Sacramento— La administración de Donald Trump revocó el miércoles los fondos federales para el proyecto de tren de alta velocidad de California, intensificando la incertidumbre sobre cómo el estado cumplirá su largamente demorada promesa de construir un tren de alta velocidad para transportar pasajeros entre San Francisco y Los Ángeles.

El Departamento de Transporte de Estados Unidos anunció que retiraba $4,000 millones en fondos para el proyecto, semanas después de señalar que lo haría. En general, un poco menos de una cuarta parte de la financiación del proyecto ha provenido del gobierno federal. El resto ha provenido del estado, principalmente a través de un bono aprobado por los votantes y dinero de su programa de tope y comercio.

Tanto el presidente Trump como el secretario de Transporte, Sean Duffy, han criticado el proyecto como un “tren a ninguna parte”.

‘El ferrocarril que nos prometieron todavía no existe, y nunca existirá’, escribió el presidente en Truth Social. “Este proyecto fue severamente sobrevalorado, sobrerregulado y nunca entregado”.

La pérdida marca el último golpe a California por parte de la administración de Trump, que ha bloqueado una regla pionera para eliminar gradualmente la venta de automóviles nuevos a gasolina, ha lanzado investigaciones sobre las políticas de admisión universitaria y ha amenazado con retirar fondos por permitir que las niñas transgénero compitan en deportes femeninos.

También se produce cuando los líderes del proyecto ferroviario están buscando inversión privada para ayudar a pagar su precio estimado de más de $100,000 millones.

Los votantes aprobaron por primera vez el proyecto en 2008 y se suponía que estaría en funcionamiento en esta década. Pero las estimaciones de costos han crecido constantemente y su cronograma se ha retrasado.

Los funcionarios estatales ahora se centran en la construcción de un tramo de 192 kilómetros que conecta las ciudades de Bakersfield y Merced en el Valle Central, que se espera que esté en funcionamiento para 2033. La Autoridad del Tren de Alta Velocidad de California tiene previsto publicar un informe este verano a los legisladores estatales con un plan de financiación actualizado y un cronograma para el proyecto.

Los funcionarios de la Autoridad escribieron en una carta a principios de este mes que la administración de Trump se decidió a revocar la financiación antes de revisar a fondo el proyecto. Señalaron que ya se han construido más de 50 estructuras, incluidos pasos inferiores, viaductos y puentes para separar la línea ferroviaria de las carreteras por seguridad.

‘Cancelar estas subvenciones sin causa no solo está mal, es ilegal’, dijo el miércoles el director ejecutivo de la Autoridad, Ian Choudri, en un comunicado. ‘Estos son acuerdos legalmente vinculantes, y la Autoridad ha cumplido con todas las obligaciones, como lo confirman las repetidas revisiones federales, tan recientemente como en febrero de 2025’.

La Autoridad ha pedido a los posibles inversores privados que expresen su interés antes de fin de mes.

El gobernador demócrata Gavin Newsom dijo que el estado mantendrá “todas las opciones sobre la mesa” para luchar contra la revocación de los fondos federales.

“Donald Trump quiere entregar el futuro a China y abandonar el Valle Central. No se lo permitiremos”, dijo en un comunicado.

El estado no tiene “un plan viable” para completar ni siquiera el segmento del Valle Central, dijo Drew Feeley, administrador interino de la Administración Federal de Ferrocarriles del Departamento de Transporte, en un informe publicado el mes pasado. Calificó el proyecto como una “historia de promesas rotas” y un desperdicio del dinero de los contribuyentes.

Los demócratas de California también han criticado el gasto del proyecto. La asambleísta demócrata Rebecca Bauer-Kahan dijo en una audiencia presupuestaria a principios de este año que sus electores “creen abrumadoramente” que el gasto en trenes de alta velocidad “ha sido irresponsable”.

Newsom planea extender el programa de tope y comercio del estado, una fuente clave de financiación para el proyecto que expirará a finales de 2030, hasta 2045.

El programa establece un límite decreciente en la cantidad total de emisiones de gases de efecto invernadero que los grandes emisores pueden liberar. Esos contaminadores pueden comprar permisos del estado necesarios para contaminar, y alrededor del 45% de ese dinero se destina a lo que se conoce como el Fondo de Reducción de Gases de Efecto Invernadero, según el Comité Asesor Independiente del Mercado de Emisiones, un grupo de expertos que revisa el programa.

El fondo ayuda a pagar proyectos climáticos y de transporte, incluido el tren de alta velocidad.

El proyecto de tren de alta velocidad recibe el 25% del dinero del fondo, lo que termina siendo un poco menos o un poco más de $1,000 millones anuales, dependiendo del año. Newsom propuso en mayo garantizar $1,000 millones al año para el proyecto del fondo, pero los legisladores no han estado de acuerdo con eso.