Washington — El presidente Donald Trump pidió el viernes el nombramiento de un fiscal especial para investigar las elecciones de 2020 ganadas por el demócrata Joe Biden, repitiendo su afirmación infundada de que el concurso estuvo plagado de fraude generalizado.

“¡Joe Biden fue sumamente incompetente y las elecciones de 2020 fueron un FRAUDE total!”, dijo Donald Trump en una publicación en las redes sociales en la que también buscó contrastar favorablemente su enfoque de aplicación de la ley de inmigración con el del expresidente. “La evidencia es MASIVA y ABRUMADORA. Se debe nombrar un Fiscal Especial. ¡Esto no se puede permitir que vuelva a suceder en los Estados Unidos de América! ¡Que empiece el trabajo!”

La publicación de Donald Trump, realizada mientras su Casa Blanca republicana está consumida por una decisión de política exterior enormemente sustancial sobre si involucrarse directamente en la guerra entre Israel e Irán, es parte de un esfuerzo intensificado por su parte para socavar la legitimidad de la presidencia de Joe Biden. A principios de este mes, Donald Trump ordenó a su administración que investigara las acciones de Joe Biden como presidente, alegando que sus ayudantes enmascararon el “deterioro cognitivo” de su predecesor. Joe Biden ha descartado la investigación como “una mera distracción”.

La publicación también revive una antigua queja de Donald Trump de que las elecciones fueron robadas, aunque los tribunales de todo el país y un fiscal general de Donald Trump de su primer mandato no encontraron evidencia de fraude que pudiera haber afectado el resultado. El brazo de ciberseguridad del Departamento de Seguridad Nacional pronunció las elecciones como “las más seguras en la historia de Estados Unidos”.

No estaba claro qué tenía en mente Donald Trump cuando pidió un fiscal especial, pero en el caso de que la fiscal general Pam Bondi preste atención a su llamado, puede enfrentar presión para nombrar a alguien que ya haya sido confirmado por el Senado. Un portavoz del Departamento de Justicia declinó comentar el viernes.

En los últimos años, el Departamento de Justicia ha nombrado una sucesión de fiscales especiales, a veces, aunque no siempre, sacados de fuera de la agencia, para dirigir investigaciones sobre asuntos políticamente delicados, incluso sobre la conducta de Joe Biden y Donald Trump.

El año pasado, los abogados personales de Donald Trump lanzaron un desafío agresivo y exitoso al nombramiento de Jack Smith, el fiscal especial asignado para investigar sus esfuerzos por deshacer las elecciones presidenciales de 2020 y su retención de documentos clasificados en su finca de Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida. Un juez designado por Donald Trump estuvo de acuerdo y dictaminó que el entonces fiscal general Merrick Garland se había excedido en sus límites al nombrar a un fiscal sin la aprobación y confirmación del Senado, y desestimó el caso.

Ese equipo legal incluyó a Todd Blanche, quien ahora es fiscal general adjunto, así como a Emil Bove, quien es el principal adjunto de Todd Blanche, pero recientemente fue nominado para servir como juez en un tribunal federal de apelaciones.