North Codorus, Pensilvania— Tres policías murieron por disparos y dos resultaron heridos el miércoles en el sur de Pensilvania, mientas que el presunto tirador fue abatido por la policía, informaron las autoridades.

El grupo de agentes se encontraba en el lugar para dar seguimiento a una investigación relacionada con un caso de violencia doméstica que comenzó el día anterior.

“Lamentamos la pérdida de tres valiosas almas que sirvieron a este condado, a esta comunidad y a este país”, declaró el gobernador Josh Shapiro.

“Este tipo de violencia no está bien; necesitamos mejorar como sociedad”, continuó.

El tiroteo se produjo en la zona del municipio de North Codorus, a unas 115 millas al oeste de Filadelfia, cerca del límite con Maryland, informaron las autoridades.

“El dolor será insoportable, pero lo soportaremos”, declaró el comisionado de la Policía Estatal de Pensilvania, Christopher Paris, en una conferencia de prensa. “No descansaremos hasta que realicemos una investigación completa, justa y competente sobre este asunto”.

El Hospital York informó que estaba atendiendo a dos personas en estado grave y que contaba con protocolos de seguridad reforzados.

Las autoridades no identificaron al tirador, a los agentes ni a qué departamento de policía pertenecían, ni describieron las circunstancias en las que recibieron los disparos. La policía no pudo compartir muchos detalles debido a que la investigación está en curso, declaró Paris.

La fiscal general, Pamela Bondi, calificó la violencia contra la policía como “una lacra para nuestra sociedad”. Añadió que agentes federales se encontraban en el lugar para apoyar a los agentes locales.

“Por favor, envíen sus oraciones a los agentes y a las personas involucradas en el tiroteo en el condado de York”, declaró el vicegobernador de Pensilvania, Austin Davis, en una publicación en redes sociales.

Un distrito escolar local emitió una orden de confinamiento, aunque indicó que las escuelas y los estudiantes no estuvieron involucrados en el tiroteo. La orden se levantó más tarde esa misma tarde. El distrito declaró en un comunicado que las autoridades “nos aconsejaron mantener a los estudiantes y al personal en nuestros edificios como medida de precaución mientras varias carreteras de la zona permanecen cerradas”.

La respuesta médica se desarrolló en un camino rural en el centro-sur de Pensilvania, que serpentea a través de una zona agrícola con un granero y campos de cultivo.

Los agentes mantenían a la gente a distancia del lugar, en las ondulantes tierras de cultivo de la zona, con unos 30 vehículos policiales bloqueando los caminos que bordean un granero, una granja de cabras y campos de soja y maíz.

“La Policía Estatal de Pensilvania, la Policía Regional del Norte y numerosos equipos de emergencia se encuentran en el lugar. Los comisionados del condado de York están monitoreando la situación de cerca y rezando por todos los involucrados”, declaró el condado en un comunicado.

Un agente de la zona murió en febrero cuando un hombre armado con una pistola y bridas entró en la unidad de cuidados intensivos de un hospital y tomó como rehenes a miembros del personal antes de un tiroteo que dejó al sospechoso y a un agente muertos.