Nueva York (AP) — El abogado de Harvey Weinstein lo retrató como el “pecador original” falsamente acusado de la era #metoo, mientras que una fiscal dijo a los miembros del jurado en su nuevo juicio por delitos sexuales el martes que el ex magnate del cine se aprovechó de mujeres menos poderosas que pensó que nunca hablarían.

Las dos partes adoptaron tonos muy diferentes en sus argumentos finales, que concluirán el miércoles. El abogado de Weinstein, Arthur Aidala, recurrió a chistes sencillos y teatralidad —a veces representando el comportamiento de los testigos— al argumentar que su cliente participó en un “juego de cortejo”, no en delitos. La fiscal Nicole Blumberg, tan directa como discursivo era aidala, instó a los miembros del jurado a centrarse en las acusadoras de Weinstein y sus días de agotador testimonio.

“Esto no fue un ‘juego de cortejo’, como el Sr. Aidala quiere que crean. esto no fue una ‘transacción”, dijo a los miembros del jurado. “Nunca se trató de ‘tontear’. Se trataba de violación”.

Se espera que el jurado, en su mayoría femenino, comience las deliberaciones en algún momento del miércoles, heredando un caso que fue visto como un hito de #metoo cuando Harvey Weinstein fue condenado hace cinco años. terminó siendo juzgado de nuevo y remodelado, porque un tribunal de apelaciones revocó el veredicto de 2020.

Harvey Weinstein, el ex jefe de Hollywood convertido en el movimiento #metoo, se ha declarado inocente de violar a una mujer en 2013 y obligar a otras dos a practicar sexo oral, por separado, en 2006.

Arthur Aidala argumentó que todo lo que sucedió entre el ex productor y sus acusadoras fue un intercambio consensual, aunque “transaccional”, de favores. el abogado acusó a los fiscales de “intentar vigilar el dormitorio” y de centrarse en el hombre visto como “el icono, el pecador original, del movimiento #metoo”.

“Intentaron hacerlo hace cinco años, y ahora hay una repetición, y están intentando hacerlo de nuevo”, dijo a los miembros del jurado. Su resumen, que duró horas, tocó temas desde la aclamada película de 1994 “Pulp Fiction”, coproducida por Weinstein, hasta su propio matrimonio y la salsa italiana de su abuela, a veces buscando —y obteniendo— risas de los miembros del jurado y de Harvey Weinstein.

Arthur Aidala describió al ex jefe de estudio como un neoyorquino hecho a sí mismo, mientras que pintó a las acusadoras de Harvey Weinstein como “mujeres con sueños rotos”, problemáticas y astutas, que le suplicaron oportunidades cinematográficas y otras ventajas, siguieron interactuando con él durante años y luego se volvieron contra él para sacar provecho de su caída en desgracia por el #metoo. Las tres recibieron una compensación a través de procesos legales separados del juicio penal.

Nicole Blumberg respondió que Harvey Weinstein interpretó un “no” sexual como una señal para “presionar un poco más, y si todavía dicen que no, simplemente tómalo de todos modos”.

Argumentó que sus acusadoras se mantuvieron en contacto amistoso con Harvey Weinstein porque estaban tratando de trabajar en el mundo del espectáculo y temían que sus carreras se vieran aplastadas si se cruzaban con él.

“Eligió a personas que pensó que serían las víctimas perfectas, a quienes podría violar y mantener en silencio”, dijo la fiscal. “Las subestimó”, añadió.

Harvey Weinstein tuvo una trayectoria de décadas como una de las personas más influyentes de la industria cinematográfica. en 2017, las acusaciones de agresión sexual y acoso hundieron su carrera y catalizaron el movimiento #metoo, que busca la rendición de cuentas por la conducta sexual inapropiada.

Posteriormente fue condenado por delitos sexuales y sentenciado a prisión en Nueva York y California. Su apelación en california no ha sido decidida.

Desde que se abrió el nuevo juicio en Nueva York el 23 de abril, los fiscales han presentado a más de dos docenas de testigos. La fiscalía se centró en las tres acusadoras de Harvey Weinstein, cada una de las cuales enfrentó días de preguntas.

En testimonios a menudo gráficos y a veces entre lágrimas, las mujeres dijeron que el productor ganador del Oscar usó su estatura en el mundo del espectáculo como un gancho para aprovecharse de ellas.

Jessica Mann, quien acusó a Harvey Weinstein de violación, era una peluquera que esperaba triunfar como actriz cuando lo conoció. Las acusadoras de agresión sexual también estaban tratando de construir carreras en el mundo del espectáculo: Miriam Haley era asistente de producción y productora, y Kaja Sokola era una modelo adolescente que quería incursionar en la actuación.

Los fiscales agregaron las acusaciones de Kaja Sokola al caso para el nuevo juicio. pero algunas otras acusadoras del primer juicio no formaron parte del segundo. El tribunal de apelaciones dijo que era perjudicial incluir sus acusaciones, que nunca resultaron en cargos.

Harvey Weinstein, de 73 años, decidió no testificar. sus abogados presentaron algunos testigos para sembrar dudas sobre ciertos aspectos de los relatos de las acusadoras. pero la defensa de Harvey Weinstein también se basó en gran medida en el interrogatorio de los testigos de la fiscalía —incluso sorprendiendo a Kaja Sokola con su propio diario privado— para tratar de socavar su credibilidad.

The Associated Press generalmente no identifica a las personas sin su permiso si dicen que han sido agredidas sexualmente. Kaja Sokola, Jessica Mann y Miriam Haley han accedido a ser nombradas.