La promesa de aventura se empieza a cumplir incluso antes de arribar. La isla Mona, vista desde el aire, se antoja extraña. Contrario a la idea tradicional de una isla como algo parecido a una montaña en medio del agua, o un arrecife coralino transformado en playas y mangles, esto es una gran plataforma que sale del mar con imponentes acantilados a su alrededor.