Sister Rosita M. Bauzá fue uno de los pilares del trabajo y la huella que han dejado en niños, jóvenes y adultos los Centros Sor Isolina Ferré, en Ponce y a través de todo Puerto Rico, desde su fundación en 1969.

Este domingo de madrugada, Sister Rosita, miembro de la Orden de las Siervas Misioneras de la Santísima Trinidad, transicionó a la vida eterna a los 89 años, confirmó la principal oficial ejecutivo de los Centros Sor Isolina Ferré, la licenciada Stella Maris Molina Rosario.

“Lo vemos como la verdadera entrada a la vida eterna de ella, una sierva fiel que nos deja marcado su compromiso inquebrantable con los valores que sustentan la labor de los Centros Sor Isolina Ferré“, indicó Molina Rosario, en conversación telefónica con El Nuevo Día.

A través de su vida, Bauzá, quien se convirtió en la mano derecha de Sor Isolina Ferré, fue conocida como una servidora que emuló los valores de honestidad, sensibilidad y humildad. “Se convirtió en un pilar de la historia de los centros, y en el corazón de todos nosotros deja esa huella”, señaló Molina Rosario, al recordar una de las frases más emblemáticas de Sister Isolina: “El servicio nos hace creer que lo imposible es posible”.

Sor Isolina Ferré fundó, en 1969, el Centro de Orientación y Servicios, hoy día los Centros Sor Isolina Ferré, para atender los problemas urgentes de la comunidad de La Playa, en Ponce. Junto a ella, siempre estuvo Sister Rosita y Sister Mildred Vázquez, reconocida por su papel en el desarrollo de la institución y quien actualmente es miembro de la Junta de Directores de la organización.

Desde antes de la fundación de los Centros Sor Isolina Ferré, las Siervas Misioneras de la Santísima Trinidad -a la que pertenecían Sor Isolina, Sor Rosita y Sor Mildred- ya realizaban una labor social en la Ciudad Señorial. Entonces, ofrecían catequesis y se aseguraban de que las embarazadas tuvieran acceso a servicios médicos, recordó Molina Rosario.

“Las comunidades que le sirven son de extrema pobreza, comunidades marginadas que han sido transformadas por el toque de estas misioneras. La labor es mucho más grande de lo que uno se puede imaginar“, destacó Molina.

Sister Rosita fue también la autora del libro Una esperanza que no defrauda, el cual recoge la historia -a través de su experiencia- de los Centros Sor Isolina Ferré. Muchas de las páginas del libro muestran imágenes de las vidas que la organización ha impactado desde su fundación.

Las exequias de Sister Rosita se llevarán a cabo este martes, de 10:00 a.m. a 9:00 p.m., en la Funeraria J. Oliver, en Ponce. El miércoles, la celebración de su vida continuará, a partir de las 9:00 a.m., en el pabellón -el cual lleva su nombre- del Centro Sor Isolina de Tabaiba, en Ponce. A las 11:00 a.m. ese día, habrá una misa, seguida por el entierro en el cementerio Las Mercedes.