Sao Paulo — La amenaza del presidente Donald Trump de aumentar los impuestos a las importaciones en un 50% sobre los productos brasileños podría aumentar el costo del desayuno en Estados Unidos. Los precios del café y el jugo de china, dos elementos básicos de la dieta matutina estadounidense, podrían verse gravemente afectados si no hay un acuerdo antes del 1 de agosto.

La carne de res brasileña y los aviones regionales también se encuentran entre los productos que podrían verse afectados por la decisión de Donald Trump anunciada el miércoles, que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, prometió el jueves corresponder.

La medida de Donald Trump esta vez es abiertamente política, dirigida al juicio del Tribunal Supremo brasileño del expresidente Jair Bolsonaro, un aliado suyo que fue acusado por su presunto papel al tratar de revocar su derrota electoral de 2022. El enjuiciamiento por parte del tribunal de las empresas de redes sociales con sede en Estados Unidos que no cumplen con las leyes locales también fue mencionado por Donald Trump en una carta pública como una razón para aumentar los aranceles comerciales de Brasil.

La Oficina del Censo de Estados Unidos dijo que el país tuvo un superávit comercial de $6,800 millones con Brasil el año pasado.

Los exportadores brasileños, los organismos que los representan y los políticos, muchos de los cuales son amigos de Jair Bolsonaro, han criticado a Donald Trump e instaron a Luiz Inácio Lula da Silva a negociar, y las asociaciones de café, carne de res y jugo de china se han movilizado en defensa de la nación.

“Estos nuevos aranceles producen efectos directos y golpean a la agroindustria de Brasil, impactando el tipo de cambio, en el aumento del costo de los insumos importados y en la competitividad de las exportaciones brasileñas”, dijo el jueves el caucus de agroindustria de Brasil en el Congreso en un comunicado.

Desayuno arruinado

Luiz Inácio Lula da Silva dijo en entrevistas después de la medida de Donald Trump que Estados Unidos tenía un superávit comercial con la nación sudamericana de más de $410,000 millones en los últimos 15 años, y el jugo de china y el café se encuentran entre los pocos productos fabricados en Brasil que los consumidores estadounidenses obtienen en grandes cantidades.

El hábito de café de los estadounidenses depende casi exclusivamente de las importaciones. Los datos oficiales del gobierno de Estados Unidos muestran que Brasil, el principal productor de café del mundo, suministra alrededor del 30% del mercado estadounidense, seguido por Colombia con aproximadamente el 20% y Vietnam con aproximadamente el 10%. Las existencias mundiales ahora son bajas debido a las presiones relacionadas con el clima que recientemente han tensado los precios del café.

Marcos Matos, director ejecutivo de Cecafé, el consejo de exportadores de café de Brasil, dijo que el arancel inicial del 10% impuesto por Donald Trump en abril no fue tan catastrófico como el que enfrentaron algunos de los competidores de Brasil, incluso tasas más altas. Vietnam, por ejemplo, comenzó con un arancel del 46%, ahora reducido al 20%. Él ve el aumento propuesto al 50% como una seria escalada.

“Nos perjudicará a nosotros, los exportadores de café, en términos de empleos, ingresos y costos. Y perjudicará a la industria estadounidense y al consumidor final, que terminará pagando más”, dijo Marcos Matos a The Associated Press. Agregó que el ministro de Agricultura, Carlos Fávaro, le dijo el jueves que está buscando alternativas para los exportadores de café mientras negocia con Estados Unidos.

Ibiapaba Netto, director de la asociación brasileña de exportadores de jugo de cítricos, dijo que ambos países sufrirán ya que Brasil no tiene reemplazo para un mercado que compra alrededor de 3,000 millones de litros de su jugo de china cada año y Estados Unidos no tiene suficiente del producto en casa.

“Alrededor del 40% de las exportaciones de jugo de china de Brasil se destinan a Estados Unidos. Pero alrededor del 60% de las importaciones de jugo de china de Estados Unidos provienen de Brasil. Somos el mayor socio de las empresas estadounidenses que elaboran su jugo para el desayuno”, dijo Ibiapaba Netto a la AP. “A excepción de las pocas empresas que producen el 100% en Florida, todas las marcas estadounidenses dependen del jugo de china de Brasil para la escala”.

Ibiapaba Netto agregó que las marcas estadounidenses pueden sobrevivir sin el jugo de Brasil, pero ahora “será mucho más difícil para ellos hacer girar las ruedas de su negocio sin él”.

“No tienen otro lugar donde encontrar nuestro producto. El mercado estadounidense es un socio tradicional, siempre nos complementamos. Estos aranceles adicionales a Brasil no fortalecen el jugo de china de Florida, debilitan a toda la industria del jugo y aumentan el costo para el desayuno de todos en Estados Unidos”, dijo Ibiapaba Netto.

Tanto Marcos Matos como Ibiapaba Netto dicen que sus productores quieren que Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, mantenga la diplomacia sobre la mesa hasta el final de las negociaciones antes de imponer la ley de reciprocidad del país.

Un beneficio improbable, luego un golpe amargo

Cuando Donald Trump reveló por primera vez su plan arancelario en abril, muchos en Brasil esperaban que el país pudiera beneficiarse ya que evitó las sanciones más duras impuestas a Canadá, México y China.

“Nos habían dejado fuera, así que mucha gente decía que Brasil terminaría beneficiándose de esto”, dijo Marcos Jank, profesor de agronegocios globales en Insper, una escuela de negocios en Sao Paulo. “Pero con este aumento arancelario del 50%, ahora enfrentamos uno de los aranceles más altos que está aplicando Estados Unidos. Nos movimos a una posición perdedora”.

El fabricante de aviones Embraer, otra empresa brasileña que se verá afectada si se aplican los nuevos aranceles, dijo en un comunicado que está “evaluando actualmente los posibles impactos en sus operaciones” y si “la nueva medida impactará específicamente a la industria de la aviación brasileña”. Los analistas del administrador de inversiones XP estiman que el 60% de los ingresos de Embraer dependen de Estados Unidos.

“Cualquier impacto material se abordará durante nuestra conferencia telefónica sobre las ganancias del segundo trimestre, programada para el 5 de agosto”, dijo Embraer en un comunicado. Junto con esto, Embraer está participando activamente con las autoridades pertinentes buscando restaurar el impuesto de importación cero para el sector aeronáutico.

El sector de la carne de res en Brasil también se encuentra en una situación desesperada después del anuncio de Donald Trump.

Roberto Perosa, presidente de la Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carne, dijo que se ha reunido con socios en Estados Unidos desde el miércoles dirigiendo las negociaciones con la administración de Donald Trump.

Roberto Perosa dijo que la industria de la carne de res de Brasil no es un competidor para Estados Unidos, ya que la nación sudamericana ha ofrecido altos volúmenes de producción durante el ciclo de escasez de ganado en los últimos años, lo que ha ayudado a los consumidores estadounidenses a comprar productos más baratos.

“No queremos seguir siendo el objetivo de disputas políticas que perjudican al sector productivo brasileño”, dijo. “Los límites de la acción política no pueden ser a expensas de la población de nuestro país, o de la población estadounidense, que pagará el precio a través de precios más altos de la carne de res”.

Si bien los aranceles de Donald Trump se consideran políticamente motivados, Brasil está trabajando para desarrollar argumentos comerciales para romper el estancamiento ideológico.

Luiz Rua, secretario de Comercio y Relaciones Internacionales del Ministerio de Agricultura de Brasil, dijo que puede haber margen para negociar aranceles, citando el interés de Estados Unidos en acceder al mercado de etanol del país. Brasil, a su vez, está presionando por un mejor acceso al mercado de azúcar de Estados Unidos.

“Eso es parte de nuestras negociaciones agrícolas”, dijo Luiz Rua. “Hay otras discusiones más allá de mi cartera que involucran asuntos industriales. Todo esto se está poniendo sobre la mesa”.