Para el púgil puertorriqueño Yankiel Rivera, la presión y la expectativa de salir vencedor ante el venezolano Angelino Córdova (19-0-1, 12 KO’s) han sido los mayores retos en su campamento de entrenamiento, un proceso en el que también ha tenido que disciplinarse con la alimentación y renunciar a placeres como la Coca-Cola y el chocolate.

Rivera, quien posee marca inmaculada de 7-0 con tres nocauts, buscará el cinturón mundial interino de las 112 libras (peso mosca) de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) el 23 de agosto en una función que se celebrará en el Caribe Royale Orlando, en Florida, y que será el segundo de dos dos eventos consecutivos que organiza la empresa Most Valuable Prospects (MVP) en esa plaza.

El combate Rivera-Córdova será el protagonista de la velada del sábado en la noche. Será transmitido a través de la aplicación DAZN.

“Normalmente uno se mete un poco de presión porque uno se mete a las redes y ve las publicaciones y los comentarios y uno es humano. Además, sé la calidad de peleador que es Angelino. También me meto presión porque no puedo perder, no quiero defraudar a mi gente ni a familia. Queremos el campeonato del mundo, y hay que pelear”, compartió en entrevista con El Nuevo Día el medallista de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

“El Doctorcito”, como se le conoce al peleador oriundo de Toa Alta, admitió que llevar una dieta adecuada para dar el peso también ha sido un desafío, ya que no cuenta con buenos hábitos alimenticios.

“Yo soy bien malo comiendo. Y ya llevo tiempo tratando de mejorar ese hábito. Y gracias a Dios, pues, para este campamento, pues, me vino muy bien irme para allá con Xander (Zayas) porque teníamos una nutricionista”, sostuvo al recordar que pasó una temporada en Orlando para entrenar con Javiel Centeno y el campeón superwelter puertorriqueño.

“A veces me servían cosas que yo no como acá (en Puerto Rico), pero allá no había de otra. Así aprendí, y cuando regresé a Puerto Rico seguí el mismo plan (de comidas). Me va muy bien porque ahora mismo ya no tengo que hacer mucho pues estoy como a cuatro o tres libras del peso”, articuló el competidor, quien comentó en tono jocoso que, si alguien lo visita en su hogar, solo puede ofrecerle Coca-Cola, ya que no acostumbraba a beber agua… al menos hasta ahora.

Tras regresar de Orlando, Rivera se movió al Albergue Olímpico, en Salinas, para terminar su campamento con sus entrenadores. Como parte del proceso realizó sesiones de sparring con colegas como el excampeón mundial Emmanuel “Manny” Rodríguez.

“De verdad que he tenido un supercampamento. Me he sentido superbién, he tenido buenos sparring, hemos hecho las cosas muy bien", dijo el deportista, que viajará nuevamente a Orlando el martes.

“Ya la preparación acabó. Esta semanita es tocar el peso suavecito, hacer sombras, hacer un poquito de cuica, correr 20 minutos. Suave, ya solamente es para ir tocando el peso que ya sería el viernes, pero ya como tal no hago mucho de boxeo”.