Washington— La Cámara de Representantes de Estados Unidos votó el miércoles a favor de un amplio proyecto de ley de defensa que autoriza $900.000 millones en programas militares, incluyendo un aumento salarial para las tropas y una reforma al sistema de compra de armas del Departamento de Defensa.

La aprobación del proyecto de ley, con 312 votos a favor y 112 en contra, se produce en un momento de creciente fricción entre el Congreso, controlado por los republicanos, y la administración del presidente Donald Trump sobre la gestión de las fuerzas armadas.

La Ley de Autorización de Defensa Nacional, de carácter anual, suele contar con el respaldo bipartidista, y la Casa Blanca ha manifestado un “firme apoyo” a esta legislación, de obligada aprobación, afirmando que se ajusta a la agenda de seguridad nacional de Trump. Sin embargo, el proyecto de ley de más de 3,000 páginas incluye varias medidas que contrarrestan al Departamento de Defensa, como la exigencia de más información sobre los ataques con embarcaciones en el Caribe y el apoyo a aliados en Europa, como Ucrania.

En general, el amplio proyecto de ley exige un aumento salarial del 3.8% para muchos militares, así como mejoras en las viviendas e instalaciones de las bases militares. Además, establece un acuerdo entre los partidos políticos: recortar las iniciativas en materia de clima y diversidad, en línea con la agenda de Trump, a la vez que se impulsa la supervisión del Congreso sobre el Pentágono y se derogan varias autorizaciones de guerra antiguas. Aun así, los conservadores de línea dura expresaron su frustración porque el proyecto de ley no hace más por reducir los compromisos de Estados Unidos en el extranjero.

“Necesitamos una fuerza de combate preparada, capaz y letal porque las amenazas a nuestra nación, especialmente las provenientes de China, son más complejas y desafiantes que en cualquier otro momento de los últimos 40 años”, declaró el representante Mike Rogers, presidente republicano del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes.

Los legisladores que supervisan a las fuerzas armadas afirmaron que el proyecto de ley cambiaría la forma en que el Pentágono compra armas, con énfasis en la rapidez tras años de retraso por parte de la industria de defensa. También es una prioridad clave para el secretario de Defensa, Pete Hegseth. El representante Adam Smith, el demócrata de mayor rango en el panel de las Fuerzas Armadas, calificó el proyecto de ley como “el paso más ambicioso que hemos dado en la reforma de adquisiciones”.

Sin embargo, Smith lamentó que el proyecto de ley no logre frenar a la administración Trump tanto como los demócratas desearían, pero lo calificó como “un paso en la dirección correcta para reafirmar la autoridad del Congreso”.

“Mi mayor preocupación es que el Pentágono, dirigido por el secretario Hegseth y el presidente Trump, simplemente no rinde cuentas al Congreso ni a la ley”, declaró.

La legislación se dirige ahora al Senado, donde los líderes trabajan para aprobarla antes de que los legisladores partan de Washington para las vacaciones.

Varios senadores de ambos partidos han criticado el proyecto de ley por no hacer lo suficiente para restringir los vuelos militares sobre Washington. Habían impulsado reformas después de que una colisión en pleno vuelo este año entre un helicóptero del Ejército y un avión de pasajeros causara la muerte de las 67 personas a bordo de ambos aviones cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte y las familias de las víctimas también han expresado su oposición a esa sección del proyecto de ley, expresando su preocupación por la posibilidad de que aumente la peligrosidad del espacio aéreo.

A continuación, se detalla el proceso de tramitación del proyecto de ley de defensa en el Congreso.

Los legisladores incluyeron una disposición que recortaría el presupuesto de viajes de Hegseth en una cuarta parte hasta que el Pentágono proporcione al Congreso un vídeo sin editar de los ataques contra presuntos barcos cargados de drogas cerca de Venezuela. Los legisladores reafirman su papel de supervisión tras el ataque del 2 de septiembre, en el que el ejército estadounidense disparó contra dos supervivientes que se aferraban a una embarcación parcialmente destruida.

El proyecto de ley también exige que Hegseth permita al Congreso revisar las órdenes de los ataques.

El continuo apoyo de Trump a Ucrania y otros aliados en Europa del Este ha estado en duda durante el último año, pero los legisladores incluyeron varias posturas destinadas a mantener el apoyo estadounidense para contrarrestar la agresión rusa en la región.

El proyecto de ley de defensa exige que el Pentágono mantenga al menos 76,000 soldados y equipo pesado estacionados en Europa a menos que se consulte a los aliados de la OTAN y se determine que dicha retirada beneficia a Estados Unidos. Entre 80,000 y 100,000 soldados estadounidenses suelen estar presentes en territorio europeo. También autoriza $400 millones durante cada uno de los próximos dos años para fabricar armas que se enviarán a Ucrania.

Además, se incluye una disposición para mantener las tropas estadounidenses estacionadas en Corea del Sur, estableciendo el requisito mínimo en 28,500.

El proyecto de ley prevé recortes de $1,600 millones en gastos relacionados con el cambio climático, según informó el Comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes. Las evaluaciones militares estadounidenses han constatado desde hace tiempo que el cambio climático representa una amenaza para la seguridad nacional, con bases azotadas por huracanes o inundadas rutinariamente.

El proyecto de ley también ahorraría $40 millones al derogar las oficinas, programas y capacitaciones de diversidad, equidad e inclusión, según el comité. Por ejemplo, se eliminaría el puesto de director de diversidad.

El Congreso pondrá fin oficialmente a la guerra en Irak al derogar la autorización para la invasión de 2003. Quienes apoyan la medida, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, afirman que la derogación es crucial para prevenir futuros abusos y consolidar la posición de Irak como socio estratégico de Estados Unidos.

La resolución de 2002 se ha utilizado en contadas ocasiones en los últimos años. Sin embargo, el primer gobierno de Trump la citó como parte de su justificación legal para un ataque con drones estadounidenses en 2020 que mató al general iraní Qassim Suleimani.

El Congreso eliminaría permanentemente las sanciones estadounidenses impuestas a Siria después de que el gobierno de Trump levantara temporalmente muchas sanciones.

Los legisladores impusieron sanciones económicamente devastadoras al país en 2019 para castigar al exlíder Bashar al-Assad por los abusos contra los derechos humanos cometidos durante la guerra civil de casi 14 años. Tras liderar con éxito una insurgencia para derrocar a Assad, el presidente sirio Ahmed al-Sharaa busca reconstruir la economía de su país.

Quienes abogan por una derogación permanente han afirmado que es improbable que las empresas internacionales inviertan en proyectos necesarios para la reconstrucción del país mientras exista la amenaza de la reanudación de las sanciones.

Los demócratas criticaron al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, por eliminar una disposición del proyecto de ley para ampliar la cobertura de la fertilización in vitro (FIV) para el personal en servicio activo. Una versión anterior cubría el procedimiento médico, conocido como FIV, que ayuda a las personas con problemas de infertilidad a tener hijos.