Washington- El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos reveló el jueves una serie de acciones regulatorias diseñadas para prohibir efectivamente la atención de afirmación de género para menores, basándose en restricciones más amplias de la administración de Donald Trump sobre los estadounidenses transgénero.

Las propuestas de gran alcance -las medidas más significativas que ha tomado hasta ahora este gobierno para restringir el uso de bloqueadores de la pubertad, terapia hormonal e intervenciones quirúrgicas para niños transgénero- incluyen cortar la financiación federal de Medicaid y Medicare a los hospitales que proporcionan atención de afirmación de género a los niños y prohibir que la financiación federal de Medicaid se utilice en tales procedimientos.

Más de la mitad de los estados de la nación ya prohíben o restringen la atención médica para la afirmación de género. Pero el anuncio del jueves pone en peligro el acceso en casi dos docenas de estados donde los tratamientos farmacológicos y los procedimientos quirúrgicos siguen siendo legales y están financiados por Medicaid, que incluye fondos federales y estatales.

Las propuestas, que anunciarán el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., y sus adjuntos, no son definitivas ni jurídicamente vinculantes. El gobierno federal debe pasar por un largo proceso de elaboración de normas, que incluye periodos de comentarios públicos y revisión de documentos, antes de que las restricciones se conviertan en permanentes. También es probable que se enfrenten a desafíos legales.

Pero es probable que la normativa propuesta intimide aún más a los proveedores de atención sanitaria para que no ofrezcan a los niños una atención que afirme su género, y muchos hospitales ya han dejado de hacerlo en previsión de la acción federal.

Casi todos los hospitales de Estados Unidos participan en los programas Medicare y Medicaid, los mayores planes de salud del gobierno federal que cubren a ancianos, discapacitados y estadounidenses con bajos ingresos. Perder el acceso a esos pagos pondría en peligro a la mayoría de los hospitales y proveedores médicos estadounidenses.

Las mismas restricciones de financiación se aplicarían a un programa sanitario más pequeño, el State Children’s Health Insurance Program, según un aviso federal publicado el jueves por la mañana.

El planteamiento contradice las recomendaciones de la mayoría de las principales organizaciones médicas estadounidenses, incluida la Asociación Médica Estadounidense, que ha instado a los estados a no restringir la atención por disforia de género.

Los jóvenes que se identifican de forma persistente con un género distinto del sexo asignado al nacer son evaluados primero por un equipo de profesionales. Algunos pueden intentar una transición social, cambiando el peinado o los pronombres. Más adelante, algunos también pueden recibir fármacos bloqueadores de hormonas que retrasan la pubertad, seguidos de testosterona o estrógenos para provocar los cambios físicos deseados en los pacientes. La cirugía es poco frecuente en menores.

Los programas de Medicaid de algo menos de la mitad de los estados cubren actualmente los cuidados de afirmación de género. Al menos 27 estados han aprobado leyes que restringen o prohíben esta asistencia. Los jueces federales han declarado inconstitucionales las prohibiciones de Arkansas y Montana. Las luchas legales en esos estados continúan.

Rodrigo Heng-Lehtinen, vicepresidente senior de The Trevor Project, calificó los cambios como un “mandato de talla única del gobierno federal” sobre una decisión que debería ser entre un médico y un paciente. “La multitud de esfuerzos que estamos viendo por parte de los legisladores federales para despojar a los jóvenes transgénero y no binarios de la atención médica que necesitan es profundamente preocupante”, dijo.