La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, respondió enérgicamente el jueves a las sanciones del gobierno de Estados Unidos que bloquean las transferencias de tres instituciones financieras mexicanas, diciendo que Washington no ha mostrado pruebas de sus acusaciones de lavado de dinero.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció el miércoles las sanciones contra los bancos CIBanco e Intercam Banco, y la casa de bolsa Vector Casa de Bolsa, alegando que habían facilitado millones de dólares en transferencias de dinero para los cárteles de la droga mexicanos.

Sheinbaum dijo durante su conferencia de prensa matutina del jueves que la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no había mostrado ninguna prueba que demostrara que las instituciones llevaron a cabo algún lavado de dinero, a pesar de las repetidas solicitudes de tales pruebas.

“El Departamento del Tesoro no ha proporcionado ni una sola prueba que demuestre que se estaba produciendo algún lavado de dinero”, dijo. “No vamos a encubrir a nadie, no hay impunidad aquí. Tienen que poder demostrar que realmente hubo lavado de dinero, no con palabras, sino con pruebas sólidas”.

Los bancos acusados también respondieron a las órdenes, rechazando las acusaciones y citando de manera similar la falta de pruebas.

La firma de corretaje Vector dijo el miércoles por la noche en un comunicado que “rechaza categóricamente cualquier acusación que comprometa su integridad institucional”, mientras que Intercam dijo en un comunicado que niega estar involucrado en cualquier “práctica ilegal”. Vector es propiedad del empresario Alfonso Romo, quien se desempeñó como jefe de Gabinete del expresidente Andrés Manuel López Obrador al principio de su presidencia.

Manuel Somoza, presidente de Estrategias de CIBanco, dijo a la prensa local que solo se enteraron de la orden al mismo tiempo que se hizo pública, y señaló que no se trata de una acusación legal formal, sino más bien de una investigación.

“Nuestros libros están abiertos”, dijo. “Los rumores claramente son perjudiciales, sean verdaderos o no. Entonces, lo que queremos es que [las autoridades estadounidenses] vengan e investiguen”.

Sheinbaum dijo que funcionarios estadounidenses les notificaron las acusaciones antes del anuncio del miércoles y que los reguladores financieros mexicanos llevaron a cabo sus propias investigaciones sobre las instituciones.

Encontraron “infracciones administrativas”, dijo, pero nada parecido a las acusaciones que estaban haciendo los funcionarios del Tesoro.

En las órdenes que bloquean las transacciones entre las tres instituciones y los bancos estadounidenses, la administración de Donald Trump alegó que las tres compañías facilitaron millones de dólares en transferencias con compañías chinas, que —según dijo— se utilizaron para comprar productos químicos destinados a producir fentanilo. El Departamento del Tesoro dijo que las instituciones habían facilitado transferencias a bancos de Estados Unidos, pero los funcionarios no nombraron qué instituciones estadounidenses estaban implicadas ni proporcionaron más detalles.

Sheinbaum respondió que su propia investigación simplemente mostró que las instituciones tenían fuertes relaciones con clientes y bancos chinos, lo que —según dijo— era más un indicador de que los dos países comparten una sólida relación comercial. China ha sido la principal fuente de precursores químicos para producir fentanilo en México, según las autoridades de Estados Unidos. Al mismo tiempo, Estados Unidos ha buscado cada vez más bloquear la creciente influencia e inversión china en América Latina.

La líder también expresó su frustración el jueves por la mañana, recordando a los funcionarios de Donald Trump que México es una nación soberana y debe ser tratado como un igual por el gobierno de Estados Unidos.

“No somos la piñata de nadie”, dijo. “México debe ser respetado”.