7 de noviembre de 2025 - 11:10 PM

En el centro de Hato Rey, entre el bullicio de oficinas y la vida urbana, se encuentra un nuevo local donde sobresale la buena comida y un trato muy acogedor. Su nombre es Bohiques Restaurant & Bar, un espacio que combina gastronomía, coctelería artesanal y raíces culturales en una experiencia que busca sanar el cuerpo y el alma.
Desde su apertura a principios de 2025, este restaurante se ha convertido en punto de encuentro para quienes desean comer bien, disfrutar un cóctel distinto y reconectarse con la esencia de Puerto Rico. Sus tres socios fundadores, Irelis González, Natalia Cruz y Harry Villegas, unen experiencia, creatividad y una visión compartida en el cual quieren ser los anfitriones de un negocio donde lo natural y lo local sean los protagonistas.
El nombre “Bohiques” no es casualidad. En la cultura taína, el bohique era el curandero del pueblo, el sabio que utilizaba plantas e ingredientes naturales para sanar. Esa idea fue la que utilizaron como el corazón del concepto del negocio.
“Siempre quise abrir una barra y Harry quería abrir un restaurante”, indicó González, quien maneja el área del bar y el servicio. “Cuando decidimos unir fuerzas, pensé en lo que me inspira para crear cócteles: que tengan algún tipo de propósito de sanación. Así surgió todo. Quería que cada trago tuviera un beneficio, algo más allá del simple disfrute”.
Esa visión encendió la creatividad de Villegas, el chef del grupo. “Empecé a diseñar un menú que evitara los químicos y preservativos que tanto daño hacen. La idea es volver a lo de antes, a usar productos frescos, naturales, lo más cercano a la tierra posible”, explicó el chef, quien ha trabajado en la cocina del Hotel Vanderbilt y en el antiguo Wicked Lilly, en el Condado. “No se trata de comer menos, sino de comer mejor. De que lo que pongas en tu plato salga mejor de una plata, que de una lata”.
Según Villegas, el menú de Bohiques refleja la mezcla cultural del puertorriqueño. “Nosotros somos un poco de todo, y eso quisimos mostrar. Aquí hay hamburgers, pescados, escabeches, croquetas y platos inspirados de distintas partes del mundo, pero manteniendo ese toque local que tanto nos distingue”, añadió el experto en gastronomía natural de Guaynabo.
Entre sus aperitivos destacan las croquetas de bacalao con alioli de miel, los vegetales fritos en tempura de lavanda con alioli vegano, y el montadito de burrata con chutney de tomate. También se pueden disfrutar platos como albóndigas de res en salsa casera, sliders con bacon caramelizado y queso muenster, y ensaladas frescas con ingredientes vibrantes y aderezos artesanales.
Entre los favoritos del público se destaca el Smashburger de la casa, preparado con pan de focaccia italiana, tocineta, queso muenster, miel y una mantequilla de hierbas, acompañado de papas salteadas. Otro plato especial es el repollo relleno de ratatouille, una opción vegana que combina berenjena, calabacín y pimientos en una salsa de tomate casera.
Los acompañantes incluyen arroz blanco, tostones de pana, vegetales y pan de focaccia. Para cerrar con broche de oro, los postres caseros como la “Greka”, un cremoso mousse de café colocado sobre una galleta de café y chocolate desmoronada, todo sobre una cama de cordial con infusión de café. Además, ofrecen mantecados artesanales de pistacho, vainilla o sorbet de papaya y limón, que prometen una experiencia dulce y memorable.
El alma del bar es obra de González. Su carta de cocteles combina ingredientes naturales, infusiones hechas en casa y licores seleccionados con intención. “Usamos jugos naturales, sin azúcares añadidos, y cada trago tiene una razón de ser”, explicó la empresaria natural de Yabucoa.
El más emblemático es “Pa’ la Monga”, ideal para esos días en que el cuerpo pide alivio. “Tiene ginebra, guayaba, miel, menta y limón. Son ingredientes con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. No es un remedio milagroso, pero sí una forma deliciosa de cuidarte mientras disfrutas”, destacó la joven que trabajó en la barra del Hotel Vanderbilt. Por otro lado, también está “Pa’ Comer”, con mezcal, granada y parcha, está pensado para abrir el apetito o ayudar en la digestión. De la misma forma, “Pa’ la Presión”, hecho con bourbon y bitters de recao, equilibra lo herbal con lo tropical.
De la misma forma, cada temporada trae nuevas creaciones. “Dependiendo de lo que nos traigan las familias, papaya, carambola, acerola, hago tragos diferentes. Trabajo con lo que está fresco, lo que la tierra nos da”, explicó González. En esa línea, uno de los más comentados es el “Café con Ron”, inspirado en el amor boricua por el café y por la residencia de Bad Bunny en Puerto Rico. “Tiene Ron Bohique, un licor de hierbas que preparo aquí con orégano, recao, albahaca y menta, además de café y toques aromáticos. Es nuestra versión del espresso martini, pero con alma caribeña”, añadió González al recalcar que también tienen a la venta vinos y cervezas.
Entrar a Bohiques es como visitar una casa en el campo, pero en medio de la ciudad. Las plantas naturales, que Natalia Cruz trajo de su propio hogar, llenan el espacio de vida y frescura. “Quisimos que todo fuera real, desde las plantas, la madera y la energía. Nada de adornos falsos”, expresó la joven criada en Cidra, que se encargó de la decoración del local, además de ser la ‘handy woman’ del grupo. “Queremos que la gente se sienta cómoda, como en casa. Que el servicio sea amable y sin presiones, por querer ofrecerle a la gente el plato más caro ni nada de eso”.
Durante el día, el ambiente invita a un almuerzo tranquilo entre luz natural y vegetación. De noche, los jueves, viernes y sábado, el espacio se transforma con luces tenues, música, cócteles, y una vibra más íntima y relajada. “Tenemos un área más formal para cenar y otra más casual en la barra. Los viernes solemos tener karaoke, y los sábados organizamos eventos especiales”, destacó González.
De hecho, además de ser un restaurante, Bohiques sirve también como un espacio cultural durante unos días al mes. Los socios han creado una agenda dinámica con noches internacionales, eventos de música de bomba, así como noches de arte y jazz.
“La próxima Noche de Bomba, será el 8 de noviembre, mientras que la próxima Noche internacional será dedicada a México, el 20 de noviembre, donde tendremos un menú inspirado en ese país. Estaré acompañado por un chef invitado para la ocasión”, destacó el chef Villegas. “Anteriormente, hemos preparado menús temáticos de comida mediterránea o italiana, entre otras”. Estas experiencias no requieren pago de entrada ni reservación previa.
Su ubicación, en la calle Hatillo #58, esquina con calle Peñuelas, en Hato Rey, justo al lado de la estación Piñero del Tren Urbano, fue elegida con intención. “Queríamos salir del circuito turístico y enfocarnos en el puertorriqueño. Este lugar tiene buena accesibilidad, oficinas cerca y mucha vida local”, añadió González. “Queremos que el público venga a disfrutar, sin prisa. Que prueben la comida, los cócteles y que se sientan en su casa”.
El restaurante abre los lunes y martes, de 11:00 a.m. a 5:00 p.m.; los jueves y viernes, de 2:00 p.m. a 8:00 p.m.; y sábados tienen eventos especiales.
Para reservaciones, puede acceder a la página web: www.bohiques-rest.com/; llamar al 939-633-3428; o escribir a: reservations.bohiques@gmail.com.
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