El primer grupo de inmigrantes ha llegado a un nuevo centro de detención en lo profundo de los Everglades de Florida que los funcionarios han denominado “Alligator Alcatraz”, dijo a The Associated Press un portavoz del fiscal general estatal republicano James Uthmeier.

“Hay gente allí”, dijo el secretario de prensa Jae Williams, aunque no proporcionó de inmediato más detalles sobre el número de detenidos o cuándo llegaron.

“Próxima parada: de vuelta a donde vinieron”, dijo Uthmeier el miércoles en la plataforma de redes sociales X. Se le ha atribuido el mérito de ser el arquitecto detrás de la propuesta de los Everglades. Las solicitudes de información adicional de la oficina del gobernador republicano Ron Desantis y de la División de Manejo de Emergencias de Florida, que está construyendo el sitio, no habían sido devueltas el jueves por la tarde.

La instalación, en un aeropuerto utilizado para entrenamiento, tendrá una capacidad inicial de unos 3,000 detenidos, dijo Ron DeSantis. El centro se construyó en ocho días y cuenta con más de 200 cámaras de seguridad, más de 8,500 metros de alambre de púas y 400 efectivos de seguridad.

Los inmigrantes que sean arrestados por agentes del orden de Florida en virtud del programa federal 287(g) serán llevados a la instalación, según un funcionario de la administración de Donald Trump. El programa está dirigido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y permite a los agentes de policía interrogar a los inmigrantes bajo su custodia y detenerlos para su posible deportación.

Se espera que la instalación se amplíe en incrementos de 500 camas hasta que tenga un estimado de 5,000 camas a principios de julio.

Grupos ambientalistas y tribus nativas americanas han protestado contra el centro, alegando que es una amenaza para el frágil sistema de los Everglades, sería cruel para los detenidos debido al calor y los mosquitos, y está en tierras que las tribus consideran sagradas.

También está ubicado en un lugar propenso a lluvias intensas frecuentes, lo que provocó algunas inundaciones en las tiendas de campaña el martes durante una visita del presidente Donald Trump para marcar su apertura. Los funcionarios estatales dicen que el complejo puede resistir un huracán de categoría 2, que tiene vientos de entre 154 y 177 kph (96 y 110 mph), y que los contratistas trabajaron durante la noche para apuntalar las áreas donde se produjeron inundaciones.

Ron DeSantis y otros funcionarios estatales dicen que ubicar la instalación en los accidentados y remotos Everglades de Florida tiene como objetivo disuadir, y nombrarla en honor a la notoria prisión federal de Alcatraz, una fortaleza isleña conocida por sus brutales condiciones, tiene como objetivo enviar un mensaje. Es otra señal de cómo la administración de Donald Trump y sus aliados están confiando en tácticas de miedo para tratar de persuadir a las personas que se encuentran ilegalmente en el país para que se vayan voluntariamente.

Funcionarios estatales y federales han promocionado los planes en las redes sociales y en las ondas de radio conservadoras, compartiendo un meme de un complejo rodeado de alambre de púas y “guardado” por caimanes con sombreros etiquetados como “ICE” para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas. El Partido Republicano de Florida ha comenzado a recaudar fondos con el centro de detención, vendiendo camisetas de marca y koozies de cerveza estampados con el nombre de la instalación.