¿Has realizado algún “vision board” para comenzar un nuevo año, cargado de resoluciones y sueños por cumplir? ¿Has logrado cumplir con esa visión plasmada en un cartel lleno de imágenes o fotografías?

La práctica de la realización de un “visión board” se ha vuelto muy popular y esta se puede deber en gran medida a que los seres humanos siempre van a buscar cómo rediseñar la vida, cómo darle propósito y sentido a lo que hacen, y cómo tener unas metas.

En esa línea, el doctor Humberto Cruz Esparra, quien es psicólogo clínico y especialista en medicina conductual de CIMA Menonita, subrayó que las imágenes deben recordarle a la persona la vida que quiere practicar, no la que quiere presumir, para que de ese modo sea un “vision board saludable”.

“Desde la metodología científica, los seres humanos podemos hacer algo, incluyendo un vision board, pero notemos cuán consistente yo soy con eso. Mucha gente piensa en una cartulina llena de fotos y frases bonita, pero me gustaría que entiendan que se trata de algo mucho más profundo. Un ‘vision board saludable’ no es un collage, es una herramienta poderosa de salud mental porque implica cómo eso nos ayuda a organizarnos la vida y a tener un poco autocuidado emocional. A veces nos sentimos un poco perdidos en el camino, pero te devuelves a ese punto de partida y te estabilizas”, explicó en entrevista con El Nuevo Día.

Mientras deja claro que no se trata de algo mágico ni de superstición, ni de repetir decretos, amplía en que tiene que ver en cómo funciona el cerebro y cómo se forman hábitos. Incluso, cómo en medio de la incertidumbre, uno puede construir y redireccionar lo que uno se propone.

“Hay investigaciones que respaldan que el establecimiento estructurado de metas es altamente eficaz para provocar cambios de conducta positivo en salud, en rendimiento y bienestar”, especificó.

Asimismo, el psicólogo clínico trajo a la atención varios estudios que coinciden en que cuando una persona organiza los objetivos en papel y le da estructura, el cerebro entra en la parte neurocientífica, a un estado mayor de claridad, se siente más motivado y hay una coherencia interna de lo que desea versus el cómo lo va a hacer. También el que crear metas claras y acompañarlas con pequeños planes concretos aumenta la probabilidad de mejores hábitos, incluyendo actividad física y nutrición.

“Si yo tengo una planificación de algo, la probabilidad de que aumente la motivación intrínseca es mayor”, destaca el especialista en medicina conductual. “Trabajar con metas aumenta el sentido de propósito, un elemento que es sumamente importante, se convierte en un motor emocional y mental”.

Por tanto, enfatiza cuando nos referimos a un vision board saludable, estamos hablando de aplicar todo ese conocimiento científico y poderlo convertir en una herramienta visual, emocional y conductual para que las personas la puedan ver todos los días.

“Yo sé que en Puerto Rico hay días en los que nosotros sentimos que todo nos cae encima a la vez, incluyendo todas las cuestiones políticas. Por eso, este tipo de herramienta no es un lujo, es una forma de recuperar mi dirección, estabilidad emocional y sensación de control. Sin embargo, este tipo de herramienta no te pide que creas en magia, sino que seas honesto, realista, compasivo contigo, y, sobre todas las cosas, que siempre uno recuerde que la vida merece atención y que merece propósitos”, exhortó Cruz Esparra.

Sigue el paso a paso que el doctor Cruz Esparra compartió para que logres un vision board saludable y comiences el 2026 con un plan trazado:

Esto significa que antes de pegar esa primera imagen, lo más importante es detenerse, literal. Y es que muchos de nosotros entramos al nuevo año con cansancio acumulado, duelos no procesados, relaciones tensas y estrés financiero porque gastamos un montón de dinero en las navidades, y tratamos de construir metas encima de todo eso.

Por tanto, un vision board saludable empieza desde dónde tú estás emocionalmente, no donde te gustaría estar, y esa es la gran diferencia. Una pausa emocional es preguntarte: ¿Cómo llego hoy a este nuevo ciclo? ¿Qué heridas yo sigo cargando? ¿Qué patrones se repiten en mi vida? ¿Qué tengo que soltar para avanzar con claridad?

Si no hacemos este paso, asegura que el vision board se convierte en una máscara o en una bola de humo. Sin embargo, cuando lo hacemos, las metas nacen de un lugar auténtico y no impulsivo.

“No podemos utilizar el vision board como un anestesiante de lo que yo quiero lograr, sino lo que yo tengo que hacer ahora para poder lograrlo. La ciencia nos dice que las metas conectadas con valores personales, que es exactamente lo que sugiere esta pausa, son más sostenibles a largo plazo", puntualizó.

Querer hacerlo todo es no hacer nada. Eso es exactamente lo que pasa cuando escogemos diez metas a la vez, por ejemplo. La evidencia muestra que cuando enfocamos nuestra energía en pocas áreas, son más conscientes y menos propensos a abandonar los planes. Se recomienda escoger entre cuatro a seis áreas. Si veo un listón y me doy cuenta que en julio solamente he hecho dos, me voy a frustrar.

“Así que esto no es flojera, esto es neurociencia. El cerebro no maneja bien la sobrecarga. Por eso es que yo no creo mucho en el multitasking. Cuando yo elijo pocas áreas esenciales, estamos creando foco, creamos claridad y un orden interno”, apunta.

Por ejemplo, ¿qué cosas de salud física queremos lograr? ¿Qué cosas de salud emocional queremos lograr? ¿Qué cosas de finanzas queremos lograr? Así mismo, pregúntatelo acerca de tu propósito espiritual, relaciones, cambio de trabajo y carrera. Procura que no sean todas a la vez. Solo hay que buscar de entre esas listas las que realmente emocionalmente te necesitan a ti este año.

Aquí es donde mucha gente falla. Porque, por ejemplo, quiero bajar de peso, quiero viajar, quiero sanar, quiero mejorar mi vida. Eso está y suena perfecto, pero son deseos, no son metas. Una meta se convierte en acción cuando se vuelve concreta.

“Esto se demuestra en estudios de un muchacho que hizo, Epton, en los que se enfatiza que las metas deben ser específicas, medibles y orientadas a la acción porque eso siempre va a facilitar el cambio de conducta real. Así que, por ejemplo, en vez de quiero bajar de peso, poder decir voy a caminar 20 minutos, cuatro días a la semana por tres meses. En vez de quiero mejorar mis finanzas, puedo decir, ‘voy a separar 20 pesitos semanales en un sobre de ahorro hasta llegar a 800 para el mes de junio’. En vez de decir, quiero cuidar mi salud mental, voy a comenzar terapia este trimestre y voy a reservar los miércoles en la en las noches para actividad de autocuidado”, explica.

Y es que las metas claras siempre van a reducir la ansiedad porque le dan instrucciones a tu mente y el cerebro ama la claridad porque así puede ejecutar.

“La ciencia siempre dice que la motivación cuando se sostiene está directamente relacionada a emociones y propósitos. Así que cuando uno conecta una meta con una emoción, con paz, dignidad, seguridad y conexión misma, la meta deja de ser una tarea y se convierte en un regalo de amor para ti”, sostuvo.

Así que la pregunta no es, ¿qué quiero hacer? sino, ¿para qué quiero hacer esto? Si cambiamos el discurso de para qué, tenemos ese ancla, que evita que abandonemos el proceso cuando la vida se pone bien dura. porque como quiera vamos a tener aflicciones.

Escoge las imágenes que van a representar esas acciones, no las fantasías. Entiéndase que no se trata de lista de deseos, sino de metas.

“Desde el aspecto saludable, no se trata de pegarle cuerpo perfecto ni de un carro lujoso, ni aviones o destinos paradisíacos. Eso no va a generar cambio, lo que sí genera cambio es pegar imágenes que representen hábitos, procesos, ritmos de vida, por ejemplo, una pista de caminar, una agenda abierta para que te organices, un plato de comida balanceada, una familia o amigos conversando, un espacio terapéutico o una libreta de journaling", abundó.

En esencia, las imágenes deben recordarte la vida que tú quieres practicar, no la vida que tú quieres presumir.

Un vision board saludable no es una camisa de fuerza, sino que es un mapa vivo. Por tanto, a veces las metas cambian, tú cambias y la vida te cambia, y por eso es que hay que revisarlo mensualmente. Como indican múltiples estudios sobre la autoavaluación emocional, este permite que tu vida y tus metas se mantengan coherentes. Así que esto no se trata de perfección, se trata de crecimiento.

“Esta herramienta puede convertirse en algo mucho más grande que una cartulina, puede convertirse en una forma de volver a ti mismo, y eso es sumamente poderoso”, concluyó el psicólogo clínico.