Dallas - Dos hermanas gemelas de 8 años de Dallas que acababan de terminar el segundo grado, un querido entrenador de fútbol y maestro, y una estudiante de escuela primaria de Alabama lejos de casa son algunas de las docenas de víctimas perdidas en las devastadoras inundaciones repentinas en el centro de Texas.

Las inundaciones se originaron por las aguas del río Guadalupe el viernes, matando a más de 100 personas. Las autoridades dicen que los esfuerzos de búsqueda y rescate aún están en marcha, incluyendo la búsqueda de campistas desaparecidos de un campamento de verano para niñas.

Hanna y Rebecca eran hermanas de 8 años de Dallas que estaban entre las víctimas muertas por la inundación en Camp Mystic.

Las niñas acababan de terminar el segundo grado, dijeron sus padres.

“Hanna y Rebecca nos trajeron mucha alegría a nosotros, a su hermana mayor Harper y a muchos otros”, dijeron John y Lacy Lawrence en un comunicado. “Encontraremos maneras de mantener esa alegría y continuar difundiéndola por ellas. Pero estamos devastados de que el vínculo que compartimos con ellas, y que ellas compartieron entre sí, ahora esté congelado en el tiempo”.

David Lawrence, el abuelo de las niñas y exeditor del Miami Herald, dijo que “ha sido un momento inimaginable para todos nosotros”. Dijo que las niñas le dieron alegría a su familia, incluyendo a su hermana.

“Ellas y esa alegría nunca podrán ser olvidadas”, dijo en un comunicado.

La Escuela Primaria University Park, donde Hanna y Rebecca asistieron, dijo en su sitio web que “numerosos” estudiantes estaban en Texas Hill Country durante la inundación y tuvieron que evacuar. La escuela no respondió de inmediato a un mensaje dejado el lunes por la mañana.

“Estamos profundamente entristecidos de informar la pérdida de múltiples estudiantes, y nuestros pensamientos y oraciones están con todas las familias profundamente afectadas por esta inimaginable tragedia”, dijo la escuela en su sitio.

Reece Zunker fue descrito como “un educador apasionado y un querido entrenador de fútbol” por Tivy High School en Kerrville, Texas.

“Su inquebrantable dedicación a nuestros estudiantes, atletas y la comunidad de Tivy tocó innumerables vidas y nunca será olvidada”, publicó la escuela en línea el domingo.

Paula Zunker era una exmaestra de la escuela. “El cuidado e impacto que compartió con sus estudiantes continúa sintiéndose, incluso años después”, decía la publicación.

Los hijos pequeños de la pareja, Lyle y Holland, aún estaban desaparecidos, dijo la escuela.

La familia se había estado quedando en una casa en el río en Hunt.

Entre los muertos está Dick Eastland, el director de Camp Mystic.

Paige Sumner, una excampista, lo describió en una columna en el periódico local, The Kerrville Daily Times, como “la figura paterna para todos nosotros mientras estábamos lejos de casa”.

Sumner pasó un verano trabajando en la oficina del campamento, equilibrando las cuentas del economato, donde los campistas compraban bocadillos y otros elementos esenciales como estampillas. Escribió que su escritorio estaba afuera de la oficina de Eastland.

“Él todavía ponía a los campistas primero en cada situación”, escribió Sumner, quien ahora es la jefa de filantropía en un centro comunitario en Kerrville.

“Si un problema de cualquier tipo que necesitaba atención llegaba por el walkie-talkie, incluso un campista con una lesión menor o la temida serpiente en el río, él salía corriendo de la oficina y se subía a un carrito de golf para llegar allí lo más rápido posible”, agregó.

El nieto de Eastland, George Eastland, escribió en una publicación de Instagram que su abuelo le mostró cómo luce un hombre cristiano fuerte.

“Si no iba a morir por causas naturales, esta era la única otra manera, salvando a las chicas que tanto amaba y cuidaba”, escribió.

En su columna, Sumner notó que el campamento tenía planes para la lluvia.

“Por lo general”, explicó, “significa que entregan un desayuno especial de panecillos dulces a cada cabaña o cantan canciones en el Rec Hall. Este nivel de inundación no tenía precedentes”.

En una breve llamada telefónica mientras lidiaba con las secuelas de la inundación en su propia oficina, Sumner se mostró reacia a agregar más de lo que escribió en la columna, diciendo que el campamento quería privacidad para las familias.

“Todavía tenemos esperanzas”, dijo. “Están rotos; están en shock”.

Chloe Childress estaba entre los consejeros de Camp Mystic que murieron en las devastadoras inundaciones. Childress, de 19 años, “vivió una vida hermosa que saturó a quienes la rodeaban con alegría contagiosa, gracia interminable y fe constante”, dijo su familia en un comunicado.

“Regresando como consejera al lugar que tanto amaba, Chloe esperaba dedicar sus días de verano a amar y guiar a las jóvenes en Camp Mystic”, dijo su familia.

Childress acababa de graduarse de la Escuela Kinkaid en Houston, que la elogió como profundamente involucrada en su comunidad.

“Chloe tenía una manera notable de hacer que la gente se sintiera vista. Era sabia más allá de sus años, con una compasión constante que calmaba una habitación”, dijo Jonathan Eads, el director de la escuela, en una carta a la comunidad de la escuela el domingo.

“Ya sea que compartiera sus propios desafíos para aliviar la carga de alguien o animara silenciosamente a un compañero de equipo o compañero de clase en un día difícil, Chloe hizo espacio para que otros se sintieran seguros, valorados y valientes”, añadió.

Janie Hunt, una pariente del dueño de los Kansas City Chiefs, Clark Hunt, tenía solo 9 años.

Su madre, Anne Hunt, confirmó su muerte a CNN, mientras que su abuela Margaret Hunt lo confirmó a The Kansas City Star.

La franquicia de los Chiefs declinó comentar. Pero la esposa de Clark Hunt, Tavia Hunt, publicó en Instagram e instó a la gente a confiar en su fe.

“Si tu corazón está roto, te aseguro que Dios está cerca”, escribió Tavia Hunt en la publicación. “Él es gentil con tus heridas. Y Él sigue siendo digno, incluso cuando tu alma está luchando por creerlo”.

La última vez que la familia de Tanya Burwick supo de ella fue una llamada telefónica frenética sobre las inundaciones mientras se dirigía al trabajo en un Walmart temprano el viernes en el área de San Angelo. Cuando Burwick no se presentó al trabajo, su empleador presentó un informe de persona desaparecida y envió a un colega a buscarla.

La policía que investigaba la desaparición de la mujer de 62 años encontró el SUV desocupado de Burwick completamente sumergido más tarde ese día. Su cuerpo fue encontrado a la mañana siguiente a cuadras del vehículo.

“Ella iluminaba la habitación y tenía una risa que hacía reír a otras personas”, dijo Lindsey Burwick, quien agregó que su madre era una querida madre, abuela y colega para muchos.

Ella y su hermano Zac dijeron que el día fue especialmente difícil porque sucedió el 4 de julio mientras trabajaban en un puesto de fuegos artificiales que ha estado en la familia por generaciones. A medida que se corrió la voz de la desaparición de Tanya Burwick, personas de Blackwell, una pequeña comunidad de aproximadamente 250 personas, se presentaron en el puesto que se encuentra fuera de un remolque pintado de naranja.

“La gente vino en nuestra ayuda”, dijo Lindsey Burwick.

La policía en San Angelo dijo que más de 12,000 casas, graneros y otros edificios han sido afectados por las inundaciones en la comunidad de aproximadamente 100,000 personas.

“Pedimos que el público continúe manteniendo a la familia Burwick en sus pensamientos y oraciones mientras navegan por esta desgarradora tragedia”, dijo el Departamento de Policía de San Angelo en una publicación de Facebook.

Jane Ragsdale, de 68 años, dedicó su vida al Heart O’the Hills Camp, un campamento de verano para niñas en Texas Hill Country. Ella misma fue campista y consejera allí en la década de 1970 antes de convertirse en copropietaria. En la década de 1980, era directora del campamento en Hunt.

“Ella era el corazón de The Heart”, dijo el campamento en un comunicado. “Ella era nuestra guía, nuestro ejemplo y nuestro lugar seguro. Tenía el raro don de hacer que cada persona se sintiera vista, amada e importante”.

Dado que el campamento estaba entre sesiones, ningún niño se estaba quedando allí cuando subieron las aguas de la inundación. Las instalaciones del campamento, directamente en el camino de la inundación, fueron extensamente dañadas y el acceso al sitio seguía siendo difícil, según los funcionarios del campamento. El campamento ha existido desde la década de 1950.

Los funcionarios del campamento dijeron que Ragsdale sería recordada por su fuerza y sabiduría.

“Estamos desconsolados. Pero sobre todo, estamos agradecidos”, dijo el campamento. “Agradecidos de haberla conocido, de haber aprendido de ella y de llevar su luz hacia adelante”.

En una historia oral de 2015 para la Comisión Histórica del Condado de Kerr, Ragsdale, cuyo primer nombre era Cynthie, pero se hacía llamar Jane, habló sobre cómo su padre también era director de campamento y cuánto disfrutaba de sus experiencias.

“Me encantó cada minuto del campamento desde la primera vez que puse un pie en uno”, recordó.

Videos de Ragsdale tocando una guitarra y cantando a los campistas durante una sesión reciente fueron publicados en un memorial en la página de Facebook del campamento: “La vida es buena hoy. Así que sigue cantando hasta que nos encontremos de nuevo”.

Sarah Marsh, de ocho años, de Alabama, había estado asistiendo a Camp Mystic en Texas, un campamento cristiano para niñas de larga data en Hunt donde varios otros murieron en las inundaciones. Hasta el domingo por la tarde, 11 niños seguían desaparecidos.

Marsh era estudiante en Cherokee Bend Elementary en los suburbios de Birmingham.

“Esta es una pérdida inimaginable para su familia, su escuela y toda nuestra comunidad”, dijo el alcalde de Mountain Brook, Stewart Welch, en una publicación de Facebook. “El fallecimiento de Sarah es un dolor compartido por todos nosotros, y nuestros corazones están con aquellos que la conocieron y amaron”.

Dijo que la comunidad, donde residen unas 20,000 personas, se uniría a la familia Marsh mientras lloraban.

Sus padres declinaron una solicitud de entrevista el domingo “mientras lloran esta pérdida insoportable”, dijo la abuela de la niña, Debbie Ford Marsh, a The Associated Press en un correo electrónico.

“Siempre nos sentiremos bendecidos de haber tenido este hermoso rayo de luz en nuestras vidas. ¡Ella vivirá en nuestros corazones para siempre!“, escribió Marsh en Facebook. “¡Te amamos mucho, dulce Sarah!”

Ella declinó hacer más comentarios.

La senadora de Estados Unidos, Katie Britt, de Alabama, también notó la trágica muerte de la niña.

“Continuamos orando por los seres queridos de las víctimas, los sobrevivientes, aquellos que aún están desaparecidos y nuestros valientes socorristas mientras continúan los esfuerzos de búsqueda y rescate en Texas”, dijo en una publicación en la plataforma de redes sociales X.

Las hermanas Blair y Brooke Harber, ambas estudiantes de la Escuela Católica St. Rita en Dallas, se habían estado quedando junto al río Guadalupe cuando su cabaña fue arrastrada, según la escuela.

El pastor Joshua J. Whitfield de la Comunidad Católica St. Rita, que comparte un campus con la escuela, dijo que los padres de las niñas, Annie y RJ Harber, se estaban quedando en una cabaña diferente y estaban a salvo. Sin embargo, sus abuelos estaban desaparecidos. Annie Harber ha sido maestra durante mucho tiempo en la escuela.

“Esta tragedia ha tocado cada rincón de nuestros corazones”, dijo la iglesia en un comunicado el domingo.

Blair, que estaba inscrita en clases avanzadas, estaba involucrada en numerosas actividades escolares, desde voleibol y baloncesto hasta oratoria y teatro. Brooke era una estudiante de sexto grado y una atleta estudiantil en voleibol y lacrosse, entre otros deportes. También participó en oratoria y teatro, según la iglesia.

Ambas fueron recordadas por sus corazones amables y personalidades cálidas.

“Honraremos las vidas de Blair y Brooke, la luz que compartieron y la alegría que trajeron a todos los que las conocieron”, escribió Whitfield en una carta del sábado a los feligreses. “Y rodearemos a Annie, RJ y su familia extendida con la fuerza y el apoyo de nuestra comunidad de St. Rita”.

La iglesia celebró un servicio especial de oración el sábado por la tarde y ofreció consejería.

“Por favor, mantengan a la familia Harber en sus oraciones durante este tiempo de profundo dolor”, escribió Whitfield. “Que nuestra fe, nuestro amor y nuestra comunidad de St. Rita sean una fuente de fortaleza y consuelo en los días venideros”.