4 de julio de 2025 - 11:10 PM
Ajustar las necesidades de la Universidad de Puerto Rico (UPR) al presupuesto que tendrá disponible este año fiscal será una de las tareas principales de la nueva presidenta Zayira Jordán Conde las próximas semanas, una de varias prioridades que tiene en la agenda a poco más de un mes para que estrene el próximo año académico.
“La junta de control fiscal aprobó el presupuesto de la Universidad y, por otra parte, tenemos el presupuesto que se conforma internamente. Así que hay que hacer la conciliación ahora de ambos presupuestos, y tenemos también que hacer la distribución por partida y por recinto”, señaló Jordán Conde.
El 17 de mayo, la Junta de Gobierno de la UPR aprobó un presupuesto consolidado de $1,326 millones. La Junta de Supervisión Fiscal (JSF), por su parte, le aprobó a la institución un presupuesto ascendente a $1,210 millones.
Reconoció que se trata de un reto, pero señaló que estas discrepancias –que se han convertido en una ocurrencia anual desde que la JSF se creó hace nueve años– reafirman la urgencia de implantar su visión para diversificar las fuentes de ingresos del sistema universitario y que dependa menos de las asignaciones gubernamentales.
La próxima semana, se reunirá con el director ejecutivo de la JSF, Robert F. Mujica, encuentro en el cual adelantó que discutirá, entre varios temas, el presupuesto y los proyectos de construcción de vivienda estudiantil. Del mismo modo, destacó que evaluará las funciones de la Oficina de Transformación Institucional para que esta se asegure que la UPR cumple con los hitos establecidos por la JSF para tener acceso a unos $170 millones, asignados en años fiscales pasados, que aún están en manos de la Oficina de Gerencia y Presupuesto. Esta oficina responde, desde febrero, a la Oficina del Presidente de la UPR, pues previamente estaba adscrita a la Junta de Gobierno y se enfocaba en lograr cumplimiento con el Plan Fiscal.
“Ya yo estoy evaluando cómo los trabajos se pueden optimizar para tener itinerarios de trabajo que nos permitan (tener) un compromiso claro de cuándo vamos a terminar (lograr cumplimiento con los hitos diseñados por la JSF)”, expresó, en entrevista con El Nuevo Día.
Jordán Conde detalló que, previo a ocupar el cargo de presidenta en propiedad el 1 de julio, se reunió con las cinco organizaciones que representan a los empleados de la UPR, así como con representantes estudiantiles. En esos encuentros, relató, escuchó las preocupaciones de cada grupo y, a su vez, atendió los señalamientos sobre su llegada a la presidencia como una profesional que no había laborado previamente en el sistema universitario.
“Es atípico que haya resistencia a traer personas de afuera porque, en la academia, el uso y costumbre y la mejor práctica es buscar el insumo de personas externas porque así el conocimiento se enriquece. Esa polinización cruzada que trae el intercambio y la diversidad de perspectivas, creo que es fundamental en la Universidad. Mi presidencia representa eso, representa romper con esa expectativa de que las personas que van a estar dentro del sistema siempre van a pertenecer al sistema”, argumentó, al asegurar que está comprometida en consultar a todos los sectores para la toma de decisiones.
Del mismo modo, rechazó que la política partidista haya influido sobre su designación y apuntó que decir que fue apoyada desde La Fortaleza minimiza su trayectoria profesional.
“También, le restan importancia al reconocimiento de que yo soy la primera mujer presidenta designada en propiedad, que me parece que es un mejor mensaje para los puertorriqueños y puertorriqueñas. Que nuestras muchachas, nuestras niñas, puedan ver que ya la Universidad, por fin, después de más de 100 años, tiene una presidenta mujer en propiedad”, estableció.
Jordán Conde destacó que prevé visitar todos los recintos del sistema universitario este mes. Comenzará con el recinto de Ponce, sostuvo, pues es el único que aún no conoce, ya que allí no se realizaron entrevistas a los candidatos a la presidencia. Llegó a la Administración Central de la UPR, ubicada en el Jardín Botánico de Río Piedras, por primera vez, el martes.
Sus primeros tres días han estado llenos de reuniones con el personal de la Administración Central, mientras que, por separado, también se reúne con los profesionales que designó para su comité de transición. Dicho equipo está compuesto por funcionarios de la UPR y personal externo, así como por un representante estudiantil. Jordán Conde prevé que algunos integrantes del comité de transición luego formen parte de su equipo de trabajo al mando de la UPR, pero aseguró que aún no ha decidido quiénes.
Adelantó que “le tomará un poco más de tiempo” evaluar si los actuales rectores de los 11 recintos permanecerán en sus cargos.
La nueva presidenta devengará un salario anual de $175,000 y tendrá acceso a la residencia del presidente.
“Todos los términos de los presidentes anteriores, así lo negociamos (con la Junta de Gobierno)”, aseguró. No obstante, indicó que no recibirá una plaza docente en la UPR cuando salga de la presidencia, un elemento que sí estaba contenido en el contrato de Jorge Haddock Acevedo, quien fue el primer presidente que no era docente de la UPR cuando fue designado para presidirla.
La Junta de Gobierno de la UPR designó a Jordán Conde como presidenta en propiedad de la UPR el 21 de junio, tras un proceso de búsqueda y consulta de un presidente que se extendió por unos cuatro meses, en cual participaron ocho candidatos.
Jordán Conde respaldó su candidatura a la presidencia de la UPR con un plan de trabajo enfocado en cinco pilares: admisión abierta, la diversificación de la oferta académica, aumentar la producción de propiedad intelectual, ampliar las fuentes de ingreso y expandir el reclutamiento fuera de la isla.
“Tengo un proyecto especial que los envuelve a todos, de alguna manera”, apuntó, al detallar cómo pondrá en marcha lo que prometió durante la campaña. “Los hitos se reflejan en las estrategias de mi plan y se resumen en aumentar ingresos y reducir gastos. Yo tengo una parcialización hacia la tecnología, así que hay cosas que son fácilmente implementables a través de tecnología, pero me parece que, de todos, de alguna u otra manera, la transformación de la Oficina de Transformación es fundamental. Esa es la estructura que me permitirá armonizar la estructura actual de la Universidad con lo que queremos lograr en términos de la transformación y el cumplimiento de los hitos y del Plan Estratégico”, añadió.
Reafirmó sus propuestas de recurrir al establecimiento de alianzas, particularmente con el sector privado, y la filantropía para allegar mayores ingresos a las arcas de la UPR y a su Fondo Dotal, así como fortalecer el reclutamiento de estudiantes fuera de Puerto Rico –particularmente entre comunidades hispanas de Estados Unidos– para diversificar las fuentes de ingresos. Aseguró que dará continuidad a un proyecto que deja el ahora expresidente interino Miguel Muñoz para promover en Estados Unidos la oferta académica a distancia de la UPR.
“Le hice una propuesta a Benito Antonio (Martínez, nombre de pila de Bad Bunny) y eso tendría un impacto inmediato. Sé que está comprometido con la juventud puertorriqueña, tiene un impacto mundial y ahora que tiene sus conciertos, que nos visite y haga una aportación al Fondo Dotal”, sostuvo.
Jordán Conde obtuvo un bachillerato en Periodismo Digital, una maestría en Antropología y un doctorado en Logística, Operaciones y Manejo de Sistemas de Información de la Universidad Estatal de Iowa. Fue profesora en la Universidad Politécnica de Puerto Rico y presidió, hasta el 2 de mayo, la Atlantic University, en Guaynabo.
Aseguró que la salida de Atlantic se dio a raíz de sus aspiraciones a la UPR y tuvo un contrato de consultoría con la institución, el cual quedó sin efecto al ser designada presidenta de la UPR.
Comentó que ve su llegada a la Administración Central como la continuidad de un legado familiar, pues su padre, el profesor emérito Jaime Jordán Molero, fundó y fue el primer director-decano del entonces Colegio Regional de la Montaña, ahora recinto de Utuado de la UPR.
Recibió la noticia de su designación junto a una de sus cinco hijos y, entre sus primeras llamadas telefónicas, estuvo la conversación con sus padres.
“Esto es la continuidad del servicio a la educación de Puerto Rico. Mi abuelo era maestro en Caguana, hay una escuela que lleva su nombre. Mi papá trabajó para fundar el recinto de Utuado... Tengo primos que trabajan en el sistema de la Universidad de Puerto Rico, así que hay muchos educadores en la familia”, manifestó.
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