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5 datos sobre Ron del Barrilito que celebran la historia del ron más antiguo de la isla

Repasamos las curiosidades este 16 de agosto, Día Nacional del Ron

16 de agosto de 2024 - 2:54 PM

"La doña", el barril más emblemático de la marca. (dennis.rivera@gmail.com)

Todo empieza, literalmente, con un pequeño barril. Se dice que, al principio, don Pedro Fernández recibía a los invitados en su hacienda, cargando el barril bajo el brazo. De él, servía un pequeño elixir del color del ámbar, que daba a probar a sus visitantes del que luego, como si se tratara de una pócima mágica, no podían dejar de hablar. Quizá la magia está en la fórmula, quizás está en la pasión con la que generaciones posteriores han cargado su legado o, quizás, la magia siempre estuvo, precisamente, en ese barrilito. No hay forma de saberlo con certeza, pero muchísimos años después, hoy siendo una de las marcas más respetadas de la isla, Ron del Barrilito muy posiblemente le debe su nombre a ese sencillo acto de su creador.

Como esa, la Hacienda Santa Ana, en Bayamón, lugar donde se ha producido el ron desde sus inicios, cuenta también con numerosas otras curiosidades interesantísimas que ponen en contexto la gran historia de su ron y de la familia Fernández. Aquí algunas de ellas:

Su linaje se puede trazar a un pirata

Bueno, el término correcto sería “corsario”, pero en el siglo 18, el término podía ser intercambiable para algunos. Los corsarios eran, esencialmente, piratas legales, contratados por el gobierno para hacer trabajos de guerra. Fernando Fernández, miembro de la primera generación, trabajó como corsario para la corona española. Como fruto de su trabajo, en 1797, le fueron otorgadas extensiones de tierras de cultivo a lo largo de la llanura costera del norte de la isla, entre las cuales, se encontraba la actual Hacienda Santa Ana en Bayamón.

Una hacienda llena de historia

La residencia principal de la familia Fernández fue, por muchos años, la impresionante casona ubicada en la hacienda. Construida entre finales del siglo 18 e inicios del 19, el hogar estuvo en uso hasta hace solo algunos años y hoy funge como un museo en el que se conservan varios artefactos de la familia.

Ron del Barrilito integra la casona de la familia Fernández a recorrido para visitantes

Ron del Barrilito integra la casona de la familia Fernández a recorrido para visitantes

La residencia, indicó Joaquín Barcardí, forma parte de la historia de la familia y su integración con Bayamón y con la economía de Puerto Rico.

Aunque la receta de Ron del Barrilito y su técnica de elaboración fueron creadas por don Pedro Fernández, fue su hijo, Edmundo Fernández, quien realmente logró crear un negocio estable de la producción del ron. En la casa se contienen los muebles originales, colecciones de libros y hasta documentos personales. Entre ellos, se destacan los primeros premios importantes ganados por Barrrilito: uno en la Exposición de Buffalo y otro de la Exposición de Charleston. Los certificados originales cuelgan aún de las paredes de la casa y sus sellos representativos se pueden encontrar en el sello oficial de cualquier botella de Ron del Barrilito.

Fotos de las varias generaciones de la familia Fernández, fundadores de la marca.
Fotos de las varias generaciones de la familia Fernández, fundadores de la marca. (Suministrada)

El arte de elaborar un buen ron

La receta original de don Pedro Fernández fue creada en 1880 y, desde entonces, el ron se ha producido de la misma manera, aunque la lista precisa de ingredientes permanece un secreto familiar casi un siglo y medio después.

Originalmente, la hacienda se utilizaba para cultivar caña de azúcar, por lo que un impresionante molino de viento fue construido para ayudar con el proceso de extracción de melaza. Aunque la hacienda cesó su actividad azucarera hace muchos años, la estructura original del molino permanece en pie y se ha convertido en un símbolo para la marca.

El proceso para elaborar una botella de Barrilito permanece hoy altamente artesanal y solo cuenta con la ayuda de máquinas que permiten la agilización de ciertos procesos, pero muchas de sus partes siguen siendo trabajadas a mano, como, por ejemplo, pegar las etiquetas, según explicó a El Nuevo Día Coral Cruz, quien actualmente ofrece recorridos guiados como parte de las experiencias ofrecidas por la Hacienda San Ana.

El agua que se utiliza para elaborar el ron se obtiene de la lluvia y se almacena en tanques subterráneos. El agua luego pasa por varios filtros para reducir la cantidad de minerales y equilibrar su nivel de pH para que no altere el perfil de sabor.

Uno de los elementos que más modifica el sabor de Barrilito y que le brinda su distintiva personalidad es, precisamente, el tipo de barril en el que se añeja. Desde sus inicios, el ron se ha depositado en barriles de roble blanco que han sido antes utilizados para añejar vino de jerez “Oloroso”. El tiempo de añejamiento puede extenderse de 3 a 35 años y, en algunos casos, mucho más tiempo aún.

La creación de una botella de Barrilito, sin embargo, cae en las manos del Maestro ronero, quien prueba muestras de distintos barriles y hace el escogido de los que serán mezclados para crear un perfil de sabor que vaya a tono con la categoría del ron, sea dos, tres, cuatro o cinco estrellas.

El icónico molino de viento hoy opera como un espacio administrativo.
El icónico molino de viento hoy opera como un espacio administrativo. (Suministrada)

Los efectos de la Prohibición

La proclamación de una ley seca a nivel nacional en todos los territorios de Estados Unidos en 1919 tuvo, sin lugar a dudas, grandes efectos en la isla. De la noche a la mañana, la Hacienda Santa Ana se vio en la terrible posición de ver cómo su producto principal era ahora ilegal. Eso, sin embargo, no detuvo a la familia Fernández de mantener su negocio.

Como muchas destilerías y compañías de espíritus en la época, la hacienda se enfocó entonces en la producción de un producto familiar, pero diferente, y, definitivamente, no diseñado para consumo: el alcoholado.

La producción de Alcoholado Santa Ana seguramente salvó a la familia en este momento difícil. Su uso era, principalmente, medicinal y sus propiedades aromáticas y antisépticas hacían de este tipo de producto uno de uso común en la época.

De hecho, en la hacienda aún se conserva un camión color rojo marca Ford que se utilizaba para transportar este y otros productos a lo largo de los años.

La icónica camioneta Ford en la que se transportaban los productos de la hacienda.
La icónica camioneta Ford en la que se transportaban los productos de la hacienda. (Suministrada)

El secreto de “La doña”

Uno de los momentos más importantes en la historia de Puerto Rico fue la proclamación del Estado Libre Asociado en 1952. Lo que pasó ese día ha definido gran parte de lo que ha pasado en el país desde entonces.

Pero don Pedro Fernández, quien era independentista, lo vio como un reto. Fue quizás por eso que nació lo que hoy es, seguramente, la leyenda más emblemática de la hacienda. Ese mismo año, Fernández sacó un barril aparte, que ha sido apodado “La doña” y declaró que se dejaría añejando hasta el día en que Puerto Rico fuera un país libre. Ese día, ese barril, y otros que separó en la misma fecha, y así lo dejó en su testamento, deberán ser llevados a la plaza pública del pueblo de Bayamón, donde se repartirá entre todos los puertorriqueños que lleguen a compartir el suave y delicado sabor del ron más antiguo de Puerto Rico.

"La doña" todavía espera por el día en que Puerto Rico se convierta en un país libre.
"La doña" todavía espera por el día en que Puerto Rico se convierta en un país libre. (Dennis M. Rivera Pichardo)
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