París. Ciudad bella, de pasión y amor… del bueno y del malo también. Que los malandros a quienes les importa un bledo romperte el corazón y dejártelo como rompecabezas de mil piezas, igual pululan por los rincones parisinos más íntimos y románticos. Por allá, en la tierra de Balzac, de la soberbia Torre Eiffel y de los elegantes Campos Elíseos, en pedazos le ha dejado el corazón a mi querida amiga Monique Gauthier, el “hombre de sus sueños”, su “âme sœur”, -alma gemela-, como le llamaba ella a su adorado Guillaume, a quien la tierra se lo ha tragado y no aparece por ningún lado. Eso, tras unos tres meses de loco amor y romance desmedido. Que hasta petición de matrimonio hubo. Y que afortunadamente, en eso quedó… en la petición. Porque ahora andaríamos de tribunales porque miren que el tal Guillaume se las trae.
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Romance con un sociópata parisino
Tras meses de loco amor...
Nota de archivo
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