

14 de noviembre de 2025 - 11:10 PM


La sarna es una de las enfermedades de la piel más comunes en perros y gatos. Puede afectar a cualquier raza o edad, y es altamente contagiosa.
De acuerdo con el Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico, esta enfermedad cutánea es causada por diferentes especies de ácaros microscópicos que invaden la piel de los animales. Estos parásitos provocan picor o rascado intenso, ardor, enrojecimiento e inflamación; pérdida de pelo; y lesiones que pueden llegar a tener costras en la piel causando comúnmente infección de piel.
Según se especifica, esta condición afecta no solo físicamente al animal, sino también puede tener un impacto emocional y psicológico.
“La picazón constante y el malestar pueden provocar ansiedad y estrés en la mascota. Esto puede manifestarse en cambios de comportamiento, como irritabilidad o una disminución en la interacción con los humanos y otros animales, hasta pérdida de apetito. Los perros pueden volverse más reservados o agresivos debido al dolor y la incomodidad que provoca la sarna”, señala el Colegio en comunicación escrita.
Existen varios tipos, pero los más comunes en mascotas son:
“El diagnóstico debe hacerlo un veterinario mediante examen clínico, que incluye la observación de la piel, las lesiones y el comportamiento de rascado; también puede realizar un raspado cutáneo para obtener una muestra de piel y observar los ácaros al microscopio. En los casos de sarna otodéctica, se emplea la otoscopia o citología para confirmar la presencia de ácaros en el canal auditivo”, menciona el Colegio.
El tratamiento depende del tipo y la severidad de la sarna, pero suele incluir medicamentos antiparasitarios tópicos u orales como ivermectina, moxidectina, selamectina o isoxazolinas, recetados por el veterinario; champús y baños medicados para aliviar la picazón, reducir la inflamación y eliminar costras, así como tratamiento de infecciones secundarias como por ejemplo antibióticos o antimicóticos si la piel está infectada.
Es importante la limpieza profunda de camas, mantas y áreas donde la mascota descansa, para evitar nuevas infecciones, se enfatiza.
En la mayoría de los casos, con el tratamiento adecuado la mascota mejora en pocas semanas, aunque la recuperación total del pelaje puede tardar algunos meses.

Si se confirma la presencia de sarna en el animal, sigue las siguientes recomendaciones:
“La detección temprana y el tratamiento adecuado son fundamentales para asegurar la salud y el bienestar de la mascota”, se aseguró.
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