

16 de mayo de 2025 - 4:00 PM
Los proponentes del cable eléctrico submarino entre Puerto Rico y la República Dominicana sometieron al Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE, en inglés) el documento de evaluación ambiental que forma parte de la solicitud para obtener un permiso presidencial, el primer paso con miras a lograr la interconexión energética de ambas jurisdicciones, que los desarrolladores aspiran a concretar para 2031.
“El documento revela que estamos entrando a una zona ya impactada (ambientalmente) y que las medidas que estamos tomando para evitar crear un impacto negativo han funcionado. Hay preguntas del manejo de la obra que ya se respondieron, pero diría que, en su gran mayoría, demostramos que el impacto de la construcción es temporal. No hemos identificado nada de gravedad y, una vez esté el cable operando, el (eco)sistema volverá a su estado natural”, señaló este viernes Tirso Selman Rivera, gerente de Proyecto de Caribbean Transmission Development System (CTDC), empresa proponente del cable.
A un pedido de El Nuevo Día, Selman Rivera y Rafael Vélez Domínguez, presidente de CTDC, optaron por no entregar copia de la evaluación ambiental que se sometió el miércoles al DOE, indicando que la dependencia federal debe colgarlo en su portal oficial en los próximos días.
Previamente, Vélez Domínguez había expresado, en entrevista con este medio, que el DOE había dado paso al análisis de los impactos por medio de una evaluación ambiental, en lugar de una declaración de impacto ambiental, un documento de mayor alcance que, según el inversionista, habría agregado de 18 a 24 meses al cronograma planificado para el denominado Proyecto Hostos.
Patricia Crumley, ejecutiva de Jacobs Caribe Engineers –firma que asiste a CTDC en los aspectos técnicos del proyecto–, subrayó que, para proceder con el proyecto, se requiere que el DOE expida un “hallazgo de impacto no significativo” (FONSI, en inglés).
“Esto quiere decir que los posibles riesgos ambientales que hemos identificado, las mitigaciones que hemos presentado, si fueran a encontrarse tales efectos, son aceptables por el ‘Grid Deployment Office’ (del DOE). Tenemos conversaciones todas las semanas con el ‘Grid Deployment Office’”, puntualizó Crumley, quien entre 2011 y 2012 dirigió la División de Planificación y Protección Ambiental de la Autoridad de Energía Eléctrica.
Los proponentes del proyecto conversaron con los medios antes de participar de un panel organizado por el Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico (CIAPR), en el que se abundó sobre los elementos técnicos de la propuesta y se puntualizó que, a nivel global, ya existen unos 350 cables de interconexión eléctrica submarinos.
Como parte del panel, el ingeniero Edgar Pichardo, asesor del presidente dominicano Luis Abinader, ofreció un mensaje virtual en el que recalcó el apoyo de las autoridades del vecino país a la iniciativa de CTDC, cuya inversión se estima en $2,300 millones y que también incluye la construcción –en la República Dominicana– de una central, que combinaría una finca solar de 200 megavatios (MW) junto a una planta de gas natural de 700 MW.
“Cuando veo, a veces, la situación energética de Puerto Rico, me trae muchos recuerdos de cómo estábamos nosotros hace 30 años. Hemos batallado esos 30 años, básicamente, a base de políticas gubernamentales y de inversiones”, dijo Pichardo, resaltando la implantación de leyes, a lo largo de ese período, que segregaron la operación del servicio eléctrico, abrieron la puerta a la inversión privada para el sector de generación eléctrica y fomentaron el crecimiento de la energía renovable.
Actualmente, según Pichardo, en la República Dominicana hay cuatro centrales de ciclo combinado en construcción, que aportarán más de 1,800 MW de capacidad adicional, en el contexto de una demanda energética que ha crecido a una tasa de más de 4% en los pasados cinco años.
“Ahora, queremos exportar energía, y eso una de las metas que se ha propuesto el presidente Luis Abinader, y está apoyando el Proyecto Hostos. Desde su oficina, nos ha expresado que cualquier ayuda que se necesite del gobierno de la República Dominicana para que se logre esta interconexión de los dos países hermanos, si está en sus manos y las regulaciones lo permiten, él lo va a ejecutar”, planteó, subrayando la posibilidad de que, en un futuro, Puerto Rico también esté en condiciones de exportar electricidad.
El presidente del CIAPR, Carlos Fournier, se expresó favorablemente sobre el concepto del Proyecto Hostos, destacando su potencial de agregar “resiliencia” a la red y acentuando que ya el sistema puertorriqueño cuenta con cables submarinos entre la isla grande y Vieques y Culebra.
“La parte técnica del proyecto es viable”, señaló Fournier a los medios. “Es un proyecto interesante, que aporta al sistema de energía de Puerto Rico. No es la solución completa, pero todo lo que sea para aportar y estabilizar el sistema en momentos pico (es bienvenido)”, añadió.
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