

17 de julio de 2025 - 11:47 AM
Una familia puertorriqueña en la ciudad de Kissimmee, en el estado de Florida, denunció que uno de sus seres queridos murió en medio de un incidente con la Policía del Condado de Osceola, tras una descarga de una pistola “taser”.
Por ello, claman justicia y exigen explicaciones a la Oficina del Alguacil del Condado de Osceola por la muerte de Derik Manuel Bonet Rodríguez, de 31 años, oriundo del sector Río Loco, en el barrio Susúa Baja, en Yauco.
“Quiero pedirles que nos ayuden a compartir y regar la voz porque queremos respuestas, ya que se están negando a darnos la información correcta”, denunció Kiara Liz Negrón en una publicación en Facebook.
“En un lado nos dicen una cosa y en otro lado otra. Cuando vinieron los del FBI a notificar la muerte, dijeron que el policía estaba siendo investigado. Hasta la hora que murió siguen cambiando”, agregó Negrón, prima de la víctima.
La mujer afirmó que las autoridades están tratando de “tapar” la muerte. “Exigimos justicia por la muerte de mi primo, una pérdida que ha dejado un vacío inmenso en nuestras vidas y un dolor que no tiene consuelo”, sostuvo.
Dijo que no se puede permitir que la partida de Rodríguez quede impune, “ni que el silencio borre su memoria” y aseguró que su primo era una persona con sueños, con familia, con futuro, “y merece que se esclarezca la verdad, caiga quien caiga porque solo con justicia podremos empezar a sanar”.
“Perdió la vida a manos de aquellos que juraron protegernos. La violencia policial no puede seguir siendo ignorada ni encubierta. Nadie merece morir así”, concluyó.
En entrevista con NotiCentro, Héctor Javier Bonet Rodriguez, padre de Derik, denunció presunto abuso policíaco. Además, dijo que su hijo era paciente de salud mental y que al momento de los hechos supuestamente estaba “caminando”, y que no era agresivo.
De acuerdo a Telenoticias, la Oficina del Alguacil del Condado de Osceola indicó que un agente se encontraba patrullando cuando vio a Rodríguez “corriendo entre los carriles de tránsito en dirección oeste de North Main Street, cerca de Vine Street”, a eso de las 6:30 a.m. del domingo.
Luego, los oficiales, presuntamente, intentaron detenerlo, pero en el forcejeo, uno de ellos utilizó una pistola “taser” para ponerle las esposas. Sin embargo, Rodríguez dejó de responder, por lo que los agentes tuvieron que hacer maniobras de resucitación cardiopulmonar (CPR).
Acto seguido, Rodríguez fue trasladado a un hospital local, donde posteriormente se confirmó su muerte.
Cabe recordar que, en abril pasado, se reportó un caso parecido, cuando un adolescente puertorriqueño con autismo, de 17 años, fue baleado nueve veces por la policía en Idaho. El menor terminó con muerte cerebral.
Víctor Pérez recibió balazos por parte de agentes del Departamento de Policía de Pocatello, unos 30 segundos después de su llegada a la residencia donde estaba el joven. Finalmente, la familia decidió desconectarlo de las máquinas que lo mantenían con vida.
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