

4 de diciembre de 2025 - 3:48 PM


Tras recibir una versión actualizada de los términos que permitirían el acceso de terceros al terminal de procesamiento de combustible, la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) estampó este jueves su aval definitivo al contrato de siete años de New Fortress Energy (NFE) para el suministro de gas natural licuado (LNG, en inglés), que el gobierno de Jenniffer González ha estimado que producirá economías de $54 millones anuales en el sector de generación de energía.
La entrega de una nueva “hoja de términos de peaje” era la condición final que la JSF había dispuesto para dar luz verde a la transacción entre la gasífera, la Autoridad de Energía Eléctrica y Genera PR, que tiene un valor estimado en $3,180 millones a lo largo de los primeros siete años. El contrato dispone una opción de extensión de tres años adicionales.
“Luego de revisar la hoja de términos de peaje, la Junta de Supervisión concluye que la condición para la aprobación del contrato propuesto ha sido satisfecha”, indicó el abogado general del organismo, Jaime El Koury, en una comunicación el jueves. “Por lo tanto, las partes pueden proceder con la ejecución del contrato propuesto”.
En síntesis, la JSF había requerido que la hoja se enmendara para precisar que NFE hiciera disponibles a suplidores externos los equipos de regasificación del LNG importado para la central Palo Seco, en Toa Baja, donde ubican cuatro de las unidades portátiles que utilizarán el combustible suministrado bajo el contrato. La hoja previa solo disponía para el uso de las regasificadoras de la central San Juan, donde se encuentran los otros 10 megageneradores de emergencia, así como las unidades de ciclo combinado #5 y #6, que también consumen gas natural.
Si bien, mediante el nuevo contrato, NFE retuvo la responsabilidad de continuar supliendo el combustible, la JSF insistió, a lo largo de los pasados meses, que se estableciera un mecanismo vinculante para que, en caso de incumplimiento con las entregas –escenario que se ha materializado en julio, septiembre y octubre de este año–, otra compañía pudiera vender el LNG a través del terminal de San Juan. El terminal es controlado por NFE bajo un contrato de alquiler con la Autoridad de los Puertos que se extiende hasta 2038.
Bajo los términos estipulados, un tercero pagaría a NFE 50 centavos por millón de unidades térmicas británicas de LNG para acceder al terminal. Los buques de gas natural importan el combustible en forma líquida, por lo que se necesitan equipos de regasificación antes de utilizarlo para la generación eléctrica.
Debido a que el combustible se recibe en San Juan, también se necesitan camiones para transportar el gas –todavía en estado líquido– hasta Palo Seco.
Por lo tanto, la hoja de términos también “especifica que NFE usará esfuerzos comerciales razonables, a solicitud de un tercero suplidor de LNG, para proveer contenedores ISO, camiones y/o apoyo logístico para apoyar las operaciones de carga de camiones ISO del tercero, lo cual es importante para mejorar la viabilidad práctica del peaje”, señaló la JSF en su carta. Las siglas ISO se refieren a los parámetros de la Organización Internacional de Estandarización.
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