De las conversaciones que surgen en estos días para recordar al legendario baloncelista Evelio Droz, fenecido el sábado, surge este cuento que resume la carrera deportiva y personal del llamado “El Potro”.

En el 2006, en la Capilla del Borinquen Memorial en Caguas, en el sepelio del legendario dirigente Víctor Mario Pérez, la puerta de acceso al salón rompió el silencio y dio paso a una escena muy emotiva.

Por allí entró la figura de Droz, empujando una silla de ruedas en la que iba su compañero de equipo en la Selección Nacional, el igualmente legendario Juan “Pachín” Vicens, quien no podía faltar pese a que estaba delicado de salud.

Los presentes miraron hacia la puerta para ver esa clásica escena, la del compañero de equipo asistiendo a su hermano de cancha, a rendir el merecido respeto a su dirigente de años de gloria.

El cuento lo hizo Francisco “Paquito” Rodríguez, exdirectivo de la Federación de Baloncesto de Puerto Rico.

“Evelio era un ser humano extraordinario, bondadoso, respetuoso, amante de la justicia y la verdad. Un caballero. Hoy hablaba con ‘Cano’ González y él me hizo recordar que, cuando murió Víctor Mario Pérez, estaban en la capilla todos los del grupo que dirigió Víctor Mario en la Selección. Pero faltaba Pachín, porque a Pachín la habían amputado la pierna izquierda y, de momento, se abrieron las puertas de la capilla y entraron a Pachín en una silla y empujando Evelio Droz”, contó Rodríguez.

Droz, natural de Barranquitas, falleció el sábado a los 88 años.

La escena resume el lado humano de Droz, quien dentro de la cancha despuntó como rebotero y anotador con sus 6′3″ de estatura, tanto a nivel internacional con la Selección Nacional y a nivel local con los Vaqueros de Bayamón en el Baloncesto Superior Nacional (BSN).

Fue miembro de la Selección Nacional histórica que entre el 1959 y 1960 marcó una de las grandes etapas del programa, en que también jugaban Vicens, Toño Morales, Toñín Casillas, Martín Jiménez, Johnny Báez y César Bocachica, recordó Rodríguez.

“Ese grupo, en 1959, estaba en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Venezuela y, durante los Juegos, surge la invitación al Mundial ‘59 en Chile y se rompe el grupo con seis jugadores que fueron de Venezuela a Chile, a jugar el primer Mundial para Puerto Rico en baloncesto. Los que se quedaron en Venezuela ganaron bronce. Ese mismo año, en los Juegos Panamericanos en Chicago ganaron plata. Y de la participación en Chile aparece la invitación a jugar en la Olimpiada del ’60, que fue la primera para el baloncesto de Puerto Rico”, contó Rodríguez.

“Evelio era parte de ese corazón del equipo. Esa fue la Selección que se puso los pantalones largos porque, previo lo que hacía la Selección era jugar en Juegos Centroamericanos y del Caribe. Con ese grupo jugamos Mundial, Olimpiadas y Panamericanos, todas por primera vez para el baloncesto”, categorizó.

Droz, quien también fue miembro de la Junta de Directores de la Federación, fue exaltado en 1997 al Pabellón de la Fama del Deporte Puertorriqueño.

Droz también fue figura clave de los Vaqueros, ganador de múltiples campeonatos entre las temporadas del 1957 y 1970, junto a otros legendarios vaqueros como Alberto Zamot y Rubén Rodríguez.

Jugó 14 temporadas en el BSN, todas con el uniforme de los Vaqueros. Promedió 13.4 puntos y 2.9 rebotes por juego en su carrera.

“Cuando pienso en asistencias, pienso en don Juan ‘Pachín’ Vicens. Cuando pienso en anotaciones, pienso en don Raúl ‘Tinajón’ Feliciano. Y cuando pienso en rebotes, pienso en don Evelio Droz, porque era un rebotero extraordinario”, describió Rodríguez.