

2 de julio de 2025 - 10:31 AM
Sean “Diddy” Combs fue condenado por un delito relacionado con la prostitución, pero absuelto este miércoles de los cargos de tráfico sexual y asociación delictiva, los cuales podrían haber enviado a una de las figuras más emblemáticas del hip-hop a prisión de por vida.
El veredicto mixto se dio en el tercer día de deliberaciones. Aunque Combs, de 55 años, aún podría enfrentar hasta una década de prisión, la sentencia probablemente marcará el fin de su carrera como exitoso productor musical, empresario de moda, embajador de marcas y estrella de la televisión.
El portavoz del jurado confirmó que el veredicto fue unánime.
Después de escuchar el fallo, Combs levantó las manos en gesto de oración, mirando al jurado, y abrazó a su abogada Teny Geragos.
Fue declarado culpable de transportar personas por todo el país —incluidas sus parejas y trabajadores sexuales masculinos contratados— para encuentros sexuales, una violación grave de la Ley Mann federal.
Sin embargo, el jurado, compuesto por ocho hombres y cuatro mujeres, lo absolvió de los cargos de conspiración para asociación delictiva y tráfico sexual, que estaban relacionados con acusaciones de que utilizó su dinero, poder e intimidación física para manipular a sus novias y forzarlas a participar en cientos de maratones sexuales con drogas y hombres contratados.
Combs y su equipo legal argumentaron que las mujeres participaban voluntariamente y que, aunque hubo violencia, ninguna de sus acciones justificaba cargos tan graves.
Tras la lectura del veredicto, el juez dio al jurado orientaciones sobre cómo hablar del caso con los medios, el público y otros.
Combs continuó alzando discretamente el puño derecho, aparentemente satisfecho por haber sido absuelto de los cargos más severos.
El miércoles por la mañana, Combs llegó al tribunal con una actitud animada, en contraste con su estado de ánimo del día anterior, cuando se enteró de que el jurado ya había alcanzado un veredicto sobre cuatro de los cinco cargos, dejando pendiente el más grave: asociación delictiva.
Combs sonrió y alzó las manos unidas hacia su familia y seguidores, luego abrazó a varios de sus abogados y se sentó a esperar el resultado de la tercera jornada de deliberaciones.
Un poco después, Combs, con la cabeza agachada, se puso de pie a unos metros de su familia por menos de un minuto mientras ellos oraban en silencio. Como lo hicieron el lunes, él y sus familiares aplaudieron antes de que los alguaciles federales lo escoltaran fuera del tribunal. Su familia se retiró luego en una furgoneta.
El martes, el juez federal Arun Subramanian había ordenado al jurado continuar las deliberaciones a puerta cerrada por tercer día, después de que el panel informara que no podía alcanzar un consenso sobre el cargo de asociación delictiva.
El juez coincidió con fiscales y defensores en que menos de 13 horas de deliberación era insuficiente para abandonar el esfuerzo de alcanzar un veredicto completo.
La decisión del jurado sobre los otros cargos —dos por tráfico sexual y dos por transporte con fines de prostitución— permanecía reservada hasta entonces.
En una nota enviada al tribunal el martes por la noche, el jurado dijo que existían “opiniones irreconciliables de ambos lados” que impedían alcanzar un veredicto unánime sobre el cargo de asociación delictiva.
Ese cargo era el más complejo del juicio y conlleva una sentencia máxima de cadena perpetua.
El cargo de tráfico sexual implica una pena mínima obligatoria de 15 años y una máxima de cadena perpetua. El transporte con fines de prostitución conlleva hasta 10 años de prisión.
La revelación de la nota del jurado pareció afectar el ánimo del equipo defensor y del propio Combs, incluso antes de que el juez la leyera en público.
Ocho abogados defensores formaron un semicírculo tras Combs, sin las sonrisas ni el ambiente relajado que habían mostrado con otras notas del jurado en días previos, mientras consideraban la posibilidad de condenas con las penas más severas.
Combs parecía abatido mientras sus abogados conversaban con él. En un momento, el magnate del hip-hop leyó solemnemente un papel que le entregó el abogado Marc Agnifilo.
Después de que el jurado recibiera instrucciones adicionales y abandonara la sala, un Combs visiblemente afectado permaneció sentado por unos minutos. Al levantarse, saludó a sus familiares y simpatizantes, lanzó un beso y se tocó el pecho, como lo ha hecho al inicio y al final de cada jornada del juicio.
Se detuvo ante su madre y le dijo: “Te amo” y “Voy a estar bien”.
Luego, los alguaciles lo escoltaron fuera del recinto.
Durante las deliberaciones, el jurado pidió revisar el testimonio de Cassie, la cantante de R&B y exnovia de Combs, así como el de Daniel Phillip, un stripper masculino a quien supuestamente Diddy pagó para tener relaciones sexuales con ella.
Los fiscales alegan que Combs coaccionó a dos de sus novias para participar en maratones sexuales con drogas y trabajadores sexuales masculinos.
Los abogados del fundador de Bad Boy Records sostienen que la fiscalía intenta criminalizar su estilo de vida liberal, y que, en todo caso, sus acciones equivaldrían a violencia doméstica, no delitos federales.
Combs optó por no testificar en su defensa.
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