

3 de diciembre de 2025 - 5:55 PM

El nuevo showman de Chanel, Matthieu Blazy, llevó sus diseños a la calle el martes —o más bien, al subsuelo— con un llamativo desfile en Nueva York celebrado en un andén de metro real.
El diseñador, apenas unas semanas después de su impactante debut para Chanel en París en octubre, tomó control de una sección fuera de servicio de la estación Bowery en Manhattan para presentar su primera colección Métiers d’Art. El desfile anual, que se celebra cada año en una ciudad distinta, rinde homenaje a la artesanía de los talleres que colaboran con Chanel.
En este caso, fueron dos desfiles: uno en la tarde y otro en la noche. Y, como correspondía a los primeros desfiles de Chanel en Nueva York desde 2018, hubo un gran número de invitados VIP: A$AP Rocky, Tilda Swinton, Ayo Edebiri, Rose Byrne, Kristen Stewart, Sofia Coppola, Lupita Nyong’o, Jessie Buckley, Margaret Qualley, Bowen Yang, Jon Bon Jovi y muchos más.
La ubicación se mantuvo en estricto secreto. Los invitados entraron por una puerta en el 168 de Bowery, y al principio parecía que Chanel simplemente había decorado un espacio para eventos simulando una estación de metro, con paredes de azulejos, torniquetes y un puesto de periódicos (con sus propios diarios personalizados).
Pero al bajar un tramo de escaleras estaba el andén real. Los invitados se acomodaron en gradas que imitaban los bancos del metro. “¡Aléjense de las puertas que se cierran!”, se escuchó en la banda sonora, una frase familiar para los neoyorquinos. Luego llegó un tren, y de los vagones comenzaron a salir las modelos.

El desfile contrastó notablemente en vibra con la última colección Métiers d’Art presentada en Nueva York en 2018, cuando el fallecido diseñador Karl Lagerfeld tomó el Templo de Dendur del Museo Metropolitano de Arte para una noche que se sintió como una mini Met Gala, con prendas que evocaban el lujo de la realeza egipcia.
Blazy se inspiró no en la realeza, sino en los viajeros urbanos comunes, de distintas edades y perfiles, unidos en una mezcla de estilos de diferentes épocas, desde la década de 1920 en adelante.
“El metro de Nueva York pertenece a todos”, dijo el diseñador en sus notas del desfile. “Todos lo usan. Hay estudiantes y visionarios, estadistas y adolescentes. Es un lugar lleno de encuentros maravillosos, un choque de arquetipos pop”.

Las modelos recorrieron el andén, algunas revisando si venía el tren —fingiendo molestia por el retraso— u apoyándose en un poste mientras esperaban. Su número aumentó hasta que, al final, se convirtió en una especie de hora pico de moda, con la ecléctica banda sonora cerrando con el tema de “Happy Days”.
Algunos de estos pasajeros llevaban trajes clásicos de Chanel —quizá con una camiseta de “I (Heart) NY”— y otros, abrigos de tweed, capas negras fluidas o faldas de estampados vibrantes. Todas las piezas estaban pensadas para destacar la artesanía.
“Sentí que esto rompía el sistema”, dijo Kristen Stewart tras el desfile de la tarde. “Tuve una reacción genuinamente emocional. Sentí que vi tantas versiones distintas de una persona caminando. No era una sola mujer”.
Stewart, como muchos otros, no sabía cuál sería el tema del desfile, y opinó que el ambiente del metro se sentía como “una ráfaga de momentos fugaces”.
“Era como, ‘¿A dónde va ella?’ Yo quería irme con ellas”, dijo Stewart. “Lo creí. Todo esto es artificio, pero cuando haces una muy buena impresión de la verdad, encuentras la tuya. Esto me pareció real”.
Tan real que Chanel imprimió su propio “periódico” —llamado La Gazette— para acompañar el desfile, con artículos y entrevistas. En una de ellas, Blazy comentaba que la colección estuvo inspirada en parte por la visita de Gabrielle “Coco” Chanel a Nueva York en 1931.
Y no escatimó en elogios para el metro.
“Es casi como el vórtice de la ciudad”, dijo Blazy. “Lo conecta todo”.
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