

19 de diciembre de 2025 - 4:40 PM

El Papa León XIV nombró el viernes obispo de Palm Beach, Florida, al reverendo Manuel de Jesús Rodríguez, actualmente párroco de una iglesia predominantemente hispana en el barrio de Queens, en Nueva York.
La diócesis alberga la finca Mar-a-Lago del presidente Donald Trump, cuyas duras políticas de inmigración han suscitado las objeciones de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos.
Rodríguez ha sido un firme defensor de los inmigrantes, que constituyen la mayoría de los 17,000 feligreses de la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, la mayor parroquia de la diócesis de Brooklyn, que también supervisa iglesias en Queens.
“Nunca, nunca, nunca esperé nada parecido a esto”, dijo Rodríguez a The Associated Press en una entrevista telefónica el viernes desde Palm Beach, donde estaba visitando un refugio para personas sin hogar.
“Incluso tengo un poco de miedo. Pero confío en la ayuda de Dios”, dijo. “Una cosa que puedo decirles es que esta diócesis es una diócesis de sacerdotes trabajadores y de gente trabajadora, y yo estoy aquí para ayudar”.
La diócesis de Palm Beach cuenta con unos 260,000 católicos y 54 parroquias y misiones. En su página web, la diócesis informó de que Rodríguez será ordenado e instalado en una fecha futura durante una misa en la Catedral de San Ignacio de Loyola.
Rodríguez nació en la República Dominicana y se ordenó sacerdote en 2004, en la capital, Santo Domingo. Dirigía la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, en el barrio de Corona, Queens, de mayoría latina, cuando más de 100 de sus feligreses murieron a causa del COVID-19.
A principios de este año, Rodríguez se unió a numerosos líderes religiosos de todo Estados Unidos que expresaron su preocupación por cómo la represión de la inmigración lanzada por la administración de Trump había sembrado el miedo dentro de sus congregaciones favorables a los migrantes.
En su nuevo cargo, dirigirá la diócesis donde se encuentra Mar-a-Lago, la inmensa finca de Trump en el sur de Florida. Trump ha llamado al complejo el “Centro del Universo”.
“El presidente está haciendo cosas muy buenas, no sólo para Estados Unidos, sino para el mundo. Pero cuando se trata de los migrantes, la política de inmigración, queremos ayudar”, dijo Rodríguez. “Queremos ayudar al presidente como iglesia porque creemos que podemos hacerlo mejor... que la forma en que lo estamos haciendo ahora”.
Algunos líderes eclesiásticos han condenado la represión migratoria de Trump, diciendo que se dirige a feligreses sin antecedentes penales que ahora tienen demasiado miedo para salir de casa para asistir a misa, comprar comida o buscar atención médica.
En muchas parroquias de inmigrantes, los niños nacidos en Estados Unidos tienen padres en el país ilegalmente. Algunos de estos padres han firmado declaraciones juradas de cuidadores, que designan a un tutor legal, con la esperanza de que sus hijos se mantengan fuera de los centros de acogida en caso de que sean detenidos.
“Cuando se trata de hacer cumplir las leyes de inmigración, no deberíamos centrarnos en deportar a niños de 5 años, 12 años, 9 años, gente que nunca ha cometido ningún delito. Así que estamos aquí para ayudar. Estamos dispuestos a ayudar, y si Dios quiere, lo haremos”, dijo Rodríguez.
Rodríguez dijo que está en línea con la Iglesia católica, que defiende incondicionalmente los derechos de los migrantes, aunque reconoce el derecho de las naciones a controlar sus fronteras.
“La posición de la Iglesia sobre este importante y urgente asunto ha quedado meridianamente clara por los obispos de Estados Unidos”, dijo.
El Vaticano anunció el nombramiento de Rodríguez al día siguiente de compartir que el Papa León había aceptado la renuncia del cardenal católico conservador Timothy Dolan, quien dirigía la arquidiócesis de Nueva York y también tenía vínculos con Trump, incluyendo rezar en su inauguración a principios de este año y ser nombrado miembro de su Comisión de Libertad Religiosa.
En algunas cuestiones, como una mayor inclusión de las personas LGBTQ+, los obispos estadounidenses están divididos. Pero en materia de inmigración, incluso los líderes católicos conservadores están del lado de los inmigrantes.
Durante su asamblea general a principios de este año, los obispos estadounidenses emitieron un inusual “mensaje especial” criticando la deportación masiva de migrantes por parte de la administración Trump y su “vilipendio” en el actual debate migratorio. También lamentaron el miedo y la ansiedad que las redadas de inmigración han sembrado en las comunidades, y la negación de atención pastoral a los migrantes en los centros de detención.
Los obispos católicos de Estados Unidos cerraron su programa de reasentamiento de refugiados de larga data después de que la administración Trump detuvo la financiación federal para la ayuda al reasentamiento.
Rodríguez dijo que la Iglesia siempre estará dispuesta a defender la dignidad de los pobres y los migrantes, que durante generaciones “han contribuido al crecimiento de Estados Unidos.”
“No hay que demonizar a los inmigrantes... Los buenos inmigrantes que están aquí para trabajar duro por sus familias comparten muchos de nuestros valores fundamentales”, afirmó. “No hay que rechazarlos ni tratarlos con dureza, sino tratarlos con respeto y dignidad. Esa es la idea, y el Papa León nos respalda en esto”.
Las noticias explicadas de forma sencilla y directa para entender lo más importante del día.

Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: