el debut en el BSN de Shabazz Napier pese a someter su contrato antes de la fecha límite de cambios.

Los Gigantes finalizaron cuartos en la Conferencia A con marca de 16-18. Perdieron, sin embargo, sus últimos siete partidos, incluidas las cuatro derrotas ante Bayamón en los playoffs.

En 2024, los Gigantes no pudieron defender el cetro al ser barridos en las semifinales por los Osos de Manatí.

Para 2026, los Gigantes apuestan a tener a Waters saludable desde el saque.

George Conditt IV, de igual forma, expresó su deseo de reportarse temprano a los Gigantes. El centro nacional no jugó la fase regular este año debido a su participación en la Liga ACB de España con el Gran Canaria.

Los Gigantes, además, tienen el primer y quinto turno del sorteo de jugadores de nuevo ingreso de 2026.

El derecho de escoger primero fue gracias a un cambio por un turno de primera ronda con los Osos, quienes recibieron al canastero Mike Bruesewitz. Manatí terminó con la peor marca en 2025.

“Nos toca trabajar. Nosotros hicimos un plan este año para comenzar la temporada y nos sucedió mil y una de cosa. Pensé que iba a tener a Waters, a Conditt, a un grupo de jugadores y no se dio por situaciones de salud, etc. Eso sí, tenemos dos buenos turnos en el sorteo”, dijo Horta.

“Lo que nos corresponde ahora es prepararnos para el sorteo y seguir con el proceso de Tremont, de todo el grupo. Ver los jugadores que se quedan, qué hace falta y qué cambio podemos buscar. De aquí a seis meses muchas cosas pueden cambiar”, enfatizó González, por su lado.

Fuera de Conditt IV y Waters, la plantilla nativa de los Gigantes está integrada por Sosa, Cruz, Romer, Evander Ortiz, David Huertas, K.J. Maura, Tory San Antonio, Dyonder Dominguez y Julián Torres.