Una coalición de 19 estados y el Distrito de Columbia demandaron el martes al Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, a su secretario, Robert F. Kennedy Jr., y a su inspector general por una declaración que podría complicar el acceso de los jóvenes a la atención médica de afirmación de género.

La declaración emitida el pasado jueves calificaba de inseguros e ineficaces tratamientos como los bloqueadores de la pubertad, la terapia hormonal y las intervenciones quirúrgicas para niños y adolescentes que sufren disforia de género, o la angustia que se produce cuando la expresión de género de una persona no coincide con el sexo que se le asignó al nacer. También advirtió a los médicos de que podrían ser excluidos de programas federales de salud como Medicare y Medicaid si proporcionan ese tipo de atención.

La declaración se produjo cuando el HHS también anunció propuestas de normas destinadas a restringir aún más la atención de afirmación de género para los jóvenes, aunque la demanda no se refiere a ellos, ya que no son definitivas.

La demanda del martes, presentada ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Eugene, Oregón, alega que la declaración es inexacta e ilegal y pide al tribunal que bloquee su aplicación. Es el último de una serie de enfrentamientos entre una administración que está tomando medidas enérgicas contra la atención sanitaria a menores transexuales, alegando que puede ser perjudicial para ellos, y los defensores que afirman que la atención es médicamente necesaria y no debe inhibirse.

“La secretaria Kennedy no puede cambiar unilateralmente las normas médicas publicando un documento en Internet, y nadie debe perder el acceso a la atención sanitaria médicamente necesaria porque el gobierno federal intente interferir en decisiones que corresponden a los consultorios médicos”, declaró el martes en un comunicado la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que encabezó la demanda.

En la demanda se alega que la declaración del HHS pretende coaccionar a los proveedores para que dejen de prestar atención que afirme la identidad de género y eludir los requisitos legales para los cambios de política. Dice que la ley federal exige que se notifique al público y se le dé la oportunidad de hacer comentarios antes de cambiar sustancialmente la política de salud, nada de lo cual, dice la demanda, se hizo antes de que se emitiera la declaración.

Un portavoz del HHS declinó hacer comentarios.

La declaración del HHS basa sus conclusiones en un informe revisado por expertos que el departamento realizó a principios de este año y que instaba a una mayor dependencia de la terapia conductual en lugar de una amplia atención de afirmación de género para los jóvenes con disforia de género.

El informe cuestionaba las normas para el tratamiento de jóvenes transexuales publicadas por la Asociación Mundial de Profesionales de la Salud Transexual y planteaba la preocupación de que los adolescentes puedan ser demasiado jóvenes para dar su consentimiento a tratamientos que cambian la vida y podrían provocar infertilidad en el futuro.

Los principales grupos médicos y las personas que tratan a jóvenes transexuales han criticado duramente el informe por considerarlo inexacto, y la mayoría de las principales organizaciones médicas estadounidenses, incluida la Asociación Médica Estadounidense, siguen oponiéndose a las restricciones a la atención y los servicios para jóvenes transexuales.

La declaración fue anunciada como parte de un esfuerzo multifacético para limitar la atención médica de afirmación de género para niños y adolescentes - y se basó en otros esfuerzos de la administración Trump para atacar los derechos de las personas transgénero en todo el país.

El jueves, el HHS también dio a conocer dos propuestas de normas federales: una para recortar la financiación federal de Medicaid y Medicare a los hospitales que presten atención a niños que afirmen su género, y otra para prohibir que los fondos federales de Medicaid se utilicen para tales procedimientos.

Las propuestas aún no son definitivas ni jurídicamente vinculantes y deben pasar por un largo proceso de elaboración de normas y comentarios públicos antes de convertirse en permanentes. No obstante, es probable que disuadan aún más a los proveedores de atención sanitaria de ofrecer a los niños una atención que afirme su género.

Varios proveedores médicos importantes ya han retirado la atención de afirmación de género para pacientes jóvenes desde que Trump regresó al cargo, incluso en estados donde la atención es legal y está protegida por la ley estatal.

Los programas de Medicaid de algo menos de la mitad de los estados cubren actualmente los cuidados de afirmación de género. Al menos 27 estados han adoptado leyes que restringen o prohíben esta asistencia. La reciente decisión del Tribunal Supremo de mantener la prohibición de Tennessee significa que es probable que la mayoría de las leyes estatales sigan en vigor.