Los responsables del campamento Mystic, en Texas, donde 25 niñas y dos monitores adolescentes murieron el 4 de julio a causa de las catastróficas inundaciones, no tomaron las medidas necesarias para proteger a los campistas cuando se acercaba una crecida que ponía en peligro sus vidas, según alegan las familias de las víctimas en una demanda.

La demanda, presentada el lunes ante un tribunal estatal de Austin, solicita más de un millón de dólares por daños y perjuicios, pero no especifica la cantidad exacta. La demanda se presentó en un momento en el que Camp Mystic ha suscitado la indignación de varias familias de víctimas por los planes de reapertura del centenario campamento el próximo verano.

Entre las alegaciones de la demanda figura que se ordenó a un jardinero que pasara más de una hora evacuando el equipo mientras se ordenaba a las niñas y a los consejeros de las cabañas más cercanas al río Guadalupe que permanecieran allí, incluso cuando las aguas de la inundación desbordaban la propiedad.

La demanda fue interpuesta por las familias de cinco campistas y los dos monitores fallecidos.

“Estas jóvenes murieron porque un campamento con ánimo de lucro antepuso los beneficios a la seguridad”, dice la demanda. “El campamento eligió alojar a las jóvenes en cabañas asentadas en zonas propensas a inundaciones, a pesar del riesgo, para evitar el coste de reubicar las cabañas”.

La demanda también alega que los gestores del campamento decidieron no hacer planes para evacuar a los campistas de forma segura, a pesar de las normas estatales que exigen tales planes, y en su lugar ordenaron a los campistas y consejeros que permanecieran en sus cabañas como cuestión de política.

Entre los demandados figuran Camp Mystic, entidades afiliadas y sus propietarios, incluida la herencia del propietario del campamento, Richard Eastland, que también murió en las inundaciones, y sus familiares.

Una demanda separada con acusaciones similares fue presentada el lunes por la familia de Eloise Peck, otro campista Camp Mystic que murió en la inundación. Ambas demandas se presentaron en el condado de Travis.

Un abogado de Camp Mystic dijo en un comunicado que se solidarizan con las familias que perdieron a sus seres queridos en la inundación, pero que no están de acuerdo con “varias acusaciones y desinformación” en los archivos legales.

“Tenemos la intención de demostrar y probar que esta repentina crecida de las aguas superó con creces cualquier inundación anterior en la zona en varias magnitudes, que fue inesperada y que no existían sistemas de advertencia adecuados en la zona”, declaró Jeff Ray, asesor jurídico de Camp Mystic.

Los campistas y monitores murieron cuando la crecida de las aguas arrasó una zona baja del campamento de verano antes del amanecer del 4 de julio. En total, la destructiva inundación causó la muerte de al menos 136 personas, lo que plantea interrogantes sobre cómo las cosas salieron tan terriblemente mal.

Los líderes del condado estaban durmiendo o fuera de la ciudad. El jefe del Campamento Mystic había estado siguiendo el tiempo de antemano, pero ahora no está claro si vio una advertencia urgente del Servicio Meteorológico Nacional que había activado una alerta de emergencia a los teléfonos de la zona, dijo un portavoz de los operadores del campamento inmediatamente después.

El campamento, establecido en 1926, no se evacuó y sufrió un duro golpe cuando el río creció de 4.2 metros (14 pies) a 9 metros (29.5 pies) en 60 minutos.

Ryan DeWitt, cuya hija Molly DeWitt fue una de las campistas fallecidas en la inundación, afirmó en un comunicado que la demanda es un paso para ayudar a la familia a encontrar la paz.

“Confiamos en que a través de este proceso se arroje luz sobre lo ocurrido, y nuestra esperanza es que la justicia allane el camino para la prevención y la tan necesaria reforma de la seguridad”, declaró DeWitt.

La muerte de los campistas y monitores, y el desgarrador testimonio de sus padres ante los legisladores de Texas, dieron lugar a una serie de nuevas leyes destinadas a evitar tragedias similares en el futuro.

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Esta historia fue traducida del inglés al español con una herramienta de inteligencia artificial y fue revisada por un editor antes de su publicación.