La devastación que dejaron a su paso las lluvias y vientos del huracán María atrapó a Puerto Rico con una notable carencia de conocimiento institucional sobre cómo responder a una emergencia natural de esa magnitud, un vacío cuyas consecuencias –pese a los avances registrados– siguen reflejándose claramente ocho años después al observar las cifras de proyectos y fondos aprobados que permanecen sin convertirse en obras de infraestructura que beneficien al país.