Washington— Un grupo bipartidista de legisladores prometió el miércoles mantener los sistemas de inteligencia artificial (IA) chinos fuera de las agencias federales, al tiempo que se comprometió a garantizar que Estados Unidos prevalezca contra China en la competencia global de la IA.

“Estamos en una nueva guerra fría, y la inteligencia artificial es la tecnología estratégica central”, dijo el representante John Moolenaar, presidente republicano del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre China, al inaugurar una audiencia sobre el asunto. “El futuro equilibrio de poder bien puede estar determinado por quién lidere en inteligencia artificial”.

La audiencia en el Capitolio se produce unos cinco meses después de que una empresa emergente de tecnología china llamada DeepSeek presentara un modelo de IA que rivalizaba con las plataformas de OpenAI y Google en rendimiento, pero que costaba sólo una fracción de su construcción. Esto generó preocupaciones de que China se estuviera poniendo al día con Estados Unidos a pesar de las restricciones a los chips y otras tecnologías clave utilizadas para desarrollar la IA.

La carrera cada vez más reñida es ahora una parte central de la rivalidad entre Estados Unidos y China. Y hay tanto en juego que Estados Unidos debe ganar, dijeron testigos al panel del Congreso.

Los dos países están “en una competencia tecno-seguridad a largo plazo que determinará la forma del orden político global para los próximos años”, dijo Thomas Mahnken, presidente y director ejecutivo del Centro de Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias.

Jack Clark, cofundador y jefe de política de Anthropic, dijo al comité que la IA tiene valores incorporados.

“Sé que los sistemas de inteligencia artificial son un reflejo de las sociedades en las que se construyen. La inteligencia artificial construida en las democracias conducirá a una mejor tecnología para toda la humanidad. La tecnología de este tipo construida en naciones autoritarias estará... inseparablemente entrelazada e imbuida de autoritarismo”, dijo Clark. “Debemos tomar medidas decisivas para asegurar que Estados Unidos prevalezca”.

A principios de este año, Chris Lehane, jefe de asuntos globales de OpenAI, dijo a periodistas en París que Estados Unidos y China eran los únicos dos países en el mundo que podían construir IA a escala. La competencia, que describió como una entre la IA democrática y la autocrática, es “muy real y muy seria”, y lo que está en juego es “enorme”, dijo, porque “los rieles globales de la inteligencia artificial serán construidos por uno de esos dos países”.

El Informe del Índice de IA 2025 del centro de Inteligencia Artificial Centrada en el Humano de la Universidad de Stanford tiene a Estados Unidos a la cabeza en la producción de los principales modelos de IA. Pero el informe señala que China está cerrando rápidamente la brecha de rendimiento, alcanzando casi la paridad en 2024 en varios puntos de referencia importantes. También muestra que China lidera en publicaciones y patentes de inteligencia artificial.

En la audiencia, Clark instó a los legisladores a mantener y fortalecer los controles de exportación de chips avanzados a China. “Esta competencia se basa fundamentalmente en la computación”, dijo. Estados Unidos debe controlar el flujo de chips poderosos a China, dijo Clark, “o de lo contrario les están dando las herramientas que necesitarán para construir una IA poderosa para dañar los intereses estadounidenses”.

Mark Beall, Jr., presidente de asuntos gubernamentales de The AI Policy Network, dijo que hay “una serie de lagunas muy evidentes” en los controles de exportación de Estados Unidos que han permitido a China obtener chips controlados. Los legisladores presentaron a principios de este año un proyecto de ley para rastrear dichos chips para asegurar que no se desvíen a las manos equivocadas.

En otro paso legislativo, legisladores republicanos y demócratas tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado presentaron el miércoles un proyecto de ley para prohibir los sistemas de IA chinos en el gobierno federal.

“Estados Unidos debe trazar una línea dura: los sistemas de inteligencia artificial hostiles no tienen por qué operar dentro de nuestro gobierno”, dijo Moolenaar.

La Ley No Adversarial AI, como se propone, busca identificar los sistemas de inteligencia artificial desarrollados por adversarios extranjeros y prohibir su uso en el gobierno de Estados Unidos, con excepciones para su uso en investigación y contraterrorismo.