

7 de octubre de 2025 - 4:55 PM
Útica, Nueva York - Un fiscal dijo este martes a un jurado que tres exguardias de una prisión del norte del estado de Nueva York, juzgados por la golpiza mortal de un recluso negro esposado, participaron en un acto de “brutalidad pura e inimaginable”.
Mathew Galliher, Nicholas Kieffer y David Kingsley enfrentan cargos de asesinato y homicidio en primer grado por la muerte de Robert Brooks, cuya golpiza por parte de guardias en la prisión Marcy Correctional Facility, el 9 de diciembre, fue captada parcialmente por cámaras corporales.Los tres figuran entre los 10 oficiales correccionales acusados en febrero por asesinato o delitos menores relacionados.
El fiscal de distrito del condado de Onondaga, William Fitzpatrick, dijo en su declaración inicial que los jurados verían “videos perturbadores” del trato que Brooks recibió por parte de los guardias, y que cada uno de los acusados participó en el ataque.
“Ya no eran oficiales correccionales. Eran una pandilla”, dijo Fitzpatrick. “Se turnaron —colectiva e individualmente— para golpearlo, darle rodillazos, rociarlo con gas pimienta, estrangularlo, inmovilizarlo y esposarle las piernas.”
Brooks, de 43 años, cumplía una condena de 12 años por agresión en primer grado desde 2017 y había sido trasladado esa noche a Marcy desde otra institución cercana.Los videos, que provocaron una ola de indignación pública, muestran a los oficiales golpeándolo en el pecho con un zapato, levantándolo por el cuello y dejándolo caer.
Los abogados defensores argumentaron ante el jurado que la fiscalía no podrá probar que sus clientes actuaron con maldad o indiferencia depravada hacia la vida humana, como alegan los cargos.Pidieron a los jurados que prestaran especial atención a las acciones individuales de cada acusado.
“La fiscalía intenta vincular a Nicholas Kieffer con las acciones de otros, sugiriendo que es responsable por asociación”, dijo su abogado, David Longeretta.
El abogado de Galliher, Kevin Luibrand, sostuvo que su cliente fue acusado de asesinato principalmente por haber esposado las piernas de Brooks para evitar que pateara.
“Mathew Galliher no lastimó a Robert Brooks. No lo golpeó, no lo agredió, no incitó a otros a hacerlo ni le negó atención médica”, dijo Luibrand. “No hizo nada que contribuyera a su muerte.”
Fitzpatrick, el fiscal especial, afirmó que Brooks murió a causa de una brutal paliza que le fracturó un hueso del cuello, rompió el cartílago tiroideo y le lesionó varios órganos internos.También sufrió daño cerebral por las repetidas restricciones a sus vías respiratorias y se asfixió con su propia sangre.
El fiscal explicó que Brooks fue golpeado en tres ocasiones distintas desde el momento en que llegó a la prisión, siendo la última —ocurrida en la enfermería y grabada por las cámaras corporales— la que resultó fatal.
Un cuarto oficial correccional enfrentará juicio en enero por homicidio en segundo grado.
De los 10 guardias acusados en febrero, seis ya se declararon culpables, mientras que tres más acordaron declararse culpables de cargos menores y están cooperando con la fiscalía especial.
Fitzpatrick también encabeza el proceso contra guardias implicados en la muerte a golpes de Messiah Nantwi, ocurrida el 1 de marzo en otra prisión de Marcy, Mid-State Correctional Facility.En ese caso, diez guardias fueron acusados en abril, incluidos dos por asesinato.
Ambas prisiones se encuentran a unos 180 millas (290 kilómetros) al noroeste de la ciudad de Nueva York.
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