Austin - Los legisladores de Texas iniciaron el miércoles la revisión de las inundaciones del 4 de julio que causaron la muerte de al menos 135 personas, un desastre que puso a los funcionarios locales bajo escrutinio sobre por qué los residentes a lo largo del río Guadalupe no recibieron más advertencias.

Las catastróficas inundaciones en Texas Hill Country y una redistribución partidista de los mapas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, destinada a dar a los republicanos más escaños ganables en las elecciones de 2026, son dos temas importantes en una sesión especial de 30 días que ya ha tenido un comienzo combativo.

Los demócratas quieren abordar el alivio de las inundaciones y los nuevos sistemas de alerta de inundaciones antes de votar sobre los nuevos mapas del Congreso solicitados por el presidente Donald Trump. No han descartado una huelga en un intento de descarrilar la redistribución de distritos, que han criticado como una toma de poder partidista.

Los funcionarios estatales y del condado encargados de la respuesta de emergencia testificarán el miércoles, pero no se espera que comparezcan funcionarios del condado de Kerr, la zona más afectada por las inundaciones.

Los legisladores han presentado proyectos de ley para mejorar los sistemas de alerta temprana y las comunicaciones de emergencia, así como para proporcionar fondos de ayuda. El condado de Kerr, donde 27 campistas y consejeros, la mayoría de ellos niños, murieron en Camp Mystic, un campamento de verano cristiano para niñas, no tiene un sistema de alerta a lo largo del río después de varias oportunidades perdidas por las agencias estatales y locales para financiar uno.

Tres personas siguen desaparecidas. En un momento dado, los funcionarios del condado dijeron que más de 170 personas estaban desaparecidas.

Los legisladores tienen previsto visitar Kerrville el 31 de julio para escuchar a los residentes.

Los demócratas han dejado abierta la posibilidad de obstrucciones o abandonos en las próximas semanas para bloquear la propuesta de rediseño del mapa del Congreso. El lunes, la mayoría de los miembros del partido en la Cámara de Representantes firmaron una carta al presidente en la que afirmaban que no participarían en ningún trabajo antes de abordar el tema del alivio de las inundaciones.

Pero los demócratas tienen pocos caminos de resistencia como partido minoritario en ambas cámaras. El fiscal general republicano Ken Paxton ha amenazado con arrestar a quienes intenten abandonar la sesión, además de las multas de $500 diarios a las que se enfrentan los legisladores por romper el quórum.