Washington - Hay muchas razones por las que resonó en tanta gente, esta particular victoria de Venus Williams en este partido de tenis.

Para empezar, tiene 45 años. Solo una mujer, Martina Navratilova, ha ganado un partido individual del circuito siendo mayor; su última victoria fue a los 47 años en 2004.

Que Williams no había participado en ningún torneo en 16 meses.

Que necesitaba cirugía por fibromas uterinos.

Y cuando el martes por la noche en el DC Open venció 6-3, 6-4 a su oponente de 23 años, Peyton Stearns, y se le preguntó qué mensaje podrían sacar otros de esa actuación y de ese resultado, Williams se apresuró a dar una respuesta.

“No hay límites para la excelencia. Todo se trata de lo que tienes en la cabeza y de cuánto le puedes dedicar. Si te esfuerzas mental, física y emocionalmente, puedes obtener el resultado”, dijo. “No importa cuántas veces te caigas. No importa cuántas veces te enfermes, te lastimes o lo que sea. Si sigues creyendo y esforzándote, hay una oportunidad, hay espacio para ti”.

Williams lleva décadas ganando en el tenis. Debutó como profesional a los 14 años. Su primer título de Grand Slam llegó en Wimbledon en el año 2000, menos de un mes después de cumplir 20 años.

Acumuló cuatro trofeos individuales importantes antes de que naciera Stearns y finalmente terminó con siete, cinco en Wimbledon y dos en el US Open, además de otros 14 en dobles femeninos, todos con su hermana Serena, y dos en dobles mixtos.

“La respeto muchísimo por regresar aquí y jugar, gane o pierda. Se necesita mucho coraje para volver a la cancha, especialmente con lo que ha hecho por el deporte”, dijo Stearns, quien ocupa el puesto 35 del ranking y ganó títulos individuales y por equipos de la NCAA en la Universidad de Texas. “Tienes mucho a tus espaldas. Has logrado mucho. Y hay mucha presión sobre ella y tiene que mantenerla a esta edad. Así que hay que reconocerle todo el mérito por eso”.

Williams tuvo que hacer frente a varios desafíos en el camino, ninguno más público que el diagnóstico en 2011 del síndrome de Sjögren, una enfermedad autoinmune que consume mucha energía y puede causar dolor en las articulaciones.

Más reciente fue el dolor de los fibromas (crecimientos benignos), y poco antes del Abierto de DC, Williams dijo: “Mi situación este año es muy diferente a la del año pasado. Es como la noche y el día, poder estar aquí y prepararme para el torneo en lugar de prepararme para una cirugía”.

Otros jugadores también estaban bastante entusiasmados con verla.

“La felicito muchísimo por estar aquí”, dijo Taylor Townsend.

La opinión de Naomi Osaka: «Es como una reina. Tiene un aire de realeza».

“Es una de las mejores atletas de todos los tiempos”, dijo Frances Tiafoe. “Ella y su hermana no solo son excelentes para el deporte femenino, sino que son un icono”.

Sin embargo, hubo algunos en las redes sociales que se preguntaron si tenía sentido que el torneo otorgara una entrada comodín a Williams en lugar de a una jugadora prometedora.

El presidente del DC Open, Mark Ein, dijo que le tomó alrededor de dos segundos responder “Por supuesto” cuando el representante de Williams lo contactó en abril para preguntarle si un lugar en el campo podría ser una posibilidad.

Un periodista quiso saber el martes si Williams encontraba alguna satisfacción en demostrar que los escépticos estaban equivocados.

“No, porque no estoy aquí por nadie más que por mí misma. Y tampoco tengo nada que demostrar. Nada. Cero. Estoy aquí por mí, porque quiero estar aquí”, dijo. “Y demostrarle a alguien que se equivoca o pensar en alguien nunca me ha dado una victoria ni una derrota”.