

11 de octubre de 2025 - 10:28 PM
El Ejército de Estados Unidos proseguirá con los planes para construir una instalación en Idaho para entrenar a pilotos de Qatar, un importante aliado de Estados Unidos en el Oriente Medio, anunció el viernes el secretario de Defensa, Pete Hegseth.
Hegseth, quien hizo el anuncio durante una visita del ministro de Defensa de Qatar, dijo que la instalación que se construirá en la Base de la Fuerza Aérea de Mountain Home “albergará un contingente de F-15 y pilotos qataríes para mejorar nuestro entrenamiento conjunto, aumentar la letalidad y la interoperabilidad”.
El acuerdo no es inusual. Funcionarios del Pentágono señalaron que instalaciones similares se han establecido para otros aliados durante décadas, y la base de Idaho ya alberga un escuadrón de combate de Singapur.
Pero la noticia provocó una fuerte crítica de Laura Loomer, aliada cercana de Trump y comentarista de derecha, quien calificó el plan como “una abominación” y acusó a los qataríes de estar asociados con organizaciones terroristas islámicas.
“Ningún país extranjero debería tener una base militar en suelo estadounidense. Especialmente países islámicos”, escribió Loomer en una de varias publicaciones en redes sociales sólo horas después del anuncio de Hegseth.
Aunque Loomer no tiene un cargo formal dentro del gobierno de Trump, sus quejas en línea han tenido impacto en el pasado. Sus críticas han llevado al despido de funcionarios en el Consejo de Seguridad Nacional; del doctor Vinay Prasad, jefe de vacunas de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés); y del general Tim Haugh, jefe de la Agencia de Seguridad Nacional.
Qatar, que alberga la base militar más grande de Estados Unidos en Oriente Medio, dejó claro que no tendrá una base en suelo estadounidense y que cubrirá los costos de construcción de la instalación de entrenamiento.
“Esto no será una base aérea qatarí”, dijo el portavoz de la embajada en Washington en un comunicado publicado en la red social X. “Más bien, Qatar ha hecho un compromiso inicial de 10 años para construir y mantener una instalación especializada dentro de una base aérea estadounidense existente, destinada a entrenamiento avanzado y a mejorar la interoperabilidad en la defensa y el avance de nuestros intereses compartidos en todo el mundo”.
El comunicado señaló que el proyecto creará cientos de empleos para estadounidenses, y destacó que la planificación comenzó hace varios años y recibió aprobación local.
Cuando se le pidieron más detalles sobre la futura instalación, la oficina de Hegseth dijo que no tenía nada que agregar más allá de las declaraciones del secretario.
El anuncio se produce sólo días después de que el presidente estadounidense Donald Trump firmara una orden ejecutiva en la que promete usar todas las medidas, incluida la acción militar, para defender a Qatar.
Loomer también criticó esa decisión. “No quiero morir por Qatar. ¿Y tú?”, escribió en redes sociales. Sin embargo, no estaba sola.
Never thought I’d see Republicans give terror financing Muslims from Qatar a MILITARY BASE on US soil so they can murder Americans.
— Laura Loomer (@LauraLoomer) October 10, 2025
I don’t think I’ll be voting in 2026.
I cannot in good conscience make any excuses for the harboring of jihadis.
This is where I draw the line. pic.twitter.com/24OdLMw14Y
El consejo editorial del Wall Street Journal también cuestionó la promesa. “Esta es una decisión que puede y debería haber sido debatida”, escribió.
“En cambio, surge de la nada: una orden ejecutiva sin debate público”, señaló el consejo.
El pequeño país rico en gas desempeñó un papel clave en la negociación del alto el fuego más reciente entre Israel y Hamas, destinado a poner fin a la guerra en Gaza, así como en varias otras negociaciones clave. Doha, la capital de Qatar, fue atacada por sorpresa por Israel el mes pasado mientras miembros de Hamás estaban en la ciudad para conversar sobre un alto el fuego.
Qatar también le regaló un avión de $400 millones a Trump para uso como aeronave presidencial.
Sin embargo, la conexión de los qataríes con la aviación militar de Estados Unidos es más antigua que estos desarrollos.
En 2020, la Fuerza Aérea de Estados Unidos anunció que había firmado un acuerdo con Qatar para la venta de más de 35 aviones de combate F-15.
Un estudio ambiental de la Fuerza Aérea, completado dos años después, reveló que la Base de la Fuerza Aérea de Mountain Home proponía construir una instalación que albergaría 12 aviones F-15 qataríes y alrededor de 300 efectivos adicionales de Qatar y de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Aunque el ejército de Estados Unidos tiene una larga historia de entrenamiento de pilotos para países aliados, la práctica recibió escrutinio en 2019 tras un tiroteo en la Estación Naval de Pensacola en el que murieron tres militares estadounidenses y varios más resultaron heridos.
El atacante, Mohammad Saeed Al-Shamrani, era un oficial de la Fuerza Aérea saudí que estaba entrenando en la base de Pensacola. El FBI dijo que estaba vinculado al grupo extremista Al Qaeda y había estado en contacto con éste antes del tiroteo.
Después de ese tiroteo, Estados Unidos envió a casa a otros 21 estudiantes militares saudíes tras una investigación que reveló que todos habían expresado sentimientos yihadistas o antiestadounidenses en redes sociales o habían tenido “contacto con pornografía infantil”, según funcionarios de la época. Sin embargo, Estados Unidos continuó entrenando a pilotos saudíes.
Loomer hizo referencia al incidente en sus publicaciones en redes sociales el viernes. “¿Por qué estamos tratando de entrenar a más musulmanes para que aprendan a volar aviones en suelo estadounidense? ¿No aprendimos ya nuestra lección?”, escribió.
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