Un órgano crucial que debemos cuidar con una alimentación adecuada.
Un órgano crucial que debemos cuidar con una alimentación adecuada.
7 de abril de 2024 - 8:21 AM
Te compartimos este artículo publicado originalmente por el equipo de Santo Remedio del Dr. Juan Rivera, aliado de la plataforma Estar Bien. Apúntate aquí en nuestro boletín especial de Estar Bien para que no te pierdas ningún detalle.
El hígado es un órgano esencial para el cuerpo que no recibe el crédito que merece. Sin embargo, día y noche trabaja sin cesar, realizando tareas claves para tu bienestar. El hígado es responsable de la producción de proteínas, colesterol y bilis.
Además descompone los alimentos y las toxinas, combate las infecciones, almacena las vitaminas y carbohidratos, y filtra las sustancias nocivas de la sangre. Por eso, es crucial cuidarlo para mantener la buena salud. Conoce más sobre cómo puedes mantener tu hígado saludable.
Cuando tomas alcohol, el hígado deja de hacer otras funciones para poder descomponer el alcohol y eliminarlo de la sangre. Si te excedes, más de un trago al día para las mujeres, dos al día para los hombres, afecta al órgano y podría dañarlo.
Con el tiempo, esto a menudo conduce a un ‘hígado graso’, un signo temprano de enfermedad. También podría causar el crecimiento de bacterias malas en el intestino que pueden llegar hasta el hígado y causar daño.
Ejercitarte puede ayudar a mantener tu índice de masa corporal en un nivel apropiado y así protegerte contra la enfermedad del ‘hígado graso’. Además, el ejercicio mejora el funcionamiento de la insulina y quema los triglicéridos, un tipo de grasa en la sangre. Te recomendamos que realices ejercicio por al menos 20 minutos diariamente.
Consumir alimentos ricos en grasas saludables ayuda a reducir la inflamación y apoya un hígado saludable. La acumulación de grasa en el hígado es parte de la primera etapa de la enfermedad hepática.
Los estudios demuestran que el consumo de grasas saludables, como el aceite de oliva, ayuda a disminuir los niveles de grasa en el hígado, a aumentar el flujo sanguíneo y a mejorar los niveles de enzimas hepáticas. Alimentos como el aguacate, el aceite de oliva, el salmón y las nueces son excelentes fuentes de este tipo de grasas.
Tener una dieta balanceada significa añadir más frutas y verduras de todos los colores del arcoíris. Esto ayuda a garantizar que recibas todos los nutrientes y la fibra que el cuerpo necesita. Vegetales, como el brócoli, pueden ayudar a aumentar las enzimas desintoxicantes naturales del hígado, protegerlo del daño y mejorar los niveles de enzimas hepáticas en la sangre.
Por otro lado, evita los carbohidratos refinados, como las donas, el pan y los dulces, para prevenir la deposición de grasa en el hígado. En fin, al tener un peso saludable ayudas a reducir las posibilidades de desarrollar enfermedades del ‘hígado graso no alcohólico’. Para hacer esta tarea más fácil te recomendamos nuestro sistema Entalla, el cual reúne todas las herramientas necesarias para lograr tu peso ideal y enfocar tu alimentación en productos que apoyan un hígado sano.
Incorporar estos tips a tu rutina es una forma natural y sencilla de ayudar al hígado a funcionar de manera óptima. Recuerda que es importante realizar chequeos regularmente para poder monitorear que todo esté bien con tu salud.
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