La boutique La Femme celebra sus 50 años de fundada en Puerto Rico. 

Foto por David Villafane Ramos
La boutique La Femme celebra sus 50 años de fundada en Puerto Rico. Foto por David Villafane Ramos (David Villafañe/Staff)

La amistad, complicidad y pasión por la moda llevaron a la primera Miss Universe de Puerto Rico Marisol Malaret y a la actriz Gladys Aguayo a inaugurar en 1973 La Femme, una exclusiva boutique que celebra por todo lo alto su evolución por los pasados 50 años, pero sin dejar a un lado la misión de sus fundadoras.

Magacín visitó la tienda ubicada en la Roosevelt en San Juan para dialogar con Vivian Moll, hija de la fenecida Gladys Aguayo y quien ahora está al mando de la boutique, para conocer su historia, los retos que ha enfrentado y el legado de la marca con el pasar del tiempo.

“Mami no le decía no a nada, ella lo sabía hacer todo y todo, le salía súper bien, gracias a Dios”, comentó muy orgullosa Moll mientras mostraba la foto de la actriz puertorriqueña que descansa en el mostrador de la tienda.

Según relató, todo este sueño nació cuando la fenecida Miss Universe 1970 y su madre se conocieron en una sucursal en Puerto Rico de la famosa academia de refinamiento y modelaje Barbizon Modeling and Acting School.

“Marisol era la figura central de la academia y a mami le ofrecieron que trabajara dando clases de dicción”, recordó sobre la química que con el pasar del tiempo ambas forjaron. Hasta que un día, a su padre se le ocurrió una idea que cambiaría para bien el rumbo de sus vidas.

“‘Ustedes se llevan tan bien y les gusta la moda, ¿no les gustaría montar una boutique?’, preguntó mi papá y ambas se miraron, dijeron que sí… y lo demás es historia”, dijo entre risas Vivian.

Ya no había marcha atrás y rápidamente, las socias pusieron manos a la obra. “Marisol se montó en un avión y fue a comprar mercancía y en el 1973 inauguramos”, destacó. El primer local de “La Femme” estuvo ubicado en la avenida Ashford en Condado y según aseguró Vivian, era “muy moderna” para la época, lo que ayudó a atraer la primera clientela.

Para la empresaria, la gran acogida se debió, de primera instancia, a las figuras de una Miss Universe y una actriz de telenovelas trabajando en la tienda. “La gente es bien curiosa”, afirmó a carcajadas.

“Entraban a verlas y salían con la mercancía. Fue un éxito tan grande que, en menos de un mes, nos quedamos sin mercancía. No sabíamos que iba a ser tan grande”, recordó.

Luego, se mudaron a otro local, también ubicado en Condado. Para mayo de 1979 llegaron hasta el centro comercial Plaza Las Américas con un segundo local para La Femme. Sin embargo, su preocupación por la seguridad tras el fuego del Hotel Dupont Plaza en el 1986 las obligó a dejar a un lado el Ashford.

“En ese momento Plaza Las Américas abrió el segundo nivel del mall. Aprovechamos cada pie cuadrado del local, continuando con el verdadero significado del estilo boutique”, continuó.

Ahora, llevan 24 años en su local de la Roosevelt y al mantenerse ubicadas cerca de “el centro de todo”, su clientela continúa leal y llegando, y ahora, hasta las nuevas generaciones.

“Nuestra clientela ya ha trascendido generaciones. Estamos vendiéndoles a las hijas, de las hijas, casi tres generaciones”, comentó orgullosa a la vez que recibía la visita de varias clientas.

“Se han mantenido fieles y también ha surgido una clientela nueva”. Precisamente, para la llegada de nuevas compradoras, la visionaria apuesta al uso de las redes sociales y de las que ella misma se encarga. “Yo ahora mismo he trabajado más que nunca. Las redes sociales han llegado a cambiar el mundo”.

Desde su teléfono celular, se pone el sombrero de fotógrafa, videógrafa y hasta “social media manager”. “Yo soy la que te toma el video, le pongo la música, y los efectos. Pero lo disfruto mucho”.

A pesar de hacer “de todo” en La Femme, confesó que todavía es un desafío atraer a jóvenes fuera de la temporada de graduaciones, bodas y galas, a pesar de contar con una variedad de estilos, que van desde lo formal hasta semi-formal.

“Las de prom son las que aún no nos conocen, son las jóvenes que todavía no han tenido que comprarse un traje largo. Les cuesta trabajo, porque las están acostumbradas a sus shorts y mahones ripped, otro look. Pero cuando tienen que vestirse de gala, comienzan a averiguar y llegan a nosotras”.

Pero, al entrar por la boutique, aseguró que quedan maravilladas con la mercancía, pues “hay de todo”.

50 años innovando

Tras el fallecimiento de Malaret el 19 de marzo de 2023 a los 73 años y Aguayo el 10 de febrero de 2023 a los 93 años, Vivian en compañía de su hermano, Eguie Moll continúan a la vanguardia de la moda, pero sin dejar a un lado la calidad de su servicio al cliente, una de tantas enseñanzas de las fundadoras de La Femme.

“Conocemos la vida y milagro de muchas clientas, pero es porque tenemos ese contacto humano que se ha perdido ya cuando tú entras a un negocio”, lamentó Vivian. “Y nuestra madre y Marisol no enseñó eso, hay que estar con el pueblo”.

Por último, compartió la clave que llevó a su familia a celebrar medio siglo, con aras de otros 50 más.

“Cuando hagas un trabajo, hazlo porque te enamora y te gusta lo que estás haciendo. No lo hagas porque necesitas los chavos, honestamente no. Hay que sentir placer haciéndolo y si lo haces con amor, cualquier cosa de la vida te va a salir bien”.

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