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Los sabores, aromas y colores de la cocina criolla puertorriqueña son, indiscutiblemente, deliciosos e intensos. Guisos diversos, pero en los que casi siempre prima el tradicional sofrito boricua, hecho con tomates, ajos, cebollas, recao, ajíes, cilantro, orégano y pimientos, entre otros ingredientes, que sazonan cada plato y lo convierten en una celebración culinaria.
Ese gusto especial de la cocina boricua inspiró a la coach puertorriqueña Karla Salinari, certificada en nutrición holística, a escribir su primer libro de cocina “Abuela’s Plant-Based Kitchen”, recetas de su abuela paterna ya fallecida, Marianita Barroso y que ella ha trasladado a la cocina vegana.
“Lo que le da ese gusto y sabor especial a la comida puertorriqueña es su sazón y es lo que utilizo para crear las recetas veganas, inspiradas en las que cocinaba mi abuela”, afirma Salinari, quien vive en Nueva York con su esposo e hija, aunque dice que viaja constantemente a la isla.
Según cuenta la coach, su interés por escribir el libro surgió de su deseo de ayudar a la comunidad latina en Estados Unidos debido al problema que muchos tienen de sobrepeso, obesidad, así como diabetes e hipertensión. Pero resalta que este libro no es solamente un recetario, también es una guía nutricional que tiene el propósito de “ayudar a la comunidad a entender el porqué de los alimentos”.
“Yo nací en el mundo del veganismo. Mi papá, José García, ha sido vegano desde 1975, cuando aquí en Puerto Rico no se conocía, no se aceptaba y no se entendía. Hay una historia graciosa de mi abuela, quien le decía a mi papá que se iba a morir si no comía carne. Pero mi papá siempre se mantuvo fiel a lo que es la nutrición natural, a eliminar el consumo de proteína animal, los productos lácteos y aún sigue siendo estricto vegano”, relata Karla, quien estuvo de visita en la isla recientemente para promocionar su libro.
La coach comenta que sus padres se separaron cuando ella era muy pequeña y se mudó a Estados Unidos con su madre, donde empezó a comer carne y su cuerpo no lo adaptó muy bien, por lo que regresó al veganismo. “Yo me siento muy bien, tengo más energía, no me enfermo. Para mí es un estilo de vida que es necesario. Y lo estamos viendo porque en Puerto Rico ahora hay muchos restaurantes veganos; el movimiento no solamente está de moda, es necesario porque la gente se está dando cuenta de que lo que hemos hecho hasta ahora no nos funciona”, afirma.
Precisamente, resalta que más allá de que un profesional de la salud te recomiende una lista de alimentos que puedes consumir o los que debes eliminar (para bajar de peso o controlar la diabetes), también se debe tomar en cuenta los sabores de nuestra comida a los que estamos acostumbrados. Y esa preocupación la motivó a escribir y recrear recetas de esos platos tradicionales, “pero de una manera más saludable”.
Primero, explica, creó el proyecto The Latina Health Coach y empezó a compartir a través de las redes sociales historias sobre cómo hacer algunas de las recetas de la abuela. Entre ellas, menciona los sorullitos de maíz, pero sin utilizar queso, al igual que otras recetas, pero utilizando ingredientes “que son mejores para nuestra salud sin sacrificar el sabor”.
“Así comenzó todo esto. Muchas personas se unieron y ahora somos una comunidad de casi 20,000 personas que lo que queremos es mejorar su salud, pero sin abandonar los platos tradicionales”, explica Karla, mientras recuerda que, aunque su abuela falleció hace mucho tiempo, dejó sus recetas escritas a mano.
“Durante la pandemia, cogí esa libreta y convertí todas sus recetas en opciones veganas. Este es un proyecto familiar que se hizo a través de Zoom con mi mamá, mi tía, mi papá y otros miembros de nuestra familia que nos juntamos para crear lo que nosotros decimos que es un proyecto de amor. A mi abuela la conocía todo el mundo en Bayamón, era como la alcaldesa del pueblo y hacía unos postres y unos platos deliciosos”, reitera la coach, al tiempo que aclara que con sus conocimientos de nutrición ha logrado recrear recetas veganas muy ricas a partir de las de su abuela.
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Es, según dice, una forma de cambiar la narrativa para que las personas se puedan alimentar mejor y tener una vida más saludable. En ese sentido, afirma que su misión es educar a las personas para que entiendan que “no tienen que comer carne o que esta es necesaria para la salud” debido a que la proteína y la fibra también se puede obtener de las plantas.
“Por ejemplo, podemos cambiar el bistec por unos hongos (setas) o una ensalada de tuna, por una de garbanzos. Pero quiero hacerlo de manera educativa y, a la vez, divertida, que la gente no sienta que no conoce los ingredientes o que las recetas son superdifíciles”, propone Karla.
De hecho, la coach señala que el libro tiene 75 recetas, pero ninguna tiene más de 12 ingredientes, además de que no necesitas más de 30 minutos para hacerla de principio a fin. Aclara que no es chef profesional, es nutricionista holística, y lo que quiere es transmitir esa pasión por la comida vegana. En ese sentido, afirma que ese fue también el propósito de escribir este libro, “para crear algo que la gente no se sienta intimidada y sienta que lo puede hacer fácilmente con su familia y, a la vez, tengan ese beneficio de vivir mejor, bajar de peso, sentirse con más energía”.
En el libro, además, da ideas de cómo combinar ingredientes, ya sean plantas, verduras o vegetales, para sacarles el mejor provecho. Menciona, por ejemplo, que muchos pacientes de diabetes creen que no pueden comer yuca porque el almidón les puede subir los niveles de azúcar en sangre, aunque no necesariamente es así. “Puedes comer la yuca con vegetales altos en fibra y así logras un balance, de eso hablamos en el libro”.
“Por ejemplo, si no quieres comer papa puedes optar por la batata o, en la receta del sancocho, se habla del valor nutritivo que tienen las viandas, algo sumamente importante, desde magnesio, potasio y vitamina C, hasta fibra, proteínas. Entonces, juntas todos esos vegetales y les das el sabor tradicional de nosotros y es delicioso, fácil de hacer y con todos los beneficios de lo que hemos hablado”, añade.
Pero no es lo mismo ser vegana que ser vegetariana. El vegetarianismo, explica, es la eliminación de la proteína animal de la alimentación, pero muchos vegetarianos toman leche, comen huevo y queso. Mientras que la alimentación “plant-based”, a base de plantas, es vegana. Sin embargo, Karla no cree que las personas deben sentir que son parte de una categoría específica.
“Lo que nosotros estamos tratando de hacer aquí es promocionar el consumo de vegetales y que la gente entienda que no todos los platos deben tener carne. Por eso, este libro no es solamente para la comunidad vegana, es para la comunidad que quiere comer más vegetales”, explica y propone comenzar a hacer cambios de manera moderada, sin tener que definirte como vegana o vegetariana.
“Eso es lo que este libro promueve. Vamos a hacerlo despacio, cosa de que te sientas bien haciendo las recetas, que veas que son fáciles de hacer y, a la vez, te sientes llena cuando te alimentas con ellas, no tienes malestar, ni te dan gases. Poco a poco, te vas sintiendo mejor y, naturalmente, lo vas a seguir haciendo hasta que se convierta en algo que es parte de tu día a día”, propone Karla, mientras menciona algunas de las recetas que contiene el libro y que saben igual de buenas que las tradicionales, según asegura.
Entre ellas, una receta de piña colada, un flan sin huevo y sin leche de vaca. Así como la receta de “arroz con leche sin leche”, en la que se pueden utilizar alternativas de leche de origen vegetal, como la soya, almendra o de avena, al igual que su coquito. De la misma forma, dice que utiliza jarabe de maple en lugar de la azúcar refinada, o azúcar de coco, que tiene un nivel glicémico más bajo y se puede incorporar en los postres y las bebidas. Pero también puedes encontrar la receta de un sancocho, de unos garbanzos guisados o de un pastelón o de una yuca con mojo.
El libro se consigue en la librería Casa Norberto en Plaza las Américas, en Amazon y en todas las plataformas y librerías a través de Estados Unidos. También puedes visitar la página de Karla Salinari en https://karlasalinari.com/ o seguirla en las redes sociales.