Meses después de que el presidente Donald Trump remodelara un pasillo del Ala Oeste en lo que él llama el Paseo Presidencial de la Fama, ha añadido placas partidistas y subjetivas a la exhibición, profundizando sus huellas dactilares en la estética de la Casa Blanca y continuando su esfuerzo por doblar la narración de la historia a su gusto.

Desde referencias a “Sleepy Joe” Biden hasta la pintura del icono republicano Ronald Reagan como admirador de un joven Trump, las placas incluyen lenguaje rimbombante escrito en estilo trumpiano. La instalación es el último movimiento del presidente republicano para dar forma a la Casa Blanca a su imagen, un esfuerzo que ha abarcado desde la decoración del Despacho Oval hasta la demolición del Ala Este en preparación de una enorme ampliación del salón de baile.

Una placa introductoria dice a los transeúntes que el Paseo de la Fama Presidencial fue “concebido, construido y dedicado por el presidente Donald J. Trump como homenaje a los anteriores presidentes, buenos, malos y en algún punto intermedio”.

La placa de Biden repite afirmaciones falsas de que el 46º presidente, demócrata, asumió el cargo “como resultado de las elecciones más corruptas de la historia”, cuando, de hecho, derrotó a Trump en 2020 tanto en el voto popular como en el Colegio Electoral. También se describe a Biden como “de lejos, el peor presidente de la historia de Estados Unidos”.

Otro demócrata, Barack Obama, primer presidente negro de la nación y primer predecesor presidencial de Trump, es calificado como “una de las figuras políticas más divisivas de la historia de Estados Unidos.”

La placa bajo el retrato del ex presidente George W. Bush parece aprobar la creación por el republicano del Departamento de Seguridad Nacional, pero censura que “iniciara guerras en Afganistán e Irak, ambas de las cuales no deberían haberse producido”.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que los textos son “descripciones elocuentemente escritas de cada presidente” y que “muchos fueron escritos directamente por el propio Presidente.”

Biden no hizo comentarios sobre su placa. No hubo respuestas inmediatas a los correos electrónicos enviados a los asesores de Obama y otros ex presidentes.

En septiembre, Trump remodeló la columnata que va del Ala Oeste a la residencia de la Casa Blanca con retratos dorados de todos los ex presidentes, excepto Biden. En su lugar, Trump eligió un autopene, lo que refleja su burla de la edad de Biden y sus afirmaciones de que Biden no estaba a la altura del cargo.

La muestra discurre por la pared de la columnata entre la residencia de la Casa Blanca y la entrada habitual del presidente al Despacho Oval, lo que significa que Trump puede llevar a cualquiera de sus invitados preferidos -dignatarios extranjeros incluidos- a recorrer la exposición con su encuadre de sus predecesores.