Jason Moran, “Ten”
 Jason Moran, uno de los pianistas más singulares de esta época, celebra sus diez años con Blue Note entregando un álbum de referencia obligada. Moran ha ido depurando su arte, dando  énfasis a la melodía,  dejando ver  sus influencias (Andrew Hill, Thelonious Monk) pero sin olvidar su fuerte inclinación experimental. Aquí abundan  las mezclas renovadoras: en ‘Blue Blocks’, emplea un aire gospel  como punto de partida para sus enérgicas exploraciones; la nueva versión de ‘Gangsterism’, tema que ha retomado una y otra vez a lo largo de los años, suena más suelta y feliz que nunca; ‘To Bob Vatel of Paris’ es una combinación de “stride piano”, swing convencional y jazz free. Su atrevida recreación de ‘Crepuscule with Nellie’, de Monk, es toda una joya, en la que explora hasta la saciedad   una frase, en tiempo de vals, para concluir con una interpretación directa del tema, no sin antes hacer referencia a los blues. Un álbum esencial.    
         
Bill Charlap y Renee Rosnes, “Double Portrait”
Contrario a discos   anteriores de pianos a dúo -como los que  realizaron Oscar Peterson y Count Basie- este no se distingue por el swing ni por el contraste de estilos. Predomina, más bien, una elegancia que raya en la formalidad, tanto en términos del sonido de la grabación (que parece haber sido hecha en una catedral) como de repertorio (demasiados temas austeros en la primera mitad del CD).    Charlap y  Rosnes (quienes son marido y mujer) tienen estilos similares y una maravillosa empatía; cada nota habla de perfecta musicalidad y buen gusto. Pero lo que les sobra en técnica les falta en conectividad emocional. Un recital impecable, pero a la larga, frío.