Múltiples comunidades en el municipio de Salinas sufrieron inundaciones históricas tras el paso de huracán Fiona.
Múltiples comunidades en el municipio de Salinas sufrieron inundaciones históricas tras el paso de huracán Fiona. (Suministrada)

Organizaciones comunitarias y ambientales, particularmente de la zona sur de la isla, denunciaron el impacto que ha tenido la construcción de un proyecto energético a escala industrial sobre varias comunidades en el municipio de Salinas.

La coalición Tierras para la Agricultura, Techos para la Energía (TATE) sostuvo que la comunidad El Coquí, así como otros sectores cercanos, han experimentado inundaciones más fuertes y más frecuentes desde que inició, en 2021, la construcción de una finca de paneles solares en terrenos a unos 400 metros al norte del vecindario.

La abogada ambientalista Ruth Santiago explicó que El Coquí y otras comunidades están ubicadas en zonas inundables, pero la situación ha empeorado.

El asunto es que cuando empezaron la construcción y, especialmente, desde el huracán Fiona (en septiembre de 2022) hasta el presente, la comunidad se está inundando y esas inundaciones vienen con mucha sedimentación. La comunidad está en una zona inundable y se inundaba previamente, lo que pasa es que ahora, los niveles de inundación y la frecuencia de esas inundaciones están aumentando y lo único nuevo (en la zona) es la construcción de ese proyecto a escala industrial”, explicó Santiago en entrevista telefónica.

El proyecto energético que se desarrolla en Salinas es impulsado por la empresa Ciro One Salinas. A pesar de múltiples gestiones, al cierre de esta edición, el presidente de Ciro Energy Group, Mario Tomasini Acevedo, no estuvo disponible para entrevista con este diario.

En noviembre de 2022 se reportó otro evento de inundación a causa de escorrentías que llegaron a la comunidad del norte, donde se realiza la construcción, y el agua “transportaba gran concentración de sedimentos que se entiende provienen de los terrenos de proyecto”, de acuerdo con una apreciación hidrológica de la condición del drenaje pluvial de El Coquí realizado por el hidrólogo y ecólogo Carlos Conde Costas.

El experto en hidrología indicó que la declaración de impacto ambiental sometido por la empresa Ciro no contempla la existencia de la quebrada Sin Nombre, que atraviesa los predios del proyecto solar. También sostuvo que no se hizo u estudio hidrológico-hidráulico.

“Aun cuando se alega que por estar los paneles solares elevados sobre el terreno no se impide la infiltración, el drenaje de las aguas vertidas por las planchas a cunetas paralelas a los viales de la planta fotovoltaica no favorece una retención y dispersión adecuada del agua de lluvia, conllevando una merma en el caudal de infiltración”, indicó Conde Costas, en declaraciones escritas.

Por su parte, Daniel de Jesús, residente de la comunidad El Coquí, relató que en el lugar nunca se habían experimentado acumulaciones de agua como las que vieron tras el paso de huracán Fiona. En ese momento, él y su esposa fueron rescatados de su vivienda por la Guardia Nacional.

“Ellos (CIRO One Salinas) remueven los árboles y después que deforestan, compactan el terreno. Impiden que el agua drene. Y entonces esa agua va a tener a la parte más baja: aquí, la comunidad El Coquí”, relató De Jesús.

La abogada Santiago indicó que han presentado varios recursos administrativos ante la Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe) y el Negociado de Energía, que en 2021 dio el visto bueno a la construcción, pero no han procedido. Han recurrido tanto al Tribunal Apelativo como al Tribunal Supremo han acogido sus peticiones para revisar las determinaciones de las agencias de gobierno.

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