

8 de mayo de 2025 - 7:33 PM
El papa León XIV, además de ser el primer pontífice estadounidense, es el primero de la orden de los agustinos en alcanzar el puesto más alto de la iglesia católica.
Nacido el 14 de septiembre de 1955 en la ciudad de Chicago, en el estado de Illinois, Robert Francis Prevost dedicó su vida a los estudios eclesiásticos cuando ingreso al Seminario Menor de los Padres Agustinos.
Hijo de Louis Marius Prevost, de ascendencia francesa e italiana y de Mildred Martínez, de ascedencia española, Prevost Martínez se unió al noviciado de la Orden de San Agustín de St. Louis y emitió sus votos solemnes el 29 de agosto de 1981.
La relación con Perú que mantiene el ahora papa León XIV inició en 1984, cuando fue enviado a la misión agustiniana de Chulucanas. En 1988, luego de someter su tesis doctoral y ser nombrado director de Vocaciones y Director de Misiones de la Provincia Agustiniana “Madre del Buen Consejo” en Olympia Fields, Illinois, se incorporó a la misión de Trujillo en Perú como director del proyecto de formación común para los aspirantes agustinos de los vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac.
Su lema episcopal es “In Illo uno unum”, palabras que San Agustín pronunció en un sermón, la Exposición sobre el Salmo 127, para explicar que “aunque los cristianos somos muchos, en el único Cristo somos uno“.
Algunas de las escenas de su vida en Perú, donde vivió por varias décadas, se viralizaron y lo reflejaron como un hombre que conoció de cerca las periferias y se vinculó a la lucha por los derechos humanos y la protección del medioambiente.
Estos son algunos datos de la vida de León XIV en Perú:
Perú sufrió como pocos los embates de la pandemia y se convirtió en el país con la tasa de mortalidad más alta del mundo por la COVID-19.
Los peruanos, alarmados, corrían a encerrarse y procuraban ocultarse de las calles, donde, por momentos, los cuerpos llegaron a apilarse.
En Chiclayo, Prevost superó los miedos y recorrió las calles de la ciudad de la que era obispo con un relicario, dando la bendición a los vecinos y transmitiéndoles tranquilidad, más allá de las creencias de cada uno de ellos.
En 2015, Prevost obtuvo la nacionalidad peruana. El entonces ministro del Interior José Luis Pérez Guadalupe recordó a EFE que fue el responsable de firmar el documento que lo hizo posible, un requisito obligatorio para poder ejercer su nuevo cargo.
“Ya está su nacionalización, puede cumplir con los requisitos’”, recuerda que le dijo.
Y de la mano de la nacionalidad peruana llegó una afiliación oficial al Seguro Integral de Salud (SIS), cuya imagen vuela hoy por las redes, y otra no oficial, la pasión por una selección peruana que ha dado algunos sinsabores al nuevo papa.
Para perfilar su pasión, la Federación Peruana de Fútbol difundió hoy una imagen a la que aferrarse: la camiseta bicolor con el tradicional 14 a la espalda bajo el nombre “León”.
En una de sus últimas entrevistas antes de partir de Perú, Prevost izó de nuevo la bandera contra la violencia: “Si eres víctima de abuso sexual de un sacerdote, denúncialo”.
A esa frase del hoy sumo pontífice, publicada en La República, se suma la enardecida defensa que ha hecho de Prevost el periodista Pedro Salinas, el hombre que más ha trabajado por destapar los abusos en el seno del clero peruano y, muy especialmente, dentro del grupo ya disuelto Sodalicio.
“Robert Prevost siempre se compró el pleito y se puso en el zapato de las víctimas. Siempre puso en el centro a las víctimas y fue uno de los que defendió a los sobrevivientes y víctimas frente a los ataques del Sodalicio”, aseguró Salinas.
Entre finales de 2022 y principios de 2023, tras el fallido golpe de Estado de Pedro Castillo, Perú se incendió en protestas.
La sangrienta represión se cobró la vida de 49 personas a manos de la Policía y el Ejército, además de otras 28 ciudadanos que fallecieron como consecuencia de las manifestaciones.
“Las muertes en las protestas me causan mucha tristeza y mucho dolor (...) He pedido prolongar mi servicio en el Perú porque incluso le hice un pedido al Santo Padre, este no es el mejor momento para dejar el país. Yo quiero seguir acompañando al pueblo peruano”, dijo en 2023, antes de reclamar reconciliación y paz.
Quienes le conocieron en Perú dicen que le gusta reír, y en sus nuevos aposentos de Roma debe estar esbozando una sonrisa si sus antiguos vecinos de Chiclayo le han hecho llegar los memes que han empezado a circular.
En un país donde la primera pregunta para cualquier extranjero es sobre la comida, abundan los montajes del nuevo obispo de Roma disfrutando de un plato de ceviche con una Inca Cola o con la camiseta del club Juan Aurich de Chiclayo.
También se especula con el nuevo ‘papamóvil’, para el que los memes proponen una adaptación de las célebres ‘mototaxis’ del norte de Perú, unos vehículos de tres ruedas y con un motor eléctrico al que seguro que León XIV, como cualquier mortal que visita Perú, se ha subido en más de una ocasión.
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