1 / 31 | China se preparara para la llegada del supertifón Ragasa, que causó varias muertes y desplazamientos en Filipinas. Imagen de satélite del tifón Ragasa el martes, 23 de septiembre de 2025. - Captura Tropical Tidbits
23 de septiembre de 2025 - 9:03 AM
Hong Kong - Las ciudades del sur de China redujeron muchos aspectos de la vida diaria el martes con el cierre de escuelas y negocios y la cancelación de vuelos, mientras la región se preparaba para uno de los tifones más fuertes en años que ya ha matado a tres personas y desplazado a miles en Filipinas.
Los residentes que viven en áreas propensas a inundaciones colocaron sacos de arena y barreras en sus puertas, mientras que otros pegaron con cinta adhesiva ventanas y puertas de vidrio para prepararse para los fuertes vientos. Muchas personas almacenaron alimentos y otros suministros el lunes, y algunos vendedores del mercado informaron que sus productos se estaban agotando rápidamente.
Algunos habitantes de Hong Kong se reunieron en un paseo marítimo para observar las olas de hasta 2 a 3 metros (6.5 a 9.8 pies) que salpicaban la zona peatonal antes de que empeorara el clima. Las autoridades rescataron a tres personas, incluido un niño, del mar y la policía dijo que estaban vigilando las olas.
El observatorio de Hong Kong dijo que se espera que el supertifón Ragasa, que el martes tenía vientos máximos sostenidos cerca del centro de unas 127 millas por hora (mph), se mueva hacia el oeste-noroeste a unas 14 mph a través de la parte norte del mar de China Meridional y se acerque a la costa de la provincia de Guangdong, la potencia económica del sur de China. Más de 370,000 personas fueron reubicadas en la provincia, informó la agencia estatal de noticias Xinhua.
El Centro Meteorológico Nacional de China pronosticó que el tifón tocaría tierra en la zona costera entre las ciudades de Taishan y Zhanjiang en Guangdong entre el mediodía y la noche del miércoles.
El observatorio de Hong Kong emitió la señal de advertencia de tormenta número 8, la tercera más alta en el sistema de alerta meteorológica de la ciudad. La ciudad clasifica los ciclones tropicales con vientos máximos sostenidos cerca del centro de 115 mph o más como supertifones para que los residentes estén más atentos a la llegada de tormentas más intensas.
Se pronosticó que el nivel del agua aumentaría unos 2 metros (6.5 pies) sobre las zonas costeras en el centro financiero asiático el miércoles por la mañana, y el nivel máximo en algunas zonas podría alcanzar de 4 a 5 metros (13.1 a 16.4 pies) por encima del nivel del mar mínimo típico.
El gobierno dijo que los niveles del agua podrían ser similares a los registrados durante el tifón Hato en 2017 y el tifón Mangkhut en 2018, que se estima que causaron a la ciudad pérdidas económicas directas por valor de más de 1,000 millones de dólares de Hong Kong ($154 millones) y 4,600 millones de dólares de Hong Kong (unos $590 millones), respectivamente.
Las escuelas fueron cerradas en Hong Kong y en la vecina ciudad de Macao, donde hay casinos. Cientos de residentes buscaron refugio en albergues temporales en el centro financiero y tres personas heridas fueron atendidas en hospitales. Otras ciudades como el centro tecnológico chino de Shenzhen, Guangzhou y Foshan en la provincia de Guangdong y Haikou en la provincia de Hainan ordenaron la cancelación de clases y la suspensión gradual de otros negocios, producción y transporte.
El aeropuerto de Shenzhen suspenderá todos los vuelos a partir del martes por la noche. El gobierno de Macao estaba evacuando a residentes y turistas y ordenó el cierre de los puentes por la noche.
Al menos seis personas resultaron heridas y más de 7,000 personas fueron evacuadas en Taiwán cuando el tifón arrasó el sur de la isla, informó la Agencia Central de Noticias. Dijo que las fuertes lluvias causaron el desbordamiento de una presa de deslizamiento de tierra en el condado de Hualien y torrentes de agua se precipitaron río abajo y arrasaron un puente. Las carreteras en el municipio de Guangfu se convirtieron en ríos revueltos que arrastraron vehículos.
En el norte de Filipinas, Ragasa dejó al menos tres personas muertas, otras cinco desaparecidas y más de 17,500 desplazadas por las inundaciones y los deslizamientos de tierra, dijeron las autoridades.
Entre los muertos se encontraba un hombre de 74 años, que quedó atrapado en uno de los cuatro vehículos que fueron parcialmente enterrados por el barro, las rocas y los árboles que cayeron en cascada por la ladera de una montaña hacia una estrecha carretera el lunes en la ciudad montañosa de Tuba, en la provincia de Benguet, dijeron las autoridades. Otros dos aldeanos murieron en la tormenta, incluido un residente en la ciudad de Calayan, un grupo de islas frente a la provincia norteña de Cagayan, donde el supertifón tocó tierra el lunes.
Ragasa, que en tagalo significa revuelo, llevó al gobierno filipino el lunes a cerrar escuelas y oficinas gubernamentales en la densamente poblada región capital y en 29 provincias del norte. Se prohibió a los barcos de pesca y a los transbordadores aventurarse en mares muy agitados y se cancelaron los vuelos nacionales.
Miles de personas fueron evacuadas de aldeas del norte de Filipinas y muchas escuelas y oficinas cerraron el lunes en el archipiélago y en la vecina Taiwán ante la llegada del supertifón, que primero impactó la isla de Panuitan, frente a la provincia de Cagayán, a media tarde del lunes, según los meteorólogos filipinos.
La agencia meteorológica de Filipinas advirtió sobre inundaciones costeras, al señalar que “hay un alto riesgo de marejada ciclónica que pone en peligro la vida, con alturas máximas que superan los tres metros (casi 10 pies) en las próximas 24 horas sobre las localidades costeras bajas o expuestas” de las provincias del norte de Cagayán, Batanes, Ilocos Norte e Ilocos Sur.
El suministro eléctrico se interrumpió en la isla de Calayan y en toda la provincia montañosa del norte de Apayao, al oeste de Cagayán, dijeron funcionarios de respuesta a desastres.
El presidente filipino Ferdinand Marcos Jr. suspendió el trabajo gubernamental y las clases en todos los niveles el lunes en la capital y en 29 provincias de la principal región norte de Luzón.
Más de 8,200 personas fueron evacuadas a lugares seguros en Cagayán, y otras 1,220 se refugiaron en albergues de emergencia en Apayao, que es propenso a inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra. Los vuelos nacionales fueron suspendidos en las provincias del norte azotadas por el tifón y se prohibió a los barcos pesqueros y ferris interinsulares salir de los puertos debido a los mares muy agitados.
Ragasa, la 14ta perturbación meteorológica que azota Filipinas este año, llega cuando las autoridades y ambas cámaras del Congreso investigan un escándalo de corrupción que involucra presuntos sobornos que resultaron en proyectos de control de inundaciones de mala calidad o que ni siquiera se materializaron.
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